Quien diría que a mis dieciocho años estaría involucrada con mi bello profesor.
El hombre que me ha robado el corazón desde la primera vez que lo vi.
Christian Winston.
Para la suerte de este hombre los Winston eran la pareja más adinerada del paí...
-¡Pero mamá!- me quejé una vez más-Los primeros días esos holgazanes no dan nada, prefiero ir la otra semana.
Escuché a mi madre gruñir y no parecía muy contenta que digamos.
-¿No quieres conocer a tus compañeros? Es difícil ser la nueva, lo entiendo pero- ¿En serio? No conozco a nadie.- es tu último año, debes ir.
-¿Puedo gozar rompiendo esa escuela?
Me niego a levantarme.
-Si vuelves a negarte no te dejaré ir al próximo recital de la banda esa el próximo fin de semana.-Oh, golpe muy bajo, Madre.
Me doy vuelta tipo exorcista y entonces ella sale de mi habitación dando por terminada su amenaza , obligo a mi cuerpo que se levante de la cama pero un segundo después ya caí de culo al piso por haberme envuelto los pies en la sabana.
Genial, lo mejor que pudo haber pasado. Gran manera de comenzar el día...
Me levanto del piso y me sobo mis gemelos de atrás para luego dirigirme al armario, busco algo que ponerme y si... lo encontré.
Creo que por ser mi primer día en una escuela que no me conoce nadie, y, en una ciudad donde no me conoce nadie debo causar una buena impresión. Aunque no quiero muchos amigos... Pero si vienen a mí los recibiré.
Voy al baño, hago mis necesidades y luego me ducho. Salgo, me secó el pelo y me hago una trenza cocida en el pelo. Me maquillo un poco; Base, delineador, Rimel, y brillo labial.
Por último me visto con lo que encontré en el armario, agarro mi mochila y bajo por las escaleras de dos en dos... adivinen que paso; Me caí de las putas escaleras de cara contra el maldito suelo. Lo peor es que no es la primera vez que esto sucede.
¿Creen que digo muchas malas palabras? Se lo tendrán que tragar por mucho tiempo...
-Mamaaaa! -Si te caiste otra vez no me molestes-
Si ti ciisti itri viz ni mi milistis.
-AISA WINCHESTER! NO VUELVAS A BURLARME. -Oh... maldita costumbre de hablar en voz alta.
Es que esta mujer me saca totalmente de mis casillas.
En fin.
***
-¡Santa Virgen María de papaya! -Digo al ver a ese hombre que acaba de entrar al salón de clases.
Por alguna extraña razón todos los presentes se voltean y me miran riéndose. Ah claro, hable en voz alta... otra vez.
Y ese hombre... puff, es hermoso. ¡Eh No! Más que hermoso, es una persona digna de observar. Pero que cosas digo, debe ser mi profesor.
Trato de concentrarme y lo logro pero luego de unos minutos copiando todo lo de la pizarra siento una mirada en mí.
Levanto la vista y miró hacia en frente, cuando miro a el profesor mi mirada choca con la suya pero rápidamente corre la vista y sigue leyendo el libro que tiene en sus manos.
Sigo observandolo, al no estar tan cerca solo noto que sus ojos son claros. Pero no se exactamente de que color. Se ve bellísimo.
Yo creo que debe tener unos treinta y algo de años, también es rubio y aparentemente serio.
Ahora siento que si tengo una razón para venir seguido a esta institución
Pase tanto tiempo en mi mente que no me doy cuenta que la clase ya ha finalizado y no todos guardan sus cosas.
Observo hacia en frente y el profesor sigue allí ordenando el escritorio
Voy hacía la salida y me hace señas para que me acerque a él.
-He notado que eres nueva, ¿podrías decirme tu nombre? -Oh, mmm... mi nombre es Aisa Winchester, lamento no haberme presentado.
-Soy Christian Winston, espero que mi clase haya sido de tu agrado, Aisa.
Mi nombre suena tan excitante en sus labios
Él me mira tiernamente y sonríe, no entiendo el porqué, al parecer le agrade.
-Bien, tengo que retirarme. Espero que haya disfrutado mi clase, señorita. -Nos vemos el lunes.
-Hasta pronto, Christian.
***
Realmente stoy agotadisima, llegue a mi casa y lo primero que hice fue recostarme, ya no daba más del dolor que se llama no tener automóvil.
Pienso en salir un rato a caminar.
Aunque ya se hizo de noche, creo que sería buena idea.
Equipo bien mi mochila y salgo de mi casa.
llego a una playa cercana, si, estoy en la playa a las 8:30 de la noche.
Saco una manta y la acomodo en la arena, pongo mis cosas para que esta no se vuele con el viento y me siento a disfrutar de la vista.
De repente el Mar comienza a ponerse como con un brillo Azul, es realmente hermoso. Me encanta y ya que estoy le sacó unas par de fotos.
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Estoy asombrada, jamás había visto algo así pero había escuchado hablar a mi profesor de Ciencias de esto.
Él había contado que eran una especie de ser vivo, ni idea.
Es realmente impresionante y hermosa.
Lo único que me gusta es que nos hayamos mudado a un lugar en el cual hay un Mar, ya que en donde vivíamos antes no habían muchas cosas y mucho menos esto así que me parece genial.
A lo lejos veo a alguien saliendo del agua ¿Qué hace ahí metido? hace frío y de seguro el agua debe estar congelada.
Bueno, da igual. Me recuesto un rato en la manta y me empieza a agarrar sueño...
Cierro los ojos por un momento, dudo que vaya a dormirme aquí.
Pero ya no pienso en nada y...
Cuando estaba a punto de dormirme alguien me habla. Maldición.
