다섯

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Después de ese encuentro con Taehyung y Namjoon no los volví a ver. Taehyung no fue a clase el día de después y Yoongi tampoco aparecía por la facultad. Quizá está haciendo más música, era algo que pasaba a menudo (y que le hacía repetir año) y no solía atender el teléfono en ese periodo de tiempo.

Y yo necesitaba una respuesta para esos dos mensajes que me dejó esa noche. Pero en fin, tendría que esperar a Min Yoongi otra vez.

— ¡Yoona! 

Me giré porque teniendo los auriculares puestos no había llegado a comprender quién era el dueño de la voz, hasta que lo encontré saludándome con la mano mientras corría en mi dirección.

— ¿Qué haces por aquí, pequeño? —le pregunté con la sonrisa más dulce que le pude poner tras un duro día de estudio intenso.

— He venido a buscar a Jimin hyung —me contestó riendo suave. — No soy ningún niño, soy un hombre..

— Tienes razón, lo siento Jungkookie. 

— No te preocupes, —se encogió de hombros. — Jimin y Hoseok hyung me llaman niño todo el tiempo.

Me limité a reírme y nos apoyamos en la pared cercana a la salida de la facultad. Jimin saldría en poco y yo podría irme a mi casa a dormir mil horas aunque quizá no fueran suficientes. Hablamos de todo un poco, de su pasión por el baile y hasta de mi proyecto, el cual debería ir organizando. 

— ¿Interrumpo algo? —preguntó Jimin, que en seguida se echó a reír cuando Jungkook repetía que no con las mejillas rojas. — Parece que os lleváis bien, me alegra. 

Jungkook se acercó a Jimin y le golpeó en el hombro en señal de molestia. Yo me quedé mirando cómo Jimin le recordaba que le debía tener respeto mientras que el niño seguía dándole golpes.

— Siento no poder seguir viendo cómo os pegáis pero es que tengo mucho sueño y ganas de irme a dormir. —les dije mientras me enderezaba.

— Yoona, ¿has sabido algo de Yoongi? 

— No te preocupes por él, Jimin. Debe estar haciendo música; cuando lo hace se encierra y no contesta al teléfono. —Jimin, quien frunció los labios y ladeó la cabeza no pareció estar satisfecho con mi explicación. — Cuando oigas alguna de sus canciones comprenderás por qué.

Comencé a ponerme los auriculares de nuevo cuando Jimin murmuró en voz bajita un "Ya las escuché". No quise quejarme de lo mucho que le costó a Yoongi mostrarme una de sus canciones, y que a Jimin le enseñara algo tan íntimo a los pocos días de conocerlo. 

— Me voy, chicos. No se esfuercen mucho en la academia. 

— Hasta otra, Yoona.

Les lancé un beso mientras caminaba y ambos hicieron el gesto de atraparlo. Caminé hasta la entrada de metro y una vez subida en uno de los vagones me quedé con la mirada perdida mientras una canción cualquiera resonaba en mis oídos. 

Por culpa de eso me salté mi estación.

Aunque me levanté corriendo al darme cuenta de que era donde debía bajar, las puertas se me cerraron en la cara, así que bufé y me volví a dirigir a mi asiento. 

Mis labios formaron una "O" cuando vi a Taehyung cruzar hasta mi vagón. Andaba con la mirada vagando por todos los asientos de tren y hablando por teléfono. O eso hacía hasta que reparó su vista en mí. Aunque quise no aparté la vista cuando nuestros ojos se encontraron, simplemente le mantuve la mirada aunque ésta no tuviera ningún tipo de expresión. 

— Hola.

— Hola, Taehyung.

— Te llamo cuando llegue, hyung. —le dijo al teléfono. — Sí, en menos de 20 minutos me tienes allí.. Adiós.

Deeper «Taehyung»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora