¡Hola de nuevo! Disculpen que no haya actualizado la semana pasada, pero entre que estoy haciendo cursos y que encima este fin de semana me he cogido una gripe...no podía más. Ya estoy un poco mejor, así que aquí tienen la nueva entrega.
Como siempre gracias por los votos y demás, espero que sigan disfrutando de la lectura.
Nos seguimos leyendo, ¡saludos!
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Dos semanas más tarde, Vanesa se despertó con un peso en el estómago. Pensando que era Malú, Vanesa sonrió, esturando los brazos por encima de la cabeza antes de entrecerrar los ojos, sorprendida de encontrar a Amelia usándola como su almohada; las piernas de la niña de 5 años se extendieron por su madre. Riéndose, Vanesa pasó su mano por el cabello de la pequeña morena, haciendo que Amelia se revolviera. Girando la cabeza hacia Vanesa, los ojos oscuros apenas se abrieron, Amelia le dio a la castaña una sonrisa cansada, antes de girar y ocultar su rostro contra el estómago de Vanesa.
- Hola pequeño insecto. - Vanesa se rió suavemente, sus dedos recorrieron el cabello de Amelia. - ¿Cuándo llegaste aquí? - preguntó, sin recordar a la pequeña entrando en la habitación anoche.
- No lo sé. - murmuró Amelia, manteniendo su cara oculta, obviamente todavía cansada. - Tuve un mal sueño.
- Aww mi pobre niña. - arrulló Vanesa, frotando la espalda de Amelia. - Ven aquí. - dijo mientras extendía sus manos bajo los brazos de la niña, la levantaba y la colocaba sobre su pecho, con la cabeza apoyada justo debajo de su barbilla. - Te quiero pequeña.
- Yo también te quiero. - respondió Amelia, enredando los dedos en el cabello de Vanesa mientras la castaña besaba su cabeza. - Vane, ¿hay monstruos? - preguntó, con los ojos todavía cerrados, consolada por la respiración constante de la castaña.
- No cariño, no hay monstruos. - dijo Vanesa, pasando la mano por la espalda de la pequeña, sintiéndose un poco como si estuviera mintiendo, considerando las cosas que ella había visto en su trabajo. - ¿De eso se trataba tu sueño? ¿Monstruos?
- En mi armario. - asintió Amelia contra el pecho de Vanesa. - Oí un ruido, así que corrí hasta donde estaba mamá.
- Ay cariño, fue solo un sueño. - le aseguró Vanesa, abrazándola con fuerza. - No hay nada que temer en tu habitación, lo prometo. - dijo. - Pero esta noche, ¿qué tal si reviso cada centímetro antes de ir a dormir? ¿De acuerdo? ¿Suena bien?
- Sí, por favor. - respondió Amelia, volviéndose más pesada contra Vanesa, obviamente luchando por mantenerse despierta. - ¿Tienes que trabajar hoy?
- Solo si nos llaman. - dijo la detective, agradecida por la posibilidad de un día libre, esperando no ser llamada, después de haber tenido un día libre en más de una semana, perdiendo el tiempo con Amelia y Malú. - Vuelve a dormir ahora, cariño. Estaré aquí cuando te despiertes. - dijo luego, colocando otro beso sobre la cabeza de la morena, sintiendo a Malú moverse a su lado.
Girando hacia su novia, Malú tenía una sonrisa en su rostro, indicando que había esto despierta, escuchando la conversación de Vanesa con Amelia. - Hola. - susurró Malú, alzando la mano para darle un suave beso a Vanesa.
- Hola. - sonrió Vanesa, sus brazos todavía envueltos alrededor de Amelia. - ¿Dormiste bien?
- Una vez tuve a Amelia calmada. - asintió Malú, sonriéndole a su otra vez dormida hija. - Estabas fuera de combate. Fue difícil convencerla de que no te despertara, aunque sí insistió en utilizarte como almohada.
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Tal vez fue el destino...
FanfictionLa historia no es mía, la he cogido prestada cambiando los personajes. Me gusta la idea de imaginar a estas dos artistas en roles completamente diferentes a los de la vida real, denle una oportunidad y si les horroriza díganlo y la elimino del tiró...