Día 10

71 27 18
                                    

Martes, 09 de mayo de 2017

Día 10.

He estado meditando mucho acerca de enviarle mensajes o no. No quiero parecer una desesperada, o peor aún, una loca desesperada que lo está asechando. Estoy exagerando un poco.

-Creo que esperaré unos días más.- digo para mí misma no muy conforme con la decisión.

Ha de tener muchas candidatas. ¿Dejarás que te lo roben? Me dice mi lado positivo y entusiasta.

Pero me veré desesperada. Contesto en mis pensamientos a esa vocecita insistente.

Envíale un "Hola, ¿cómo estás?" Contesta mi lado positivo. Muerdo mi labio inferior y activo el internet.

Mi celular vibra antes de entrar a Messenger, y de repente aparece una burbuja de chat ante mis ojos. Todo parece mágico.

"Hola ¿qué tal?"

-¡Un mensaje de Aldair!- Grito con emoción desenfrenada.

Hace media hora lo envió, pero sigue conectado. Tecleo rápido.

"Hola. Bien ¿y usted?"

El mensaje se envía y mi corazón salta emocionado, creo que me dará un ataque cardíaco.

¡Calama! No debes morir aún. Expresa mi lado positivo.

El celular avisa el nuevo mensaje.

"Bien gracias a Dios, me da gusto saludarla ¿Qué hace?"

"Que bien. Aquí haciendo tareas ¿y usted?" Envió la respuesta ya con los dedos temblorosos por el simple hecho de saber que estoy mensajeando con él.

No puedo creer que me escribiera, que este chateando (forma de decir en mi país: enviar mensajes de texto.) con él. Mis manos están muy heladas y temblando.

"Ahorita estoy en la biblioteca de la universidad." Recibo rápido su respuesta.

"¿Tiene clases hoy?" Pregunto muy curiosa.

"Si pero la docente no vino por eso decidí venirme a la biblioteca."

Que aplicado en los estudios. Espero que este leyendo y no solo con el celular robando wi-fi.

"Me parece bien. ¿Tiene clases más tarde?"

"No. ¿Usted va a venir a la universidad?"

"Hoy no. Solo los fines de semana me toca ir."

"Me pareció verla un viernes."

-Sí, me vio un viernes y yo te vi como tres viernes.- digo viendo el celular.

"Sí. Voy los viernes, sábados y domingos."

"A qué bien, cuénteme que año lleva."

Y así sigue la conversación, intercambiando datos personales. Del instituto, de cómo nos va en las materias, en qué lugar vivimos. Hasta que me dice (escribe) algo lindo.

"El sábado se miraba bien bonita."

Al leer el mensaje sonrío como boba. Agradezco tanto estar sola.

"Gracias." Me limito a responder.

"Si, el sábado que paso tuve la intención de hablarle, pero la note bien penosa."

Ups. Tan notable era la vergüenza ese día. Pongo mis ojos como platos.

"Pues la verdad así soy." Respondo sinceramente.

"Pero voy hacer que se quite esa pena."

-Oh vaya- digo. Ese mensaje si me sorprende.

"¿Y cómo?" pregunto.

Pero mi mensaje queda sin respuesta.

Aldair ya se ha desconectado y comprendo que puede llegar tarde a su casa. No me preocupo porque no contestó, tendrá que hacerlo en algún momento.

Ahora solo me siento súper feliz. Espero que esta felicidad no sea de momento.

Days in Love. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora