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— ¿Has llamado a tu madre? 

Negué con la cabeza. 

— No necesito llamarla. —le expliqué. — Si hubiese pasado algo me hubiera enterado, habría llamado.

— No tienes que ser así, Yoona. Es tu madre, y se preocupa por ti.. Lo sabes.

— Entonces, ¿por qué no llama ella para saber cómo estoy? —gruñí — Yo no tengo por qué ir detrás de alguien que no quiere saber de mí. 

— Los dos sabemos que no es así

— Si quisiera saber sobre mí, que no se hubiese ido.

Los labios de mi padre formaron una línea fina, callando. Tomó aire cansado y negó con la cabeza de nuevo, caminando hacia la cocina. Yo en cambio me hundí en el sofá, con las manos tapándome la cara, cansada.

Mamá se fue de casa cuando yo tenía unos 12 años. Según ella era porque ya no aguantaba más a papá, pero a los años me enteré de que era por una tercera persona. Había estado con aquel hombre a espaldas de mi padre, que se pasaba el día trabajando. Al principio y al ser tan pequeña no entendía las cosas, simplemente me despedí con ella aquella noche con un"hasta mañana mamá" que no se cumplió, porque no la volví a ver. Yo sufrí un poco los primeros meses, pero nunca vi a mi padre llorar por ella. Siempre se mostró afable y alegre como siempre, como si no hubiese pasado nada. 

A los años, ella reunió el valor para hablar conmigo; había estado en contacto con mi padre meses después de su partida, para preguntar cómo estaba y todo ese tipo de cosas. Mi padre le había perdonado la infidelidad, así que ahora hablaban como si su matrimonio se hubiera borrado, aunque la única prueba que quedaba de ello era yo. Cuando cumplí 16 años, llamó por primera vez. Me arruinó el cumpleaños, a decir verdad. Se excusó diciendo que no tuvo tiempo para llamar antes, y que no podía hablar conmigo porque le daba miedo cómo reaccionaría; lo fue dejando y dejando, hasta que pasaron 4 años.

— No tengo hambre hoy —le dije a mi padre en cuanto llegué a la cocina. 

— No deberías saltarte las comidas, Yoona —replicó. — Come aunque sea un poco, he tardado mucho en hacerlo.

Simplemente asentí y me senté a la mesa. Olía que alimentaba, esa carne al horno con patatas me estaba haciendo sentir mi estómago de una manera que nunca había sentido. Cierto es que en verdad me estaba muriendo de hambre, pero ganaban mis ganas de dormir de una buena vez. 

En cuanto terminé de comer, le planté un beso en la mejilla a mi padre y un buenas noches, subí las escaleras y me tiré en mi cama.

Estaba a punto de dormirme, hasta que mi teléfono emitió un sonido.

Un beep. Dos. Tres..

Ya me levanté de mala manera, agarré mi teléfono que estaba cargando y leí los mensajes que acababan de llegar, dispuesta a matar a quien me hubiese escrito. 

11 Mensajes de 3 chats

1 grupo, 2 individuales

Mochi

Yoona, ¡he hablado con Kookie! 

Me ha dicho que quiere conocerte primero para ver qué es lo que necesitas, así que le he pasado tu número.

Fighting!


Número desconocido

Deeper «Taehyung»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora