Mi vida se arruinó.

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Esto era devastador. Mi vida estaba vacía, no quería levantarme de mi cama y apenas comía, mi madre ya no me despertaba ni cocinaba para mi, tenia que hacerme cargo yo sola de todo, mi ropa sucia me la dejaba en la puerta para que me la lave yo. Se que no es lo peor del mundo, pero me hacía sentir como la peor persona, yo le intentaba hablar pero ella no respondía, quería arreglar las cosas pero no lo facilitaba. Estaba muy triste, ya no podía estar todos los días llorando.

-Me llamaron de tu preparatoria. Dijeron que hace una semana no vas.- Dijo cortante.
-Lose...
-Pues cambia eso.
-¿Mamá? Espera...
-¿Que quieres?.
-¿Puedes abrazarme?

Y se fué. No me pudo dar un simple abrazo.

Sabía que incomodaba a mi madre, asique decidí irme esa noche, y a donde me iría, si familia no tenía.

El único lugar donde se me ocurrió es a lo de Sami.

Llegue a su casa, toque varias veces el timbre ya que todos dormían, su madre se levantó y me habrio la puerta, Sami y Martín se asomaron por las escaleras, mientras yo le contaba a su madre que había peleado con la mia y me había corrido de la casa, decidí no contar el resto porque estaba segura que Sami tampoco lo había hecho, asique quise dejar todo como estaba.

Martín bajo las escaleras a abrazarme, me dijo que había estado muy preocupado en esos días,  que iba a mi casa y mi madre le decía que se fuera y no le daba ninguna explicación de nada. Tuve suerte de que no le haya contado, estaba enamorada de Sami, si, pero, a él si lo quería, y me hubiese partido el alma que termine lastimado por mi culpa.

Me dejaron quedarme allí en su casa, al final de cuentas sus padres ya me habían tomado cariño, aunque, esta vez, no creyeron necesario que duerma en la habitación de Sami...

-Tina puedes quedarte en la habitación de Martín si quieres- Dijo la madre de Martín.
-Oh, no es necesario, puedo dormir con Sami.
-No Tina, quedate con Martín, nosotros no nos oponemos a eso, creo que ya son lo suficientemente maduros para tomar decisiones- dijo su padre.

No tuve opción, no quise oponerme, necesitaba hablar con Sami de todo, nose porque no lo había hecho antes, es solo que, estaba muy metida en los problemas de mi casa.

Martín estaba muy contento de que yo pueda dormir con el, lo notaba en su rostro y en las ganas que tenía de que vayamos a dormir.

Aquí también me dieron un colchón, tuve suerte, yo estaba rogando por que lo hagan, no es que sintiera asco al dormir con el, sino, que me sentiría muy incomoda al hacerlo.

Estábamos acostados y el me pedía que vaya un rato a su cama, yo ponía miles de excusas pero no servían, el insistía... y tal vez tenia razón al hacerlo, era mi novio, es normal que quiera estar cerca de su novia, pero no podía tolerarlo, asique le dije que iría al baño.

En lugar de ir al baño fui a la habitación de Sami, ella estaba dormida, pero apenas la toque se despertó, y muy asustada por cierto, ella me abrazo muy fuerte cuando me vio, me pregunto si era un sueño o real lo que estaba pasando y le respondi que era real...

-¿Y que haces aquí entonces? ¿Martín se durmió?
-Pues esperé a que lo haga pero no funcionó jaja
-Jaja me imagino...
-...
-...
Sami: -Oye con respecto a lo que paso el otro día...
-¡Shhh!- dije tapando su boca con mi dedo -Fue hermoso.
-¿De veraz?
-Claro Sami, desde que te vi sentí algo extraño en mi, una cierta atracción hacia ti, la cual no podía explicar, pero, pero ahora... no lo se, siento que te amo, es dificil de explicar...
-¡Oye! Tina, espera, ¿Y que hay de Martín? Es mi hermano, no puedo hacerle esto...
-Lose, yo tampoco quiero lastimarlo, pero, aveces las ganas de estar contigo son más fuertes.
-Nose...
-Sami, se que sientes lo mismo que yo, lo veo en tu mirada, en cómo me tratas...
*Llorando* -Pues, si lo siento, Tina, nadie lo sabe pero, me gustan las mujeres, la primera vez que te vi me pareciste hermosa, es por eso que quede mirándote como una estúpida, no era mi intención que esto pasara, lo siento, jamás quise que esto fuese así, no quería lastimar a nadie.
-No lo sientas, yo también estoy enamorada de ti, y tampoco era mi intención lastimar a alguien. Sami esto no es tu culpa, las dos tenemos la responsabilidad.
-Jamás eh tenido novio, nunca me eh fijado en los niños de mi prepa, pero si en las niñas, nose porque, pero no puedo contarle a mis padres, se que lo tomarán a mal, se que no les gustará para nada y se sentirán decepcionados de mí.
-No creo que sea así.
-Tu no lo entiendes, tu no los conoces, ellos parecen muy comprensivos, y lo son, solo que no para estos temas.
-¿Cómo lo sabes si no se lo has dicho?
-Eh tratado, muchas veces, pero tratan de evitarlo, estoy segura de que lo sospechan, es por eso que cada vez que hablo del tema se miran automáticamente y muy serios, y desvían el tema, o dicen que no les gusta tratar con ese tipo de gente.
-Sami, ellos lo deben comprender, eres su hija.
-¡Tina no puedes decir eso! ¿Acaso tu madre lo ah entendido? Eres su hija Tina, y ella no lo entendió, por algo estas aquí, recuerda.
-...
-Lo siento, es que la culpa me hace poner de esta manera, nose como reaccionar a esto, lo siento, lo siento- *llorando*
-Tienes razón Sami, lo siento, es solo que, la culpa tambien me mata, y necesito que alguien lo sepa, y nos acepte- dije a punto de llorar.

Recuerdo que nos abrazamos muy fuerte, no nos queríamos soltar, alcance a darle un pequeño beso y seguimos abrazadas, mientras esto pasaba ella me pregunto si era encerio que yo la amaba a ella y no a Martín, llegue a jurarle que si era así, y que no tenia dudas.

Fue justo en ese momento donde entró Martín a la habitación.

-Amor, te tardarás mucho en el baño, asique decidí ir a buscarte, no sabia que vendrías aquí.
-Lo siento, es solo que quería hablar con Sami.
-¿Porque lloran? ¿Que ocurre? ¿Están bien?
-Si, es solo que... Sami me estaba contando una historia que me hizo poner triste, y a ella igual.
-¿Cual historia?
Sami: -Pues... que estaba enamorada de un niño de la prepa y el me rechazó, solo eso.
Martín: -¿De veraz? Jajaja ¡mujeres! Tan sensibles...
Sami: -¡Ya basta estúpido! *riendo*

Martín: -Amor, ya vamonos, estoy muy cansado.
Tina: -Okey amor, vamonos.

Salí de allí y mire a Sami, ella me sonrió, con su hermosa sonrisa, y me miró, con su dulce mirada, yo le sonreí, le tire un beso y le dije te amo con seña de labios.

Conociéndome Donde viven las historias. Descúbrelo ahora