02

848 62 20
                                    

EMMA

—¡Mama! Ya te he dicho que no iré a esa dichosa fiestita. —Le respondo furiosa. Quiere obligarme a ir a una fiesta donde sólo va gente mayor y aburrida.

—Te dije que no irías a ver a Imagine Dragons si no hacías lo que digo, bien, tú te pierdes el recital — ¡Eso es puro chantaje! Que mala...

—Ahgggh, bien pero es lo último que hago por ti. —Le digo. Sale de mi habitación y me levanto para prepararme e ir al colegio.

Hoy veré a Christian, ¿Será que se portara distante conmigo después de lo sucedido? Digo, sólo fue coincidencia el habernos visto.

Santísimo Instituto que tiene a un profesor tan bueno. Y no de personalidad... ustedes entendieron.

Todavía no he hecho ningún amigo por el momento, aunque no es algo que necesite en estos momentos.

Mi plan ahora es enamorarlo... voy a enamorar a Christian y va a ser sólo mío

Claro que, no será fácil.

Pero eso es todo lo que tengo en mente por el momento, esta noche... pues, tengo que ir a la fiesta de mi madre; creo que es una ceremonia. Ni idea.

Siempre me pide que la acompañe a estas clases de cosas y ya me canse, lo único que hace siempre es dejarme sola en una mesa con desconocidos mientras ella se va por ahí...

En fin, voy entrando al salón de clases. Filosofía con Christian Winston.

Faltan unos minutos así que me quedo en la puerta esperando a que la habrán para poder pasar.

Cuando la abren caigo al suelo y siento un dolor en la cabeza.

—Lindo saludo, gracias por hacer que mi día comience de una gran manera, profesor Winston. —Le digo tratando de sonar bien.

En serio, es una gran manera de comenzar mi día.

—Oh por dios, lo siento—Dice y me ayuda a levantar del suelo.

Lo doy un beso de saludo en el cachete olvidando todo lo que paso y me voy corriendo a mi asiento. Hoy opté por sentarme adelante de todo para poder apreciar mejor la vista que me perdería si me fuera atrás.

Empiezan a entrar alumnos de a montón así que comienza la clase.

—Bien, espero que estén listos porque hoy... hay evaluación  sorpresa. Suerte. —Dice el profesor Winston. ¿Es broma? Bueno... puede que apruebe.

Le pongo mala cara porque no me avisó nada y él lo nota, veo que se muerde el labio para no reírse así que me río yo por él.

***

Al final no me fue tan mal como pensé, un 9,75 es una nota genial.

Ahora estoy en mi casa, vistiendome para ir a la cena con mi madre en la gran mansión de no sé quien. Es bastante elegante así que saco de mi armario un muy lindo vestido que se que me quedará genial y será muy para la ocasión.

Mi madre entra por la puerta a mi habitación y se queda boquiabierta —bebé, estas tan hermosa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi madre entra por la puerta a mi habitación y se queda boquiabierta —bebé, estas tan hermosa... como tú madre. —Dice y me guiña el ojo, yo asiento con la cabeza y la abrazo.

Ya nos vamos a la gran mansión de los ricachones estos que no conozco y wow... deberas tienen dinero. Esta mansión es realmente preciosa.

Nos sentamos y esperamos a alguien que se supone que abrirá el evento diciendo unas palabras... Me sorprendo totalmente al fijarme quien ha subido al escenario. Maldición. Es Christian.

Estoy en la mansión de los Winstons. ¿Cómo hizo mi madre para que pudiéramos estar aquí?

Son gente con mucho dinero y realmente no creo que le haya costado barato a mi madre estar aquí.

Fijo mi vista en él, como siempre tan hermoso y ese traje... Oh Dios, le queda perfecto. Busca a alguien con la mirada y creo que lo encontró porque llama a una Mujer para que suba con él y diga unas palabras.

¿Quien es ella? ¿Su esposa? ¿Novia?

—Y quería preguntarte —Le dice y se arrodilla —Amanda, ¿quieres ser mi esposa?

¿Es todo un chiste, no? ¿De verdad esta haciendo eso luego de lo que paso entre nosotros? Me siento patética.

Me levanto de mi asiento y la silla hace un chirrido muy fuerte que escuchan todos y se voltean a mí... él se voltea, él me mira. Ya sabe que estoy aquí.

Me voy de ese lugar y subo unas escaleras, esta casa es enorme y no sé a que lugar estoy dirigiéndome, abro una puerta y empiezo a observar lo que hay dentro. Trató de no pensar en lo sucedido, no quiero pensar en que él haya querido hacerlo. Tal vez lo hizo por su familia...

Tal vez no.

Espero sea la primera opción.

Noto unas fotos en el mueble que esta lleno de libros, fotos de Christian y una mujer... supongo que es su madre. Es una mujer bellísima, ya se de donde ha sacado toda su belleza.

De repente se abre la puerta y miro —¿Qué haces aquí? —Le pregunto a Christian.

—Yo me pregunto lo mismo por ti, nunca imaginé que estuvieras aquí y mucho menos en mi casa. —Me contesta él.

Esta tan irresistible, lastima que la haya cagado. Y muy feo.

—¿Sucede algo? Oye... no me digas que sientes celos.—Aja si claro, celosa yo.

—Pff, claro, celosa. —Le digo burlandome. Me acerco a él y lo miró directamente a los ojos. —¿Pasa algo entre nosotros, C?

Golpean la puerta —¿Cariño, estas aquí? —Se escucha la voz de mi madre atravez de la puerta.

Le doy un beso rápido a Christian en el cachete y le digo —Todavía tienes que responderme.

—Si mami, ya voy.

Salgo y mi madre se encuentra con los brazos cruzados—Estaba en el baño, tranquila. —Le digo.

—Ya nos vamos, si? —Me dice ella mientras me acaricia la mejilla.

***

Ya estoy recostada, me saque ese vestido tan apretado junto con todo el maquillaje, estoy aliviada de no estar usando los tacones esos. Digo, me encantan pero son muy incómodos aún

Tengo bastante sueño, no dejó de pensar en él, tal vez no la quiere y hace todo por los medios, voy a elegir creer eso, hasta ahora se lo merece. Creo.

Mañana será otro día, gracias a Dios.

Siento los ojos pesados y de repente...

Caigo en los brazos de ese tal Morfeo.

Amándonos en silencio. (Tom Hiddleston)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora