Days in Love.

Día 5

Sábado, 22 de abril de 2017

Día 5.

Los sábados siguen iguales, solo yo lo veo y él me ve de vez en cuando. Pero lo que él no sabe es que: con solo verlo me siento feliz.

***

Anoche Lisbeth envió un mensaje por Messenger.

“Hola Gaby, quiero que me haga un favor, que me aparte los asientos que están cerca de la puerta de atrás”

Le respondí:

“Está bien Liss. Pero cuidadito con lo que quiere ver.”

“Está bien, tendré cuidado al verlo.”

***

Justamente eso hice, llegue temprano como de costumbre y aparte los cuatro asientos.

Antes de que la clase diera inicio, me dirigí al oasis a llenar mi botella de agua.

Al cruzar la puerta, me encuentro con él, quien iba pasando. Y no sé porque mi cabeza solo pensó en que no me arregle, me puse lo primero que encontré. ¿Por qué justamente hoy tenía que verlo de frente?

-Hola.- me saludo de manera imperceptible con una leve inclinación de cabeza.

-Hola.- pronuncié casi en un susurro, que creo él me escucho.

No sé si mi sangre fluye exageradamente, o simplemente dejo de fluir, haciéndome sentir mareada.

Te miro y te hablo. Bueno, te saludo. Dice mi yo positivo, dando saltitos de la emoción.

No empieces. Espeta exasperado mi lado racional.

Pero no evito reírme. Al entrar al aula Liss me llama.

-Mire quien está allá.- dice mirando a la derecha.

Veo por la puerta y justo en el salón de enfrente está él acomodándose en su asiento. Lleva una camisa negra que le queda bien, con sus típicos jeans azul oscuro.

Él mira hacia nuestra dirección y nos pilla observándolo, de forma automática me hecho hacia atrás, ocultándome de sus ojos y Liss hace lo mismo después de regalarle una sonrisa de inocencia.

***

Es hora del descanso y voy por agua. Salgo del salón y él está ahí de pie, enfrente, en la puerta de su salón, está conversando con una señora, pero eso no evita que sus ojos se fijen en mí y me sonría.

Siento la típica vergüenza, como si estuviera haciendo algo malo. Pero es un raro y lindo efecto transmitido por sus ojos.