— Oh vamos, me tienes que dejar ir. Me has amenazado todo un año con lo mismo, creo que es justo para mi — Le digo a mi bella madre, la cual se niega a dejarme ir al recital de Imagine Dragons.
— Pero mi niña, debes hacer algo más productivo, ¿En que te ayuda ir a verlos? — Me pregunta —. Además son feos — Agrega a lo último.
— ¡No vuelvas a insultarme de esa manera! Si te metes con ellos te metes conmigo. Además, Dan Reynolds es todo un papasito. —Le digo y le saco la lengua.
— ¡Es muy mayor para ti! ¿Acaso ahora te gustan los viejos? — Me dice ya con la chancleta en la mano.
— ¡Alto ahí, vaquera! — Le digo — Es Dan, él no se fijaría en mi, además, nunca podre verlo en persona —
Por un momento me asuste, pero luego me invente algo gracioso para decirle para que de esa manera no le tome importancia a lo que ya ella misma dijo. Y si madre, me encanta un hombre mayor y no es exactamente Dan.
— Gracias Madre. —Digo.
Salgo de mi casa y voy a la parada del autobús, que se supone que tendría que estar aquí en unos dos minutos.
Veo mi celular mientras tanto y me encuentro con varías notificaciones de mensajes.
Es un número desconocido. Me pregunto quien será.
Mensaje de número desconocido:
—Perra, me las vas a pagar.
Pero que carajos. ¿Ahora que hice?
No le tomo demasiada importancia al mensaje y me subo al autobús que me lleva directo al instituto al que asisto.
— ¿Eres nueva? las nuevas deben tener una gran bienvenida, soy Sidney Clark, de seguro ya oíste hablar de mi. Y como no, soy el centro de todo este lugar, en fin, no te metas en mi camino y saldrás ilesa pero si lo haces te lo juro por todos mis millones que tú no vivirás para contarlo. — Me dice una chica rubia acorralando mi cuerpo en el pasillo para luego irse caminando como si nada hubiese pasado.
Okey eso fue raro...
¿Te acaban de amenazar y estas tan tranquila? — Me dice mi subconsciente.
De seguro es una amenaza vacía, nada de que preocuparme.
— ¡Mierda! ¿Acaso no te fijas por donde caminas, idiota? — Me dice un chico... ¡Y que chico!
— ¿Te quedaras ahí baboseando o te pararas? — Dice. Que maleducado.
— Primero bájale un poco a los humos, segundo, podrías haberme ayudado a levantarme ¿No? poco hombre. — Le digo yo tratando de sonar hiriente.
— Y tercero no te entrometas en mi camino nuevamente, debes ser una zorra. — Me dice.
— ¡¿Disculpa?! ¡¿Que rayos te hice para que me trates así?! No soy ninguna zorrita, soy nueva y no conozco a nadie aquí, no debiste tratarme así en primer lugar. ¿Acaso no te enseñan modales en tu hogar? — Le respondo totalmente indignada —. Hablas de mi como si me conocieras y sacas conclusiones, para tu información no le pegaste a nada sobre mi, así que si me disculpas me voy porque ya perdí demasiado tiempo contigo.
Salgo caminando del pasillo y me dirijo hacía mi próxima clase, ese chico es todo un chiste.
De seguro es el típico playboy que se acuesta con todas las muchachas del instituto.
Idiota.
Abro la puerta de golpe y trato de pasar pero alguien choca conmigo y me caigo al suelo.
ESTÁS LEYENDO
Amándonos en silencio. (Tom Hiddleston)
RomanceQuien diría que a mis dieciocho años estaría involucrada con mi bello profesor. El hombre que me ha robado el corazón desde la primera vez que lo vi. Christian Winston. Para la suerte de este hombre los Winston eran la pareja más adinerada del paí...