Capítulo 41.

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Tras pegar y enviar el sobre con delicadeza por parte de Mami Yama, ahora se podía centrar más en su propia historia.

Agarró el celular y tecleó el nombre de un contacto bastante familiar.

- ¿Hola? ¿Alguien decente en esa casa?

- Já, já. Muy gracioso, puto.

- Tan cariñosa como siempre, Ara.

- Tan divo como siempre, Add.

- ¿Y cómo te va por tu mundo?

- Ahrq, ya sabes. Yo molestando a patatasos a tu otro yo.

- Pobre de él, siento pena.

Ara se acostó en la cama, todavía con em celular en la mano.

- Se lo merece, por rechazar a Elesis.

- Y pensar que salíais juntos...

- Ugh, no me hagas pensar en eso.

Una leve risa se escuchó a través del aparato electrónico.

- ¿Es cierto que te mandaron una solicitud de ayuda para detener a una otra tú?

- Sí, nunca pensé que necesitarían a Mami Yama.

- No me extraña, duh. Tal vez, si me presentases a tu Eles--

- Add, no. Bromas fuera.

- Okay, Okay. Solo quería ser de ayuda.

- Ayuda a tu Elesis, seguramente no pudo caminar por dos semanas. Quién sabe por qué~.

- Já. Já.

Una voz al otro lado del teléfono los interrumpió. Era una voz fina y femenina, también reconocible.

- ¡Addy~! ¿Con quién estás hablando?

- O-Oh, Elesis, nada. Iba a colgar. Hey, hablamos más tarde, ¿ok?

- Vale, pero asegúrate de usar condón.

- Serás perra.

- Chao, chao.

Y la ojimiel colgó primero, dejándolo en visto. Qué bien se sentía después de charlar un rato con su mejor amigo, el divo del Master Mind. Hasta que la pelirroja Grand Master los tuvo que interrumpir.

Cortavenas. | ElswordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora