El VIP

11 PM

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La cena era horrible.

Por supuesto, había cosas peores en el mundo que tener a mi mejor amiga en el mundo entero dándome la ley del hielo sin alguna razón, la novia de mi amigo dándome miradas maliciosas sobre el plato principal y un maldito dios del sexo sentado a mi lado.

Los asientos no existían en estas cenas de noche en el palacio, que era asi como me encontraba junto a Nikolas, sus dedos estaban por el dobladillo de mi vestido debajo de la mesa mientras él inocentemente conversaba con uno de los hermanos mayores de Inga a su derecha.

No pude comer; Ni siquiera podía pensar. No cuando estaba descubriendo que, como la plebeya que yo era, no había usado ropa interior para cenar.

Al separar mis muslos para él, sentí que sus dedos se detenían cuando no encontró ninguna barrera en la V de mis piernas. Aturdido de emoción, podría haber llorado de alivio cuando poco a poco comenzó a moverse, sus dedos ardían en mi clítoris asomándose a través de los pliegues de mis labios.

-"Inga me ha dicho que haces un poco de actuación" -dijo una voz desde mi lado izquierdo.

Moví la cabeza en esa dirección, totalmente horrorizada. La madre de Inga iba a hablar conmigo mientras Nikolas me empezaba a masturbar?

-"Um, y-sí. Lo hago, señora Antonova,"contesté temblorosamente, mordiendome el labio inferior cuando sentí el dedo índice de Nikolas rodear mi clítoris.

Miré en su dirección, asombrada de que estuviera discutiendo la prácticamente inexistente asistencia médica de Ruslavia con el hermano de Inga - Sergei, recordé - mientras su mano estaba dentro de mi vestido.

-"Por favor, querida" -comenzó la madre de Inga-, "es Ellen."

Le sonreí con una sonrisa real, al mismo tiempo dando una sacudida en mi asiento cuando mi clítoris fue trabajado por sus dedos de una manera que al instante me hizo ver doble. -"Dios, eso es bueno ... de ti," agregué con una voz aguda, segura de que ahora era la hermana gemela de un tomate de ojos cruzados. "Es muy amable de tu parte dejarme, uh, llamarte por tu nombre de pila."

Ellen me lanzó una mirada extraña. -"¿Estás bien, querida?"

-"Estoy genial," dije rápidamente, dando una mordida a mi pollo asado español. Nikolas eligió ese momento exacto para empujar un dedo dentro de mí, encontrándome empapada. Mi mano voló a mi boca, ahogando mi gemido. "Lo siento," dije, atrapando el ojo de Inga desde la mesa. "No puedo ... no me siento muy bien. Disculpe."

Puse una mano debajo de la mesa y arranque a Nikolas lejos de mí, agarrando la servilleta de mi regazo y poniéndola sobre la mesa antes de ponerme de pie inestablemente e irme precipitadamente. Estaba a punto de llegar al clímax frente a mi padre, y eso era un hecho en el que Nikolas estaba involucrado. No era una educación apropiada dejar la mesa antes de que el rey le permitiera hacerlo, así que estaba más que encantada de que él todavía estaba fuera del país.

El castillo era antiguo; Escaleras de mármol, decoración llamativa y vitrales. Un guardia era un centinela al final de cada pasillo, y el número de hombres era testimonio de la seriedad con que se tomaba la seguridad real. Cuando finalmente tropecé a través de la puerta de mi suite, podría haber colapsado por mi abrumadora necesidad de algún tipo de estimulación del clítoris, que sonaba tan poco atractivo científicamente en mi cabeza, pero me hizo anhelar el toque de Nikolas mucho más.