Capítulo 52.

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[¿Dos meses? D i e z semanas.]

Una semana transcurrió más rápido de lo que podía asimilar Elesis Sieghart. Aunque todavía seguía algo afectada por el hecho de su hermano menor, intentaba llevar una vida normal y seguir adelante.

Los padres de ésta, que volvieron de sus viajes de negocios, se culparon a sí mismos por no haber podido estar ahí e impedir que todo aquello sucediera. Un peso les cargaba la espalda, tanto, que logró hacer romper en llanto a la madre. Elesis, siempre que volvía a casa, la veía llorar en silencio en el sofá del salón; tirada con un montón de pañuelos a su alrededor.

Mientras tanto, el padre decidió afrontarlo, tener el valor de seguir siendo la cabeza de la familia y apoyar a su esposa a alzar la cabeza.

Ignorando ese tipo de problemas familiares, ella se encontraba en trance mirando por el finestral de la clase. El profesor tenía en cuenta tanto el despiste de ésta, como su situación familiar. Por esto, no dijo nada sobre que no prestaba nada de atención a la clase que estaba dando.

Ara estaba totalmente pasando/ignorando a la pelirroja. El ambiente era tenso, pero no incómodo. Ambas sabían el por qué de su separación, sin embargo, los espectadores no tuvieron en cuenta el secreto que ambas ocultaban.

El rostro de Elesis solía ser empapado en cuanto llega a casa y se molesta inmensamente por el silencio. Molesta por tener el aire ausente de risas, por sentir el piso frío, por tener una habitación vacía.

La realidad la golpeaba como nunca; ella soñando que nunca pasó. Cuestionándose si realmente su plan tenía que acabar así. No era su culpa no saber que Ain estaba enfermo, ¿no?

A veces, sonríe un poco sabiendo que todo esta estupidez empezó con un amor suyo inalcanzable. Qué estúpido. ¿Cómo pudo arriesgar la vida de un ser querido a cambio de un amor imposible, según sus ojos?

No sabe qué decisiones tomar, está desorientada. Ni siquiera su apoyo moral, Ara, está ahí para ella. Y maldice cuando se da cuenta de ello. Maldice su propio existir.

No podría volver a verle a los ojos a Aisha. Esa niña era buena en un principio; a mitad de camino, su corazón se volvió podrido; y ahora mismo, ni siquiera podía convencerse a sí misma de quién era la que se encontraba peor en esos momentos. Ella, por haber perdido a su hermano pequeño, o la pelimorada, por haber perdido al amor de su vida como dos veces —sólo que la segundo fue permanente—.

La duda la carcomía por dentro, ¿cuál sería su siguiente acción? ¿Acabaría nuevamente en un desastre peor que este? Elesis sabe que tiene que seguir adelante, la pregunta es cómo.

Y la respuesta a esa pregunta no tardaría mucho en llegar.

Cortavenas. | ElswordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora