d o s

2.1K 80 5
                                    

D o s

._____.

Ya me estaba poniendo de los nervios. Llevábamos tres horas caminando sin rumbo por la Gran Vía de Madrid. Raúl y yo habíamos salido a hacer unas compras. Normalmente no me suele molestar ir de compras, pero hoy si, ya que estaba un poco ¿rara? Ángela no quiso venir con nosotros, algo me raro en ella, ya que le encanta venir de compras por esta zona.

¿Por qué estoy rara? No sé, es un presentimiento. No es por salir de compras con un chico, cosa que a algunas chicas les incomoda. Salir de compras con Raúl es todo lo contrario, ya que cabe decir que este es gay. Si, Raúl es gay, creo que es por eso que es mi mejor amigo. Creo que toda chica en el fondo desea tener un amigo gay a quien contarle sus cosas de “chicas”.

Volviendo al tema Ángela. Presiento que me está ocultando algo. Algo que necesito saber lo antes posible, ya que me está matando por dentro.  ¿Qué cambió en sus vacaciones? ¿Hay algo que pasó en Murcia y que yo no sabía? Una vocecilla me saca de mis pensamientos.

-¡_____! ¡Raúl! – Grita la chica. Alzo mi mirada para ver quién es.

-¡Isabel! – dice Raúl mientras corre hacia la chica y sus acompañantes.

Isabel es una chica que estudia con nosotros. Hacía un mes que no la veíamos, ya que esta también se había ido de vacaciones fuera.

-Raúl, yo también te he echado de menos – Dijo Isabel intentando zafarse del agarre del chico. Este la soltó, abriendo paso para que yo la saludara.

-Isa, te he echado muchísimo menos – Dije apretando a la chica entre mis brazos. Ella me correspondió el abrazo.

-Yo también te he echado de menos _____ - Dijo soltándome y mirando a las cuatro chicas que estaban a su lado. – Será mejor que te las presente. Estas son Cinthya, Lucia y Clara, unas amigas. Chicas esta es _____ y él es Raúl. – Dijo señalándonos a nosotros.

-Encantado señoritas – Dijo Raúl haciendo una reverencia. De verdad, este chico no puede ser más raro.

-Igualmente – Contesto ¿Lucia? Sí, Lucia.

-Bueno… ¿Qué les parece si vamos a tomar algo a la heladería de allí y así me contáis que habéis estado haciendo? – Sugirió Isabel.

-Perfecto – Dije.

***

-¡No puede ser! ¿Me estás diciendo que no le pediste el número a ese pivón? – Exclamó Raúl, haciendo que todas las chicas y yo estalláramos en carcajadas. – Te lo estoy diciendo en serio Isabel. ¡Me lo hubieras dejado a mí! ¡Seguro que me lo ligaba! – Otra vez. No pude aguantar la risa. Si no estuviéramos en un lugar público me tiraría al suelo y haría una croqueta al estilo Carlos.

-Ra-Raúl – Dijo Isabel,  partiendo las palabras debido a que no podía parar de reír. – JAJAJA, pa- para por fa-favor.

-Si es que vosotras para lo único que me queréis es para que os de consejos – Nos miró con una mueca - ¡Nunca me buscaréis novio! Moriré solo y viviré con 100 gatos en un callejón – Hizo un puchero.

-Raúl… ¿Melendi? – Preguntó Cinthya.

-Ah, si… Es que no se me ocurría nada. – Sonrió.

La melodía de Breathe Your Fire comenzó a sonar en la heladería. Tarareé la canción hasta que me di cuenta de que provenía de mi teléfono. ¡Soy una maldita despistada! Miro la pantalla de mi móvil, para descubrir una llamada entrante de Ángela. Me disculpo como puedo y salgo de la heladería para tener más cobertura y así escuchar mejor lo que Ángela me quiere decir. Cuando estoy afuera pego mi oreja  al móvil.

Siempre estás ahí → [c.m] aurynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora