Daddy Please! © |njh|

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Mila

Mi cabeza dolía, un zumbido retumbaba en mis oídos, era una pesadilla. Poco a poco empecé a oír voces, podía reconocerlas. ¿Harry? ¿Jessie?

Abrí mis ojos y la luz blanca me segó.

— ¿Dónde estoy? —Hablé sin entender nada — ¿Ya morí? ¿Iré al cielo?

—Las chicas que leen smut no van al cielo Mila. —moví mi cabeza a un lado y pude ver el rostro de Jessie que poco a poco se iba enfocando.

— ¿Jessie? ¿Eres tú? —Qué extraño era todo. — ¿Qué haces aquí? ¿También moriste?

—No, aún no he muerto, pero créeme que tus locuras me darán un paro cardíaco muy pronto —Exagero tocando su pecho. —No estas muerta Mila, estas en el hospital. —Vi a Harry quien me sonrió a su lado.

—Maldición... —Me quejé —Tendré escuela mañana. —Me quejé y ellos rieron.

Me abrazaron con fuerza y un gemido de dolor salió de mis labios, mi brazo izquierdo dolía mucho.

—Lo siento —Se disculparon.

— ¿Dónde está mamá? —la puerta se abrió y ella entró. — Mama...

— ¡MILA! —corrió hacia mí y me abrazo con cuidado. —Mi niña, Mila" estas bien. —Beso mi frente y me miro a los ojos. —Dios hija ¿Por qué? —agache mi mirada, sabía que estaba decepcionada de mí. Me tomó del mentón y me hizo mirar a sus ojos —Saldremos de esto juntas. —Mis ojos se llenaron de lágrimas y asentí levemente, ella me volvió a abrazar y le correspondí.

—Lo siento mami... —Solloce en su hombro —Lo siento mucho... Te fallé.

—Jamás podrás fallarme pequeña, eres mi bebita. —Acaricio mis mejillas y limpio mis lágrimas —Yo te fallé hija, no he estado contigo como debí, perdóname por favor.

—No hay nada que personar mami —La miré a los ojos —Eres la mejor madre del mundo y no mereces a una hija como yo. —Suspiré.

—Eres mucho más de lo que merezco. —acaricio mi mejilla. —Te amo pequeña.

—Yo también te amo mama—Sonreí levemente. —Lamento haberlos asustado a todos. —Suspire —Creí que sus vidas serían mejor sin mí.

—Eso es imposible amiga, si tú te vas ¿A quién llamaré hermana? —Hablo Jessie.

— ¿Y yo a quién le preguntaré sobre esmaltes? —Reí ante la voz de Harry.

— ¿Y qué hay de mí? ¿Cómo seguiría mi vida sin mí bebe? —Mire a mi madre y sonreí. — Eres tan importante Mila, no puedes irte, tú debes estar aquí, todos te amamos y te ayudaremos a salir adelante.

—Gracias —Susurre —Los amo mucho. —Los abracé con cuidado a todos.

—Bueno, hablaré con el doctor, seguramente quiera hacerte una revisión. —Habló mi madre.

—Yo la acompañaré. —La siguió Harry y ambos se fueron de la habitación.

—Jessie... —Ella me tomó de la mano y la mire algo preocupada. — ¿Crees que podré superar a Niall? —Hablé con una gran angustia en mi pecho.

—Lo harás, no pienses en el ahora ¿Sí? —Suspiré.

—No es tan sencillo olvidar a quien robó tu corazón...

(...)

Aún estaba en el hospital, el doctor me había dicho que me darían el alta a la mañana siguiente y por lo tanto me quedaría aquella noche.

Harry estaba en el sillón a mi lado mirando su celular, lo había visto muy triste desde que discutió con Louis.

— ¿Qué haces Hazz? —estire mi cabeza y vi que veía una foto con Louis. El suspiro y dejo su celular a un lado. —Oye, deberías perdonarlo, él no tiene la culpa.

—Si la tiene, él pudo evitar esto y no lo hizo.

—Pero él es su amigo Hazz, debes entenderlo. Además, aquí no importo yo, importa que ustedes se quieren mucho. —el me miro —deberías darle otra oportunidad. La vida es incierta Harry, disfruta lo más que puedas.

—No lo sé, tal vez tengas razón. —Acaricio mi mano y sonrió. La puerta sino y yo dije un leve "Pase"

—Disculpa... Mila... Oh que bueno que estas bien. —Era Louis y en sus brazos tenía un gran peluche de oso.

De alguna manera cuando entró a la habitación tenía la esperanza de que Niall estuviese con él, pero caí en la realidad de que no era un sueño cuando solo Louis entró a la habitación.

—Esto es para ti linda. Lamento haber sido un tonto. —me lo dejo sobre la cama.

—Gracias Lou. —Le sonreí.

—Hola Haz.

—Hola Louis. —Ambos se miraban con tanto amor, no podía estar enojados, debían estar juntos, el mundo lo pedía a gritos.

—Hazz yo...

—Está bien Louis, te disculpo. Hablemos de ello más tarde ¿Si? —Louis asintió.

—Mila... —Mire a Louis —Yo... No se si te interese pero... —parecía nervioso, se acercó a mí y me dio una carta. — Niall regreso a Los Angeles, dejó esto en el hotel, no sé si es correcto que te lo de.

Trague saliva nerviosa y asentí, no quería llorar pero me era inevitable no sentir las lágrimas aproximarse. Mi nudo en el pecho se hizo más grande al saber que el ya no estaba, él se había ido.

Tome la carta y la abrí, suspire y fregué mis ojos para poder leerla bien. Harry tomó mi mano y me miró.

—No debes hacerlo si aún no estás preparada. —Me aconsejo.

—Quiero leerla. —Hablé con mi voz quebrada —Este es el final y lo debo aceptar. —el asintió y soltó mi mano.

"Mila:
No sé por dónde empezar, me es difícil escribir esto sin derramar lágrimas u odiarme por todo lo que te cause.

Mila, en verdad lamento haberte herido, sé que un simple perdón no sana las heridas que te cause. Si pudiese regresar el tiempo lo haría sin pensar dos veces porque en verdad te amo y aunque tú ya no sientas lo mismo por mí, sé que jamás dejare de amarte porque tú, eres mi ángel.

Mila tú eres la razón por la que vine aquí, tu eres mi razón por la que deseo quedarme, tú me ayudaste a superar mis miedos, me enseñaste lo que es amar en verdad. Desearía haberme dado cuenta antes, pero lo arruine, y por eso me voy.

Sé que seguir insistiendo es solo causarte más daño y no quiero eso, ya no quiero dañar más a la hermosa joven que me trae vuelto un loco.

Tan solo espero que seas feliz, nunca borres esa hermosa sonrisa de tu rostro. Eres valiente y muy fuerte, nunca dejes que te hagan sentir inferior. Tu vales más que nadie en este mundo.

Mi tiempo a tu lado jamás lo olvidare porque las mejores cosas de la vida jamás se olvidan. Y tú Mila...

Tú eres lo mejor que me sucedió en esta vida.

Te amo Mila.
Se feliz hermosa, y jamás olvides que tú eres la dueña de mi corazón.

Atte: Niall."