¡Qué hermoso es cuando los sentimientos que tienen son completamentes mutuos con los de las personas que quieres! No necesariamente amor, si no, emociones como alegría, enojo, tristeza, entre otros.
En ésta historia se expresara como un simple pape...
Lo siento les deje con ganas :'( Perdón Shu. (¿?) Gracias a los lectores que siguen ésta historia. ♥ Si quieren alguna pareja o que añada algo en la historia díganme c: Después de éste tengo planeada otra :D
Marth sostenía las piernas del ángel con sus manos, con una sonrisa placentera en su rostro, estaba completamente poseído por el amor, y lujuría que le había transmitido la pastilla, a pesar de que la haya escupido tragó el sabor logrando tener un efecto moderado a comparación de Ike.
Acariciaba las piernas del ángel con continuidad, quien sacudía sus alas tratando de alejarse, pero su fuerza a comparación de él era diminuta.- Sueltame.- Pidió Pit mientras apoyaba sus manos en el hombro de Marth, tratando de empujar.
-Eso me incita más.- Dijo el peliceleste empujando al ángel hasta su cama, ver su estado tan vulnerable le hacía perder la razón de sus acciones.
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El castaño no podía liberarse de las manos del mayor, optó en mirar atrás hacia dónde se encontraba su abusador, encontrandose con su mayor, relamiendo su lengua, con ese gesto lujurioso que emanaba. -Qué delicioso te vez querido~- Dijo Marth, clavando sus ojos en los ajenos.
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Pit tomó aire, además de nunca ver ese lado en Marth, lo había visto muy "lindo", solamente cubrió su rostro en la almohada sin borrar esa sonrisa de su mente, después de todo el mayor siempre se le veía con una mirada inocente.
Marth apoyó sus manos a cada costado de Pit, gateando sobre él. Volvió a relamer sus labios, comenzando a lamer el cuello de su sumiso con delicadeza, si no fuera que. . .
-¡MADRE DIOS!- Exclamó un elfo entrando a la habitación, el joven de atrás parecía no estar impresionado, es por que a diferencia de Ike, Link todavía era un niño.
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