Run, [JungKook & Tú]

08

-Jung-Kook- Volví a jadear, me tomo entre sus brazos, aun besándome.

Subimos las escaleras, hasta llegar a mi habitación, la abrió con su pierna, mientras entraba cerrando la puerta detrás de nosotros.

Camino hacia la cama, dejándome sobre esta mientras colocaba sus brazos al lado de mi cabeza, mientras su labios se volvían a posar en los míos. El beso sin duda era perfecto, todo era perfecto, ¿Qué mas podría pedir?

Siguió atacando mis labios, para después bajar lentamente hacia mi cuello, dejando leves marcas en el, siguió bajando dejando un camino de caricias y besos por todo mi cuerpo, se levanto quitándose la camisa, al igual que yo, dejando totalmente desnudo su torso.

Seguimos con los besos, mientras una de sus manos se posaban en mi parte intima, dando masajes sobre la tela en círculos, solté un leve gemido, era placentero sentir sus manos en mi cuerpo. Después del masaje, termino por quitar las prendas que quedaban lanzándolas en algún lugar de la habitación.

-Te quiero para mi ____- Susurro en mi odio, mientras un escalofrió recorría mi cuerpo, baje la vista encontrándome con su erecto miembro.

Una sonrisa se poso en mis labios, para luego volver a posar estos en sus labios, el beso cada vez era mas apasionado, mostraba el deseo, algo deseoso pero tierno. Mordió mi labio inferior, dándole paso a su lengua la cual bailo junto a la mía, llevando un compas perfecto, que hacia la escena mas perfecta de lo que ya era.

Después de abandonar mi boca, beso toda mi cara sin dejar un solo espacio sin un beso, pase mis manos por su cuello, atacando sus hinchados y rojizos labios que me volvían loca. Cambiamos de posición quedando encima de el, mientras besaba sus abdomen y pecho muy bien trabajados, mientras una de mis manos baja a el amiguito que esperaba ser atendido desesperadamente. Pose mi mano sobre este, acariciándolo, dándole placer, subí mi mirada viendo sus ojos mas oscuros llenos de deseo y pasión, mientras sus mechones estaban pegados a su frente, la imagen perfecta.

Empecé a mover mi mano, arriba y abajo, una y otra vez, baje mi cabeza quedando en frente de este, mientras lambia con mi lengua la punta de su miembro, haciendo círculos con esta. Pequeños gemidos roncos salían por parte de JungKook quien posaba su mano en mi cabeza, enredando sus dedos en mi cabello. Y sin mas preámbulos metí su erecto miembro en mi boca, disfrutando de su sabor. Mete y saca, una y otra vez el mismo proceso.

-Me corre-ré- Dijo mientras sus voz sonaba mas ronca que antes, algo que excitaba demasiado.

Sin mas, seguí haciendo mi trabajo, mientras solo escuchaba gemidos demasiados excitantes para mi. Por fin sintió el liquido, blanco y viscoso, en su boca, mientras se resbalaba por unos de los lados de su boca.

Volví a subir hacia su boca una vez terminara con lo de abajo, empecé a devorar sus labios, en un movimiento rápido JungKook me dio la vuelta, quedando boca abajo mientras en quedaba encima de mi, pose mis ante brazos en la cama, mientras JungKook se acomodaba entre mis piernas, dirigió dos dedos a mi boca, sabia que debía hacer, y así lo hice, los lambí dejándolos completamente mojados, para lubricar mi entrada.   

Puso un dedo, mientras un gemido salía desesperadamente de mi boca, claramente por el maldito placer, puso otro mas, junto con otro gemido, empezó a besar mi espalda mientras metía un tercer dedo, haciendo que un gemido saliera de mi boca por decima vez o tal vez por muchas veces mas.

-Jung-Kook.. Por.. Favor - Dije señalándole que lo necesitaba, necesita ver el cielo y bajar al infierno.

Sin decir una sola palabra, acerco su erecto miembro, mientras la punta se posicionaba en mi entrada, empezó a meterlo lento, haciendo el placer cada vez mas estuviera recorriendo nuestros cuerpos. Empezó con embestidas lentas, mientras iba moviendo sus caderas de manera lenta haciendo que el movimiento fuera mas placentero para ambos, las embestidas tomaron velocidad y fuerza, junto a gemidos por parte de los dos. Me giro nuevamente, mientras mis ojos se posaban en los suyos, me aferre de su espalda, rasguñándola mientras seguía embistiéndome.