Aquí está el capítulo 14. El 15 lo tengo a medio traducir, así que con un poco de suerte habrá doble ración esta semana.
Sé que me repito, pero gracias por los comentarios y votos, me encanta que les guste la historia y estén enganchadas. Espero que sigan disfrutando con el capítulo de hoy, nos seguimos leyendo. Saludos.
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- Ouch ma déjame...
- Vanesa deja que Alberto te ayude.
- ¿Mamá, Vane está herida?
- Miras juro por Dios...
- Vanesa, solo pon tu brazo alrededor de mi hombro para que pueda...
- Vanesa deja de ser ridícula y déjanos ayudarte a entrar.
Una semana y media después de ser llevada al hospital, Vanesa finalmente había convencido a su médico de que estaba lista para ser dada de alta. Para deleite de la castaña y la decepción de Malú. Sabiendo lo obstinada que podía ser Vanesa, y que era probable que no siguiera el consejo de su médico sobre tomarlo con calma, Malú se preocupó de que su novia saliera del hospital; deseando mantenerla donde fue supervisada durante el mayor tiempo posible. Incapaz de convencer a Vanesa, Malú se vio obligada a renunciar, tomándose unas cuantas semanas libres para quedarse en casa y cuidar de la detective, le guste o no.
- ¿Quieres quedarte en el sofá o debemos llevarte directamente a la cama? - preguntó Malú una vez que por fin habían conseguido que Vanesa entrara por la puerta principal, Miras seguía sujetando gran parte del peso de la castaña.
- En la sala, por favor. - bufó Vanesa, sonando como si sintiera dolor. - No creo que pueda soportar pasar otro día en la cama.
- Muy bien Miras, ¿me ayudarás a prepararla mientras me llevo las cosas arriba?- preguntó, Miras asintió. Amelia los seguía de cerca no queriendo separarse de Vanesa. - Amelia, recuerda lo que te dije, siéntate junto a Vanesa y sujeta su mano. - le recordó a la niña antes de subir las escaleras para poner las cosas de Vanesa en su habitación.
Pasaron unos minutos antes de que Malú regresara a la planta baja, encontrando a Miras y a Toñi en la cocina preparando el almuerzo. Mirando hacia la sala, la forense no pudo evitar sonreír al ver a Vanesa y Amelia acurrucadas en el sofá; unos dibujos animados en la televisión, Vanesa ya descansaba con los ojos cerrados mientras Amelia agarraba la mano de la castaña fuertemente contra su pecho. Satisfecha de que estuvieran cómodas, Malú decidió unirse a Miras y Toñi en la cocina.
- Creo que Vanesa estaba mucho más cansada de lo que estaba dispuesta a admitir. - dijo Miras mientras Malú se sentaba en la isla. - Sus ojos se cerraron al momento de dejarla en el sofá. ¿Está Mía bien allí con ella?
- Oh, lo estará. - asintió Malú. - No creo que pudiéramos convencerla de que deje a Vanesa aunque lo intentáramos, apenas han estado separadas desde que la llevé a ver a Vanesa en el hospital.
- Ellas tienen un vínculo. - Toñi sonrió antes de mirar el reloj.
- Puedo terminar con el almuerzo si necesitas ir a ver a Francis, Toñi. - le dijo Malú comprendiendo la necesidad de la madre por asegurarse de que sus dos hijos estuvieran bien, mientras Francis descansaba en la casa de huéspedes. - Vanesa necesita tomar su medicación pronto, por lo que alguien tendrá que despertarla para comer, parece ser más agradable cuando soy yo quien lo hace. Estaremos bien aquí.
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Tal vez fue el destino...
FanfictionLa historia no es mía, la he cogido prestada cambiando los personajes. Me gusta la idea de imaginar a estas dos artistas en roles completamente diferentes a los de la vida real, denle una oportunidad y si les horroriza díganlo y la elimino del tiró...