Prólogo

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"Decidí tomar el control una noche, solo fue como una explosión en su interior, tarde o temprano todas las bombas llegan a su límite..."

 Si la mente humana viaja por todos los universos, ¿por qué no la mía?

Normalmente, uno siempre actúa bajos sus principios y pensamientos. Un individuo, un cerebro.

Pero fue entonces, cuando la sangre corrió por mis manos.

Sin embargo, yo jamás elegí tener dos personalidades en mi cabeza, fue repentino, de un segundo a otro.

No es agradable, para nada agradable, pensar que otro sujeto haga acciones que próximamente no recordaras.

La gente suele decir que eres raro, un completo anormal. No quería creerles, yo debía ser como ellos.

Y de pronto, no quise seguir más sus pasos, y decidí crear mi propio camino, donde realmente, la sangre no sea más que un simple espeso liquido rojo, y que la vida de alguien, sea únicamente, un alma sin importancia.

De esa manera, parecía que el mundo me aceptaba, o al menos, se alejaban de mí.

Y no existía placer más grande, que ese.

Poder tener todo lo que desease, divertirme con sus gritos de terror, y sus lágrimas derramadas a mares.

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