Nicole alzo la mirada y me observo unos segundos. Pude observar como sus ojos se habían cristalizado.
- Nicole, por favor dime. ¿Quién las coloco?
- Manuel. –murmura.
- ¿Quién es él?
- Mi padre. No es mi padre biológico, solo es mi padre por adopción.
- Bien, ahora... ¿Por qué las coloco?
- No te puedo decir. –negó con la cabeza.
- ¿Te hace algo malo? Me refiero a, ¿Algo en contra de tu voluntad? Prácticamente te ve desnuda cada vez que entras al baño. Crees que... ¿Eso es correcto?
- Manuel dice que lo que él hace; siempre es correcto.
Me quede unos segundos callado, no sabía exactamente que decirle. Pero era más que obvio que ese tal ¨Manuel¨ no está para nada bien de la cabeza. ¿Lo que hace siempre es correcto? Por dios. Lo de las cámaras no es para nada correcto o a lo mejor si quiere proteger a su hija de alguna manera, podría poner cámaras pero... ¿En el baño? Eso si es una estupidez. Me enoja más que un maldito hombre loco me haya visto desnudo... sobre todo cantando bajo la ducha, mierda eso es tan vergonzoso. Anderson, ¿Por qué piensas en lo vergonzoso? Estamos en una situación seria.
- No es cierto, no puedo creer que te dejes manipular de esta manera.
- Además, no sé porque te lo estoy contando. Prácticamente no nos conocemos en absoluto. –dice molesta.
- No nos conocemos porque tú así lo quieres, pero yo en estos pocos días he tratado de ser tú amigo. Pero me doy cuenta que me lo impides. Hay ocasiones en las que eres amigable, linda e incluso adorable. Otras veces eres tan cortante, seria, enojona. No sé quién eres tú verdaderamente.
- Soy así porque tarde o temprano me lastimaras como todos lo hacen.
- No es cierto, entiéndelo de una vez por todas. Solo quiero ganarme tu confianza. –alce mi mano y tome la de ella para poder entrelazarla, algo que Nicole no me impidió-. Solo quiero que tengamos esa confianza que tenemos por las noches, cuando no tienes miedo en abrazarme.
- No tengo miedo en abrazarte, porque en tus brazos es el único lugar donde no tengo pesadillas y donde... me siento protegida. –murmura tímidamente.
- Entonces... así como te sientes protegida en mis brazos. Siéntete protegida con mi compañía en todo momento.
Nicole me observa directamente a los ojos. Pude notar como lagrimas empezaban a caer de sus ojos, rodando por sus mejillas. Sin pensarlo dos veces, ya tenía a Nicole abrazándome, mientras llora entre mi hombro y mi cuello. Yo le acepto su abrazo y acaricio tiernamente su espalda. No le digo nada, solo dejo que se desahogue de alguna forma. Estoy seguro que tiene tantas cosas que decir, pero por alguna razón no lo hace. ¿Miedo? Eso es seguro. Pero... ¿miedo a que, exactamente? No quise preguntarle nada, prefiero que solo se desahogue en mis brazos, mientras llora.
- Eres... -empieza a murmurar en mi oído-. La primera persona en la que siento su sinceridad en las palabras.
- Porque lo son. –me separe un poco de ella-. En serio quiero ayudarte, ten confianza en mí.
Coloque mi mano sobre su mejilla húmeda y le di pequeñas caricias. Mi pulgar limpio algunas cuantas lagrimas que seguían saliendo de sus ojos.
- ¿Hay alguna posibilidad de poder quitar esas cámaras?
- No lo sé... -agacha la mirada-. Pero estoy segura que no tarde en venir aquí o en llamarme. El se molestara mucho cuando se dé cuenta que las cámaras están tapadas.
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Mi Chica Misteriosa
Подростковая литератураAnderson Cárter tiene la vida hecha, por no decir perfecta. Está se verá afectada después de que note algo diferente en su vecina; Su chica misteriosa. Nicole Coleman una persona a la que la vida le ha enseñado el lado más crudo e insensible que pue...