01. El deseo

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A las 3:30pm lanzo mi delantal apestoso de mantequilla a la lavadora y me apresuro a colocar el botón magnético con mi nombre en la nevera, tomo mis cosas y luego de despedirme salgo por la puerta trasera y emprendo rumbo a mi casa.

Trabajar en Auntie Anne's es asqueroso pero es un pequeño part-time que me puedo permitir para no perjudicar mis estudios, mis padres no están de acuerdo en que trabaje, pues lo ven innecesario, pero tengo 19 años y quiero sentirme independiente.

Así que... ¡Al diablo!

Mi cabello apesta a mantequilla y mi ropa y zapatos está salpicada por esta, ni siquiera una perfumería entera podría quitarme el olor a pretzels.

Chequeo a cuanto tiempo de distancia está mi uber y 4 minutos después voy en camino, al llegar a casa encuentro a mi hermana jugando con la play 4.

-¡Llegaste! -exclama ella colocando el juego en pausa y se levanta emocionada a abrazarme, apenas tiene 11 años.

-¡No! Soy un holograma de tu hermana -le respondo riendo y ella me mira confundida.

-¿Holograma? -pregunta y vuelvo a reír- Hueles a mantequilla, ew -arruga la nariz-

-¡Lo sé! Voy a bañarme.

Ella asiente y camino a la lavandería para quitar toda mi ropa y colocarla dentro de la lavadora, rodeo mi cuerpo con una toalla y camino hasta el baño para tomar esa ducha que tanto deseo, luego de que ya no huelo a mantequilla sino a un delicioso aroma que solo el jabón y el champú otorgan me siento a jugar con mi hermana hasta que llegan mis padres.

Mamá viene con una caja de pizza para los 4 y papá con las bebidas, ayudo a servir la mesa para luego sentarnos a comer.

Papá habla de su día de trabajo al igual que mamá y yo solo me limito a escucharlos, observo como mi hermana se desenvuelve con normalidad y les cuenta todo lo que hizo en el día mientras no estábamos... No entiendo como lo hace con tanta espontaneidad yo siempre pienso muy bien lo que voy a decirles y a veces prefiero mantenerme al margen.

Mi respeto y miedo a mis padres se debe a lo estrictos que fueron conmigo en mi crianza algo totalmente diferente a la de mi hermana, son fuertes, sí, pero con ella han sido más liberales y no entiendo el porqué.

-¡Anna! -grita mi madre exaltandome, la miro un poco asustada ¿Ahora qué?- tengo 5 minutos preguntándote que hiciste hoy -habla con fastidio.

-Umm... bueno -digo en voz baja y los miro a ambos- Solo trabajar... ya saben, en los pretzels. -respondo incómoda.

Mamá sonríe y papá se dedica a ignorarme como siempre y sigue comiendo.

-¿Algo interesante? ¿Algún muchacho lindo? Tienes 19 y nunca te hemos conocido un novio -Me tenso al igual que papá, odio hablar de ese tema.

Papá y yo detestamos ese tema pero por razones muy diferentes, las de él como todo padre celoso y protector odia la idea de que algún hombre se acerque a sus hijas y las mías bueno, es extraño tener 19 años y no tener la libertad de salir siempre que yo quiera y con quién quiera, mis padres dicen que si voy a salir con un chico tengo que llevarlo a casa primero para que ellos lo conozcan y obviamente ningún chico con el que yo apenas esté empezando a hablar va a querer comprometerse de esa forma y yo lo entiendo perfectamente.

-¡Mary Anna Miller! -grita mamá esta vez molesta- ¡Te estoy hablando!

Se hace el silencio y los tres me miran raro.

-No sé que coño te pasa, siempre es lo mismo a veces pienso que tengo una hija retrasada -dice mamá y sinceramente no me afecta, ya lo he escuchado muchas veces y mi manera de ser es por culpa de ellos.

Sin embargo mi apetito desaparece y mi segunda rebanada de pizza queda solo un poco mordisqueada, me apresuro a recoger la mesa y comienzo a fregar los trastes.

-Sigues sin responder la pregunta que te hize, Anna -me tenso y solo giro un poco mi cabeza para mirarla de reojo.

-Sabes la respuesta a esa pregunta, mamá. -digo bajito y ella parece no escucharme, suspiro- Nada interesante.

Ella rueda los ojos y termina ignorando mi presencia como todo el mundo en esta casa, menos mi hermana, por supuesto.

A veces me pregunto que pasaría si me muriera ¿Como actuarían?

Guardo todo en su sitio y finalmente me encierro en mi habitación, reviso mis redes sociales y al final termino jodiendo en Tinder, no puedo salir con nadie pero puedo hablar con chicos lindos un rato ¿No?

Cuando me aburro cierro la app y me siento en el balcón de mi ventana con los audífonos puestos y como la idiota y tonta que soy me quedo dormida.

El frío me despierta un par de horas después y son las 11:07pm, aún temprano para mi, Sweet child o' mine suena y el familiar hormigueo que me da al escucharla aparece, amo esa canción.

Comienza el solo de Slash y rápidamente mis dedos se mueven sobre la pantalla de mi iPhone como si estuviera tocando las notas, esta se prende y revela que son las 11:11 en punto, miro al cielo y justamente una estrella fugaz aparece.

¡Qué maldito cliché de película!

Y a pesar de no creer en esas estupideces pido un deseo.

"Regresa el tiempo atrás, olvida quién soy y solo escúpeme en el año 1986 cuando Guns N' Roses estaba empezando surgir"

El deseo más estúpido que se le pueda ocurrir a alguien y obviamente algo imposible de cumplir, pero ¿Quién asegura que una maldita estrella fugaz vaya a cumplir un deseo?

Quizás yo...

Shooting Star (Axl Rose)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora