— ¿Señorita Kim?
— Presente. —respondí en voz alta. El profesor subió la mirada hacia mí y con un movimiento rápido de muñeca tachó mi nombre. Continuó diciendo apellidos hasta finalizar su lista.
La universidad nunca fue algo fácil para mí; no porque me costase, sino por la pereza que me daba estudiar y hacer todo el trabajo. Para mi suerte, este sería el último curso de mi carrera. No era algo especial para mí, cierto era que la carrera de imagen de sonido me encantaba, pero nunca pensé que tendría que estudiar tanto.
La primera hora de clase fue básicamente una basura, los nuevos en la clase se presentaron. Con el único nombre que me quedé fue el de Kim Taehyung, porque aunque el apellido fuera uno de los más comunes me hizo gracia que fuéramos los únicos que lo tuviéramos.
Cuando la clase acabó levanté mis cosas y decidí salir al campus para poder despejarme un poco. Este año sabía que tenía que esforzarme, aunque también sabía que me cansaría el esfuerzo y dejaría todo para los últimos días, como siempre.
— ¡Yoona!
Me giré, quitándome uno de mis auriculares. Al ver a Jimin, sonreí y saludé a mi mejor amigo con la mano mientras él se acercaba a mí a paso ligero apretando la mochila que llevaba en la espalda.
— ¿Qué tal el primer día, Chimchim? —pregunté cuando ya estuvo lo suficientemente cerca como para darme un abrazo rápido.
— Te dije que no me llamaras así en la universidad, pueden oírte y se burlarán de mí. —replicó. Yo me reí de su pequeño puchero, y caminé a su lado. —Bien, han venido bastantes personas nuevas a mi clase, así que hemos estado perdiendo el tiempo con sus presentaciones.
— ¿Alguno guapo y soltero disponible para tu mejor amiga?
— Dios santo, no. —puso los ojos en blanco y cara de asco. Yo me reí de nuevo y él negó con la cabeza. — ¿Acaso no hay nuevos en tu clase?
— Nadie interesante. —aclaré, quitándole importancia. — Además, siempre se ha dicho que los bailarines sois mejores en la ca..
Se tapó las orejas como un niño pequeño. — ¡No quiero oírlo! ¡Si no lo oigo no es verdad! —exclamó mientras aceleraba el paso. Yo moderé el mío también, para ir a la par que él.
Jimin era un niño inocente a pesar de que su complexión dejara claro que tenía 21 años. Tiene cuerpo de bailarín, y es de los mejores de su promoción, aunque le de vergüenza admitirlo. Lo ví bailar muchas veces, ya que me dedicaba a grabar sus coreografías cuando necesitaba presentar un trabajo. Era bailarín nato, ya desde pequeño demostraba su amor y talento por la danza, y mi mamá siempre lo llevaba a las clases de baile a las que yo me negaba a asistir.
Caminamos juntos hasta la cafetería de la universidad. Un café en el descanso no me vendría mal para despertarme del todo.
— Es la primera semana y ya tengo mil proyectos que hacer. —me quejé, soplando mi vasito de café. —Supongo que tendré que buscar a alguien más a parte de ti para sacar fotos.
— Si precisas gente, —murmuró.— hay un chico muy guapo en mi academia de baile. Puedo hablar con él, y preguntarle.
— Dudo de tu definición de guapo. —gruñí. Jimin alzó una ceja y bufó. — ¿No tienes ninguna foto suya?
Me miró mal.
— ¿Acaso debería?
— No lo sé, Jimin. Si de verdad es tu amigo, seguro que te has sacado una selca con él. —me encogí de hombros. Para cuando levanté la vista ví una mueca en sus labios. — Tienes una.
— No, has fallado. —me dijo. — Puedo enseñarte la que tiene de perfil en Kakao, si quieres.
Supuse que estaba buscando al chico en su teléfono, así que con tranquilidad me puse a beber mi café esperando a que me la enseñara.
Jeon Jungkook
Me quedé mirando la foto un rato. Un rato largo.
— La baba, Yoona. —me dijo, divertido. Yo entorné los ojos hacia él, y Jimin borró su sonrisa. Reí.
— Explícale que necesito hacer un proyecto y todo eso, ¿por favor? —le pedí, a lo que él respondió asintiendo con la cabeza mientras guardaba el teléfono.
— Esta tarde en la academia me acercaré a decírselo. Es un poco tímido, pero seguro que acepta.
Yo asentí, dándole un último sorbo a mi café. Pronto tendría la clase de lenguas modernas y no me convenía faltar o llegar tarde. Levanté mi mochila de la mesa y despedí a Jimin, recordándole lo del chico y que me esperara al salir de clases para comer juntos en casa.
Cuando entré al aula todavía había poca gente, pero alguien se había sentado en mi sitio.
De entre las 100 sillas que hay por qué mierda se sentó en mi silla..
Aún así decidí no acercarme a él porque nunca le había visto y supuse que sería uno de los nuevos de este año. Simplemente agarré mis cosas y me senté en la silla de delante. Sería una clase perfecta para dormir, pero era en la que peor me defendía y necesitaba las buenas calificaciones.
— Hombre, Yoona.. —oí como la silla que estaba a mi lado se arrastraba, y a alguien sentándose. — ¿Por qué no estás en tu sitio?
— Hola a ti también, Yoongi. —bufé. —Estaba ocupado cuando llegué.
Yoongi me miró con el ceño fruncido, y se giró para ver atrás al chico que estaba sentado allí. Con una mueca se volvió a girar a mí: — ¿Y por qué no le has echado?
— ¿Puedes dejar de ser tan malo? —le pregunté, divertida. — Creo que es uno de los nuevos. En la primera hora no te ví, ¿no has venido, verdad?
Negó con la cabeza. — Me quedé dormido. Volviendo al tema.. — se acomodó un poco más en la silla y volvió a girarse. — Ese sitio no es el tuyo.
Noté que no me hablaba a mí, y volví la mirada atrás. El pobre chico, que se había quitado los auriculares, se había dado por aludido, y con los ojos bien abiertos murmuró un pequeño "qué".
— Pues eso. Que ese sitio ya es de alguien. —aclaró. — Mueve tu culo de ahí, que ese lugar es de esta señorita. —me señaló.
— No te preocupes —le dije al nuevo agitando la mano, ya que ahora me miraba asustado. — Un cambio de perspectiva no viene mal a veces. Puedes quedarte ahí.. —dejé la frase a medias, esperando a que me dijera su nombre.
— Taehyung, Kim Taehyung.
¡Hola!
Espero que a esta nueva historia le déis el amor suficiente, porque me encantaría continuarla para vosotras. No os olvidéis de votar el capítulo y comentar, que esas cositas pequeñas ayudan mucho ^^
Actualizaré lo más pronto que pueda.. ¡Hasta otra!
—Juli
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Deeper «Taehyung»
FanfictionSeúl es muy grande, y nunca sabes si una persona ha pasado por los mismos problemas que tú. Kim Yoona, la típica alumna que no sobresalta en nada y Kim Taehyung, el nuevo alumno prodigio, no han tenido el placer de conocerse aún. Dos personalidades...