Capitulo 3

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Ya eran casi las 5 de la tarde y las aprendices no sabían si colocar o no la perla en el pequeño altar donde encima tenía un agujerito del mismo tamaño que la esfera, estaban muy dubitativas, asustadas y sobre todo angustiadas, no sabían que harían pero tenían que averiguar cuáles eran esos murmullos cuando la rojiza luna llena toma la punta de la pirámide y eso las inquietaba, Kagome estaba hasta los pelos, quería saber más pero si se atrevía y pasaba algo inesperado seguro se arrepentiría de ello, miró que Sango y Rin estaban intentando descifrar y traducir los significados en la pared mientras que Ayame hacía lo mismo pero en un costado y ella... ¡ella solo miraba nada más! ¡Quería hacer algo!.

-aquí dice que no pasará nada malo si abren la puerta-avisó Rin llamando la atención de la azabache-también dice que no habrá guerras sino que descubriremos cosas de lo habitual-

-¿estas segura?-preguntó Ayame mientras se dirigía a ella y esta asintió-es verdad...-dijo traduciendo los signos y símbolos

-¿colocamos la perla en el altar?-preguntó una insegura Sango, Rin y Ayame la miraron y bueno también estaban inseguras-¿qué dices, Kagome?-buscó a su amiga con la mirada y vió que ella estaba junto con el altar y la perla en manos

-solo recuerden-dijo serena-que lo que hayamos empezado no habrá vuelta atrás-dicho esto las muchachas asintieron

Acto seguido colocó la perla en el agujerito haciendo que esta brillase al igual que em escrito y los signos y símbolos en la pared haciendo que las tres aprendices se apartaran un poco, observaron que a los pies de la mujer retratada abría una puerta hasta la cintura de esta ya que era un poco larga y, dentro de ella había un espacio indicando que es una entrada y estaba un poco iluminado algo que le resultó extraño para las jóvenes, Kagome se acercó no sin antes tomar la esfera y colgarla en su cuello ocultándola con su pañuelo y tomó la linterna encendiéndola e iluminando adentro al igual que Sango.

-parece un pasadizo-dijo la castaña

-miren, hay un camino-agregó Ayame apuntando un camino corredizo casi de zixac desde donde estaban hasta más abajo

-me hace raro que esto esté un poco iluminado aunque se nota que es muy espacioso-dijo Rin mirando a los alrededores, ninguna se atrevió a entrar

-¡muy bien!-dice Sango sonriendo-ahora solo tenemos que hacer que dos de nosotras vaya a lo más profundo a investigar-dicho esto las muchachas la miraron como si estuviera loca-¿que?-interrogó confusa por las miradas que le lanzaban sus amigas

-estas loca si crees que yo voy a lo profundo esperando a que una momia aparezca, me hipnotice ¡y sea una de ellas!-gritó la peli-roja

-oh vamos a esta época nadie sobrevivió, estamos en el año 2017 ¿como es posible que una momia sobrevivirá a estas alturas si la tecnología está más avanzada?-contraatacó su amiga

-¡no estamos hablando de tecnología! ¡Estamos hablando del antiguo Egipto donde es posible que las momias sobrevivan por algo o que se yo!-atacó, Kagome y Rin solo las observaban

-no hay de que temer Aya...-animó Rin y la castaña junto con la peli-roja giraron a verla-no creo que las momias sobrevivan a este tiempo ya que eso pasó más de mil años-

-¿lo ves? ¡Rin me apoya!-

-pues en este caso ¿por qué no va Rin junto con Kagome?-se cruzó de brazos y Sango miró a las nombradas con un brillo en sus ojos castaños, Rin la miró asustada recibiendo la linterna de esta y Kagome... bueno Kagome...

-no hay de que negarse-dijo sonriente y mostró un cuchillo y pistola que las tenía guardadas en su cintura-menos mal que los traje-

-¿¡de donde la sacaste!?-preguntó Rin alterada y la azabache arqueó una ceja

Amor Egipcio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora