Tiro un bostezo al aire y abro lentamente los ojos, el auto se encuentra estacionado al lado de una cerca, y más allá de los vidrios puedo ver el montón de estrellas que le dan vida al firmamento, David tiene los ojos puestos en la carretera, No es la misma, seguramente conduce a otro lugar, Después de la cerca hay un bosque y más allá una colina, que con la punta de un arbusto puede tocar el firmamento, Miro fijamente a David.
-¿Que tienes en mente?
-¡Oh Kanna despertaste! -Parece sorprendido- ¿Haz dormido bien?
-¿Dónde estamos?
-Al otro lado de la ciudad -Desvía la mirada- Lo siento, no sabía a donde ir.
-¡Já! -Respiro fuerte- No sé si esta era una buena elección.
-¿Lo sabes verdad?
-¿Que si sé qué? -Tengo mi ceño fruncido.
-Nada ¡Olvídalo!
-Dime ¿Qué es lo que debo saber?
-Kanna, estamos... (Hace una pausa) Estamos al otro lado de la carretera, Lo siento, algo me dijo que viniera aquí.
-¡Oh por Dios! Lo que me faltaba, yo solo quiero alejarme de esta vida, no me pertenece a mí.
Respiro, le miro, mantengo firme la mirada, ambos seguimos sin pestañear, ambos tratamos de ser cortantes, siento como si hubiera estado aquí antes, con David, siento que discutimos sobre esto antes, siento que esto mismo había sucedido antes,
-Siento que ya he vivido este momento- Agrego
-Sí, lo sé, suele pasarme todo el tiempo, se hace llamar un "déjà vu"
-Es muy lindo divisar el bosque desde aquí.
No responde, solo vuelve a mirar al frente, abre la manilla del auto y sale por la vieja puerta, por la misma puerta que solía salir papá. Rodea el auto hasta llegar a mi puerta y antes de que intente abrirla giro la manilla y salgo. Cierra la puerta y me mira directamente a los ojos, se acerca a mí, pero no siento ninguna emoción, no reacciono a su acto, me abraza y luego entrelaza sus dedos con los míos llevándome camino hacia el bosque, no lo detengo, solo me dejo llevar por el momento.
Estamos acostados en un montón de hojas secas, mirando hacia arriba, contemplando las estrellas.
-Estas sola... O quizás no, estás conmigo. Estaré para ti todo el tiempo, solo si tú me lo permites.
-¿A qué te refieres?
-No estás pasando por un buen momento Kanna, todos lo sabemos, y aun así cuando nos pides que nos alejemos, lo hacemos, creemos que eso te hará feliz, pero ambos sabemos que no es así, crees que harás daño a las personas, crees que son demasiado para ti, que no los mereces, sin saber que tú eres demasiado para el mundo, y que el mundo no merece tan maravilloso ser como lo eres tú.
-Estas mintiendo, nunca les he pedido que se alejen.
-Sí, si lo haz echo, solo que tratas de ser lo menos directa posible, porque tus intensiones no sor dañar a nadie, no quieres que nadie se entere de que quieres alejarte, de que quieres alejar al mundo de ti.
-No es tan fácil.
-¿Que no es fácil?
-Nada.
-Eso puede significar todo.
-Quizás.
-Kanna por favor, por un minuto deja de ser cortante, deja de evitarme, y cuéntame qué es lo que sucede de una vez por todas.
-No sucede nada David, o quizás si suceda algo, pero ni tú ni yo podemos detenerlo, nadie puede hacerlo.
-¿Puedes ser más específica y no contradecirte?
-El sujeto de la carretera, ¿A caso lo recuerdas?
-No, no puedo hacerlo, aún no, pero lo haré cuando decidas contarme que fue lo que en verdad sucedió. Una parte de mi recuerda, pero no lo suficiente.
-Mira David, no sé si sea muy buena idea contarte, ni siquiera sé si pueda hacerlo.
-¿¡Kanna!? ¡Ya maldita sea, suéltalo déjalo ir, y dime ahora que fue lo que pasó!
-Está bien, está bien, lo haré, solo si prometes algo.
-¿Si prometo que?
-¿No volverás a pronunciar una palabra sobre esto?
-Mmm. Está bien, no lo haré.
-¿Es una promesa? -Levanto mi meñique para entrelazarlo con el suyo.
Levanta el suyo y dice:
-¡Es una promesa!
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"El Coraje de las estrellas"
Teen FictionElla... ella está enamorada de ti. Kanna Horie, ella tiene su cabeza en otro lugar, simplemente no puede concentrarse en lo que está pasando. Mientras los muros que la protegen empiezan a derribarse, empieza a conocer el mundo, empieza a golpearse...