Epílogo.(1/2)

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ESCRITORA POV'S.

Doctores entraban y salían por la gran puerta de quirófano, Lukas, con la compañía de Jhon, Melissa y la señora Sarah se encontraban sentados en la sala de espera, las esperanzas a que Catherine sobreviviera eran nulas, muy pocas veces, hasta creo que nunca, alguien ha sobrevivido a 5 heridas de balas.

La señora Sarah, quien no paraba de llorar por el estado de su hija, decidió ir a la cafetería que en la clínica se encontraba. Melissa, aterrada por lo que le pueda suceder a su mejor amiga, decidió ponerse a jugar un rato con Jhon, el hermano menor de Catherine. Por otro lado estaba Lukas, el mejor amigo y hermano de cariño de Catherine.

- ¿Lukas Jones? - preguntó Melissa, preocupada.

- Dime, Melissa Thompson - dijo Lukas. Cualquiera podía oir el dolor que se demostraba al hablar.

- Ella estará bien - respondió la chica de cabellera rojiza.

- ¿Bien? ¿Enserio lo crees? - dijo Lukas - Es imposible, Melissa. ¡Imposible! De que sobreviva a cinco heridas de balas. Dos que fueron en el hombro y tres en el abdomen. Sin contar los numerosos golpes que tuvo que haber recibido de parte de ese señor.

- Nada es imposible, Lukas - habló esta vez el pequeño Jhon.

- Que ella sobreviva si lo es - dijo Lukas.

- No, no lo es. - exclamó la señora Sarah, llegando al lugar.

Lukas solo resopló, y se sentó nuevamente en su silla. Sacó su teléfono y se puso a ver foto tras foto. Una que otra lágrima salía de sus ojos, la señora Sarah, el pequeño Jhon y la joven Melissa lo acompañaron. Juntos, veían fotos de momentos maravillosos que pasaron junto con Catherine.

Esas cuatro personas, siendo familia biológica o de cariño, se encontraban desesperandose. Dando por hecho de que ella no sobreviviría. Tomando en cuenta las posibilidades e imposibilidades de que sobreviva.

No todo es de color rosa, repetía una y otra vez la señora Sarah. Lukas y Melissa fueron a la cafetería. Necesitaban algo de comer, pues, en todo el día de ayer no ingirieron ni un solo alimento sólido, solo tomaban agua y gaseosas. Sin embargo, el pequeño Jhon corrió a la parte interior de quirófano, cosa que se encontraba totalmente prohibido entre las normas de esa clínica, y creo que en cualquiera.

- ¡Jhon! - gritó Sarah. Y siguió al hijo de su ex-esposo.

- Ella estará bien, y lo voy a comprobar - dijo Jhon, acercándose a la parte donde atendían a Catherine.

- Jhon, no puedes estar aquí - repetía una y otra vez la señora Sarah.

Ambos llegaron a donde atendían a Catherine. Allí estaba la rubia, siendo atendida por diversos doctores y enfermeras, haciendo todo lo que tenían entre sus manos para poder salvar su vida. La rubia, se encontraba conectada a diversas máquinas, unas demostraban su ritmo cardíaco, y otras... Demostraban otras cosas -no me culpen, no soy muy experta con estas cosas, criminal minds no demuestra nada-

Nuestra protagonista parecía estar estable, unas de las enfermeras logró notar la clara presencia de Sarah y Jhon, sacándolos de inmediato de la sala de operaciones.

Ambos se encontraron con los dos mejores amigos de Catherine en la Sara de espera, buscándolos.

- Jhon corrió a la sala de operaciones - dijo Sarah.

- ¿Qué querías hacer ahí pequeño? - preguntó Melissa.

- Ver si mi hermana se encontraba bien - respondió El Niño, triste por lo que vio.

Jhon, se recostó entre tres sillas bien acomodadas y logró quedarse dormido. Melissa se acomodó en una silla y se dedicó a vigilar al niño. Sarah empezó a buscar la manera de que el padre biológico de Catherine apareciera. Y por ultimo el chico que luchó por ver a su mejor amiga bien, Lukas; el solo se sentó a esperar, a leer viejas conversaciones que tenia con su mejor amiga.

Pasaban eternos segundos, los segundos se convirtieron en eternos minutos, y los minutos en horas.

No habían noticias de la chica rubia.

Se hizo mañana del mismo día, ellos habían llegado a la clínica aproximadamente a las 2 de la madrugada, y en esos momentos eran las 6/7 de la mañana. Si, ya había durado entre unas 4 o 5 horas en operación.

- ¿Familiares de la señorita Rogers? - preguntó el doctor, saliendo de la sala de operaciones, con una carpeta con papeles entre sus manos. Sarah y Jhon se levantaron de inmediato.

- ¿Como esta mi hija? - preguntó Sarah.

- Ha sido difícil, perdió mucha sangre en el trayecto, sus signos vitales eran estables, sin embargo, disminuían o aumentaban de vez en cuando. Ha sido un caso difícil de tratar - comenzó a decir el doctor - es una chica fuerte. Luchaba en su interior por seguir viva.

- ¿Lo logró? - preguntó un impaciente Jhon - Dígame por favor que no me quedaré sin hermana.

- Felicidades, su hija ha logrado sobrevivir. Ahora se encuentra en recuperación. Pronto la dirigiremos a su habitación y en dos o tres dias, si todo se encuentra bien. Le daremos de alta - dijo el doctor. -sin embargo, olvidará algunos sucesos que ha ocurrido durante su vida.

- ¡No importa! ¡Sobrevivió! ¡MI HIJA SOBREVIVIÓ! - exclamaba una muy alegre Sarah. Soltando lágrimas de felicidad.

Lukas y Melissa se abrazaban entre si, aliviados, y el pequeño Jhon corrió a abrazar al doctor, repitiéndole varias veces "gracias".

Pasó una hora, ellos esperaban a que logren verla. Ansiosos. Nerviosos de que los recuerden.

- Ya pueden verla - dijo una enfermera. Acercándose a ellos y dedicándole una cálida sonrisa.

Lukas fue el primero en correr a donde ella se encontraba.  Al entrar, se pudo ver a una Catherine despierta, observando todo a su al rededor, sonriendo, y de pronto, volteo en dirección a Lukas, su sonrisa se volvió mas grande.

- ¿Alguna vez te dije que odiaba las clínicas? - preguntó Catherine, sonriendo y viendo a su mejor amigo, quien se acercaba a ella.

- ¿Alguna vez te dije que la persona que menos esperas es la que mas te ayudará? - preguntó Lukas, y se acercó un poco mas.

- Siempre me lo dices, Lukas - dijo la rubia.

- Y siempre tuve razón, Catherine - dijo Lukas, acercándose a ella, y abrazándola con cuidado.

- Lukas, tengo miedo - exclamó, diciendo las mismas palabras que provocaron que toda esta historia empezara.

- A veces, la persona que menos esperas, es la que más te ayuda - respondió Lukas, abrazando a su mejor amiga.

Un final feliz y algo cliché ha ocurrido en esta historia. ¿Pero que hay si te dijera que esto no es todo? ¿Que hay si te dijera que aun falta saber lo que vivió Catherine durante la extensa y compleja operación? Aún no elimines esta historia, por que aquí no acaba.

Lukas, tengo miedo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora