Deeper «Taehyung»

넷

Llegando a la academia de baile de Jimin fuimos hablando de la carrera musical de Yoongi, quien había encontrado en ese tal RM el apoyo que le hacía falta para poder despegar. Doblamos la esquina con la firme promesa de presentarme a ese tal Namjoon a cambio de que le pagara los cafés después de clases.

— ¡Ahí están! ¡Hola chicos! —comenzó a vociferar Jimin agitando la mano animosamente. Nosotros comenzamos a agitar la mano en su dirección, aunque mi vista reparó en aquel chico alto que acompañaba a Jimin. Su cabello castaño flotó cuando giró para vernos, y tímidamente alzó una mano en saludo.

— Al final hemos llegado justo a tiempo. —me murmuró Yoongi cuando estábamos a menos de dos metros de la puerta. — Hola, Jiminnie.

— No me llame así, hyung. —replicó con un leve sonrojo en las mejillas. — Os presento a Jungkook..

— Hola, soy Jungkook. Por favor, cuidad de mí.. —dijo en voz baja, haciendo una pequeña reverencia sin despegar sus ojos de los míos. 

Acabó bajando la mirada a sus pies cuando le esbocé una sonrisa con ternura. Qué mono.

— Bueno, nosotros nos vamos. —dijo Yoongi, poniéndose al lado de Jimin. Jungkook miró a su amigo con alerta. — Pasadlo bien..

— Hyung, estaba pensando.. —dijo, apartándose un poco. — Nos podrían acompañar al karaoke. A Jungkookie le da vergüenza quedarse con Yoona.

Yoongi simplemente se limitó a asentir. Miré a Jungkook en busca de su aprobación, pero ya se estaba acercando a Jimin, así que levanté mis hombros en signo de indiferencia y comencé a caminar.

— ¿Y a dónde vais? —pregunté.

— Al karaoke. 

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Al principio Jungkook se limitaba a hablar con Jimin y a contestarnos con monosílabos, pero para cuando llevábamos una media hora en el karaoke ya nos hablaba con seguridad y soltura. Aún así se sonrojaba cada vez que hablaba conmigo y notaba que yo le miraba a los ojos. Yoongi y yo ya habíamos cantado para ellos un par de temas, claro que desafinando para hacer la gracia. Un karaoke no era algo que nos tomáramos en serio.

— Noona —se dirigió a mí mientras escogía una canción para Jimin. — ¿Cuándo tendría que modelar para ti?

La pregunta me pilló completamente desprevenida pues ni siquiera me había dicho que accedía a colaborar conmigo. 

— Es un proyecto trimestral, aún tenemos tiempo. —le sonreí tranquila mientras jugaba con la pulsera de plata en mi muñeca, que estaba un poco suelta. — Me alegra que hayas dicho que sí. 

— ¿Por qué le dejas que te llame Noona? — me preguntó Jimin. — A mí me pegabas cuando te lo decía.

— Lo siento mucho, entonces. —se disculpó rápidamente. — No lo sabía.

Yo alcé la mano restándole la importancia y recibiendo el ceño fruncido de Jimin.

— ¡Quiero cantar esa, Jungkookie! 

Jungkook seleccionó la canción y se sentó entre mi cuerpo y el de Yoongi. Este último estaba mirando su teléfono hasta que Jimin le hizo levantar la mirada en el primer verso. Jungkook y Yoongi lo miraron sorprendidos, pero para mí no era nada nuevo. Es decir, había estado en casa de Jimin mil veces y viceversa, incluyendo los momentos que se pasaba horas en la ducha cantando mientras yo esperaba en su habitación.