Tal vez fue el destino...

Capítulo 12: Después del disparo de la pistola: 1ª Parte

¡Hola! Subido el capítulo 12, aviso: agárrense que vienen curvas. Espero que lo disfruten y se enganchen un poquito más si cabe ; D . Gracias por los votos y los comentarios. ¡Pronto más! Saludos.

P. D. : Cuando haya letras en cursiva, es que hablan del "pasado".

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Lo primero que sintió Vanesa fue dolor. El pánico y el deseo de mantener a Francis y a Malú a salvo, y conseguir que alguien entrara a salvarlos, estaba abrumada por el dolor mientras que la bala fue a través de ella y hería a Bobby. Se sintió caer cuando el agarre se Bobby sobre ella finalmente aflojó, alguien llamaba por su nombre cuando cayó sobre el pavimento, la sangre ya se filtraba a través de su camisa.

El mundo alrededor de Vanesa empezó a ponerse borroso, sonido de voces gritando a su alrededor mientras trataba de mantener los ojos abiertos, luchando contra el deseo de desmayarse, sentía manos familiares presionando su herida, alguien llamándola repetidamente como si fuera un canto. Haciendo lo posible por concentrarse en el rostro frente a ella, en vez de que el dolor se apoderara de su cuerpo, sus ojos se encontraron con unos ojos oscuros, un destello de una melena morena capturó su atención mientras ella quería levantarse; abrazar a la mujer frente a ella, que tenía lágrimas cayendo por sus mejillas, queriendo asegurarle que estaría bien, que ella estaría bien.

Pero cuando trató de levantar los brazos y hablar, fue como si su cerebro ya no enviara ordenes a su cuerpo, tan centrado en el dolor que todo comenzó a nublarse. Su último pensamiento antes de perder la conciencia fue la mujer que todavía estaba arrodillada junto a ella. Malú.

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- Estás inquieta. - señaló Malú, sentada en una mesa junto a Vanesa en El Ladrón dos noches después de contarle a Amelia y a Toñi sobre su relación. Estaban esperando a Miras, Marín y Francis. - Sabía que estabas nerviosa.

- No estoy nerviosa. - inmediatamente discutió Vanesa, antes de comenzar a romper la etiqueta de su cerveza. - Por supuesto que no estoy nerviosa.

- Podrías haberme engañado. - levantó una ceja Malú, extendiendo la mano y deteniendo la actividad de Vanesa. - Vanesa si no quieres decírselo esta noche no tenemos que hacerlo, podemos tomar una copa como lo planeamos y luego ir a casa. Podemos decirles otro día.

- Lula si no les decimos ahora, se enterarán por mi madre. - la detective negó con la cabeza. - Tuve que rogarle que me dejara decírselo a Francis, no va poder aguantar mucho más, y quiero que lo sepan.

- ¿Estás segura? - Malú tuvo que preguntar. - Porque parece que no tuvieras ganas de decírselo. - dijo sin perder la mirada de ansiedad en la castaña.

- Estoy segura. - suspiró Vanesa fijando su mirada en la incrédula mirada de la forense. - Realmente lo estoy. - repitió apretando la mano de la morena. - Admito que estoy un poco nerviosa, pero no es por ti, no estoy acostumbrada a compartir este tipo de cosas con la gente, especialmente con Miras y Marín. Son dos de mis mejores amigos, pero normalmente no les presento a alguien con quien estoy saliendo a menos que hayamos estado juntas por un tiempo.

- Técnicamente no me estás presentando, ya me conocen. - le recordó Malú.

- Lo sé, lo sé. - dijo Vanesa. - No sé por qué estoy tan nerviosa, van a ser felices por nosotras. - continuó. - Esta relación es realmente importante para mí y una parte de mí no quiere compartirla.