Se suponía que debía de haberse quedado en la oficina; su madre se lo dijo. Se suponía que debía sentarse en el sofá y colorear en su nuevo libro de pintar que su madre le dio hasta que ella regresara. Ella le dijo que sólo serían unos minutos, pero cuando tienes 4 años, unos minutos parecen una eternidad y Amelia Sánchez era una niña curiosa. Así que cuando su madre, Malú, no regresó a su oficina después de varios minutos, Amelia se fue de paseo.
Asomando la cabeza al pasillo, la pequeña morena miró hacia ambos lados, asegurándose de que no había nadie en los alrededores antes de salir del despacho de su madre. No sabía muy bien dónde estaba su madre, y no quería quedar atrapada. Amelia caminaba lenta y silenciosamente, contemplando lo que la rodeaba mientras se preguntaba qué clase de cosas encontraría en el nuevo trabajo de su madre.
Amelia no se dio cuenta de la morena delgada que entró al pasillo, con una sonrisa en su rostro mientras observaba a la niña escondida.
- Bueno, los técnicos de laboratorio cada día son más jóvenes. - exclamó la morena, sorprendiendo a la niña de 4 años que inmediatamente se dio la vuelta, con una mirada de shock en su rostro al darse cuenta de la pillada.- Hola. - la mujer saludó, aguantando la risa mientras que Amelia se aferraba a la pared, sin tener donde esconderse. - ¿Estás perdida cariño?
- Yo... no debería hablar con extraños. - respondió la niña en voz baja, jadeando al darse cuenta de que había roto una de las reglas de su madre, mientras se tapaba la boca con la mano. - Uupps.
- Bueno, esa es una muy buena regla. - musitó la morena. - Realmente no deberías hablar con extraños, pero ¿sabes lo que es un policía? - ella preguntó recibiendo un gesto afirmativo de la niña. - Bueno, pues yo soy detective y eso me hace una especie de policía. - explicó - Así que es seguro hablar conmigo, te lo prometo. Trabajo aquí, pero en la parte alta, mi nombre es Vanesa, ¿cuál es tu nombre? - preguntó, inclinándose al nivel de la niña.
- Amelia. - respondió tímidamente mordiéndose el labio.
- Ese es un nombre bonito. - contestó Vanesa, sonriendo amablemente.- ¿Estás aquí sola?
- No. - Amelia sacudió la cabeza. - Estoy con mi madre, se suponía que debía esperarla en su oficina y colorear hasta que ella volviera, pero ella tardaba mucho. - explicó habladora sorprendiendo a Vanesa con lo madura que sonaba dado su tamaño. - ¿Eres un detective como Sherlock? Mamá me habló de él, resuelve misterios, ¿lo haces?
- Bueno... sí, un poco... supongo. - Vanesa asintió con la cabeza, riéndose de la mirada emocionada de Amelia. - ¿Tu madre trabaja aquí? - preguntó sin saber a quién pertenecía la niña.
- Ella empieza el lunes. - Amelia asintió.- Tengo que ir al colegio entonces... sin mamá, tengo que quedarme allí todo el día y ella va a venir aquí. - explicó, obviamente habiendo escuchado este plan de su madre más de una vez. - Cuando la escuela acabe, mamá irá a buscarme y nos iremos a casa. Tuvo que traerme aquí hoy para prepararse, y después ¡vamos a comprar mis libros!
- ¡Oh vaya! Eso suena divertido. - Vanesa sonrió, dándose cuenta de que la niña debe pertenecer a la nueva médico forense que estaba empezando en el Departamento de Policía de Madrid el lunes por la mañana. Vanesa había oído que el nuevo forense estaba en el edificio y había decidido venir a presentarse, deseando comenzar las cosas con buen pié, ya que trabajarían juntas muy a menudo. - ¿Sabes que tu madre se preocupará si vuelve y no te encuentra, verdad? Tal vez deberíamos esperarla en su oficina.
- ¡Amelia! - una mujer interrumpió las palabras de Vanesa cuando entró por el pasillo, sus tacones resonando cuando rápidamente se dirigió a Amelia y Vanesa, con una mirada frenética en su rostro. - Cariño, te dije que no salieras de mi oficina, ¿qué estás haciendo? - ella preguntó, levantándola, Amelia inmediatamente envolvió sus piernas alrededor de su madre.- Lo siento mucho. - dijo volviéndose hacia Vanesa. - No debería haberla dejado sola, espero que haya sido un problema.
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Tal vez fue el destino...
FanfictionLa historia no es mía, la he cogido prestada cambiando los personajes. Me gusta la idea de imaginar a estas dos artistas en roles completamente diferentes a los de la vida real, denle una oportunidad y si les horroriza díganlo y la elimino del tiró...