ღPequeño Híbrido ღ YoonMin ❣

03.

           

NAMJOON POV

Me puse de pie dispuesto a hablar con aquella maravillosa criatura. Cuando ya estaba frente a él me puse en cuclillas y saludé.

— Hola — dije sonriendo, tratando de no lucir nervioso.

El chico levantó su vista del libro, y demonios, sus ojos eran preciosos...

Frunció un poco el ceño y retrocedió un poco

— ¿Qui... Quién... Quién eres... ? — dijo muy bajo

Diablos, su voz era fina, melodiosa, maravillosa.

Sin duda me tenía. El no lo sabía pero, yo ya estaba en sus manos..

— Soy Namjoon, tengo 24 años, soy dueño de una productora junto a mis dos mejores amigos. Me encanta el rap y el hip- hop... No soy buen bailarín, pero jamás me rindo, me gusta leer, y ver películas. — dije sonriendo dejando ver mis margaritas.

Su frente se relajó un poco y comenzó a mirarme mientras torcía su cara a un lado...

— ¿Cómo te llamas tú? — le pregunté, ya lo sabía pero quería que el mismo tuviera la confianza de decirme su nombre.

— Soy... Kim SeokJin... — dijo mirando al suelo.

Primer paso, listo. Había conseguido que me dijera su nombre.

— Mucho gusto Jinnie... ¿Puedo llamarte Jinnie? — dije mirándolo dulcemente, vamos, soy macho, rudo y destructor, pero puedo ser muy dulce si quiero.

El pelicastaño bajó su vista al suelo y se sonrojó un poco.

— No.... No me molesta — dijo dulcemente.

— Tus orejas son muy bonitas — le dije sonriendo

— ¿Si? ... Yo las odio — dijo mientras abrazaba sus rodillas...

— ¿Porqué? Le pregunté mientras me sentaba a su lado.

— No me gusta ser un híbrido... La gente... es mala... Me obliga a hacer cosas... que no quiero... — masculló mientras escondía su rostro entre sus rodillas.

Podía ver su temor, quizás por vivencias pasadas...

¿Cómo alguien se atrevía a hacerle daño a tan maravillosa criatura?

Era delicado, hermoso, perfecto.

— ¿Quieres un caramelo? — dije mostrándole los dulces que antes nos había dado la chica

Me miro y entrecerró los ojos...

— No... No haré... ¿qué debo... que quieres que haga? — dijo finalmente

— Oh... Nada, sólo que sonrías, creo que tu sonrisa debe ser muy linda — dije un poco avergonzado, el chico delante de mí era jodidamente perfecto, y me ponía muy nervioso.

— ¿No me obligarás a hacer algo? ¿No quieres que te diga "amo"? ¿ O que te bese? — Me dijo curioso

Rayos... si quería... mi mente pervertida estaba saliendo a flote, pero, quería que confiara en mí, que todo fluyera y fuera suave y lento con él..

— No quiero que hagas nada que no quieras — le dije acercando mi mano para acariciar su cabello.

Jin se exaltó un poco ante mi acción, retrocedió un poco, y frunció la nariz.

— ¿Puedo acariciar tu cabello? Es muy lindo y creo que debe ser muy suave...— dije dándome cuenta que la había cagado al acercarme tan bruscamente.

Me miró un poco desconfiado, para luego bajar su cabeza, mirar al suelo, y asentir levemente.

Acaricie el cabello entre sus orejas levemente, éstas se movieron un poco. Su cabello era increíblemente suave, olía a arándanos, creo.

Lo acaricie un poco y comenzó a... ¿ronronear?

Tapó su boca rápidamente y su cara se encendió en un rojo, que lo hacía ver como un semáforo en rojo.

— L-lo si-siento, qu-que.. Que desagradable... — dijo

— Me encanta. — solté

No me importaba el protocolo, sólo quería que supiera que amé escucharlo ronronear, disfrutar de mi caricia..

— ¿Q-qué? — preguntó algo sorprendido.

— Ronroneas muy lindo, me gusta — le dije sonriendo y llevando mi mano a su mejilla

Si estaba rojo, ahora está casi morado, se estremeció ante mi toque, pero esta vez, no retrocedió.

— Tengo que irme pequeño — le dije mientras acariciaba dulcemente su mejilla

Me miró con algo de tristeza en sus ojos, y luego sonrió pesadamente

— .... Todos lo hacen al final.... — dijo muy suavemente

Me rompió el corazón verlo así, de un momento a otro, se veía frágil, con miedo, tristeza...

— Hey... Volveré más pronto de lo que piensas... — sí, había roto la regla de "no hacerles ilusiones" pero no era sólo eso, no era sólo ilusiones... Iba a llevarlo conmigo, aunque me costara la vida, iba a tenerlo como a una princesa en mi casa, no iba a permitir que nadie le hiciera nada, que jamás le faltara nada...

Me miró dulcemente y me dijo

— No digas cosas que no vas a poder cumplir...—

Me arrodillé y tome su cara entre mis manos... Me miró un poco espantado, pero no me alejó.

— Jinnie... Vendré a verte seguido, sólo si tú quieres verme... — dije soltando mi agarre

Asintió levemente con la cabeza.

— Hecho. Nos vemos mañana — dije acercándome a su oído — princesa... — sussuré para luego levantarme y ver su reacción

Estaba ruborizado, miraba al suelo y mordía su labio inferior...

Si antes me parecía lindo y tierno, ahora me parecía sexy y follable.

Definitivamente este hombre me pone mal mal mal mal....