ESCRITORA POV'S.
Lukas se encontraba siguiendo a Catherine, el corría y corría, ella ya casi llegaba a la cabaña. Los policías estaban a lo lejos, querían ver lo que era capaz la chica.
Catherine se paró al frente de la cabaña, ella tenia un arma en su mano. David salio, con otra arma. Ambos se apuntaron, Lukas llegó, los policías se quedaron viendo mas atrás.
- Catherine no lo hagas, no eres una asesina - habló su mejor amigo, Lukas.
- ¿Una asesina? Oh, claro que lo es, Lukas - bufó David.
- Jamás he matado a alguien. - se defendió la protagonista de nuestra historia, Catherine.
- ¿Qué hay de Jade? - preguntó el mayor.
- ¿Qué hay con ella? ¡Ella se suicidó! - gritó Catherine - ¡Se suicidó por tú maldita culpa!
- ¿Quien fue la que no llamó a la policía? ¿Quien fue la que me la presentó? ¿Quien fue la que se la llevaba a su casa donde yo me encontraba? - preguntó el hombre. Todo lo que decía no tenía sentido.
- ¿Cómo es que alguien tan infeliz como tú, culpa a alguien que no ha hecho nada? - preguntó Lukas.
- Fíjate, mocoso. ¿Por qué crees que en sus sueños aparece siempre la misma niña? ¿de un campamento? - preguntó David.
- ¿Cómo sabes eso? Jamas te hable sobre esa niña, ni de los sueños - se excusó Catherine.
- Hablas dormida - dijo el señor, con un tono nervioso.
- No es cierto - exclamó Lukas.
- ¿Qué me hiciste? - preguntó Catherine, cargando el arma y apuntando a David.
- ¿Acaso darte una especie de droga para que tengas alucinaciones mientras duermes es malo? - preguntó David apuntando a Catherine con su arma.
- Es completamente ilegal - dijo Lukas, el veía atentamente cada movimiento de ambos. Luego vio la hora. Las 23:59.
- Es hora que decidas, Catherine. Vivir o morir, un minuto y será treinta - exclamó David, quitándole el seguro a su arma.
- Aquí correrá sangre. Y si corre la mia, correrá la tuya - dijo Catherine, repitiendo la acción de David.
Lukas temía por la vida de su mejor amiga, intentó interponerse pero no pudo, los policías corrieron a quitarle el armas a ambos.
Campanas y disparos.
Las campanas de la iglesia mas cercana del bosque empezaron a escucharse, y, con eso, disparos.
Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.
Y cinco disparos.
David le ha dado cinco disparos a Catherine.
Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.
Cinco.
Seis.
Siete.
Ocho.
Y nueve.
Nueve disparos le dio Catherine a David, el hombre cayó muerto, Catherine cayó agonizando.
Lukas corrió con su amiga, los policías llamaron a las ambulancias.
Al sonar las sirenas de las ambulancias mas cercas, Catherine respiraba muy debil, Lukas le presionaba las heridas, con ayuda de otros dos o tres policías.
La mamá de Catherine estaba en un lado, llorando, y petrificada por lo que presencio, la mujer lloraba sin consuelo, un policía se encargaba de calmarla.
Los paramédicos llegaron, montaron a Catherine en una camilla, Jhon, Melissa y Lukas se montaron en la ambulancia, juntó con la mamá de nuestra protagonista.
- Lukas, tengo miedo - dijo Catherine, débil.
- No creo que ellos me puedan salvar - volvió a decir la chica.
- No puedo creer que ustedes hayan logrado encontrarnos - dijo Cat, agarrando a su hermano de la mano, y viendo a sus dos mejores amigos.
- A veces, la persona que menos esperas, es la que más te ayuda - respondió Lukas, dedicándole una cálida sonrisa a su amiga.
Catherine cerró los ojos, y su respiración disminuyó un poco más.
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Lukas, tengo miedo.
Short StoryDe la noche a la mañana, empecé a tener pesadillas, pero no esas típicas pesadillas de tú mayor miedo, si no de mi muerte. Angustiada, sin saber que hacer, decidí escribirle a mi mejor amigo, Lukas. El siempre me ha dicho "A veces la persona que me...