V. El mejor polvo de mi vida.

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- ¡F-F-FRANK!- Gerard se corre por quinta vez. Salgo de él y me lanzo de brazos abiertos a su lado en la cama.- gracias Dios todo poderoso.

Me rio. En las horas que llevamos encerrados en mi habitación, Gerard ha invocado más a Dios de lo que he escuchado en mi entera vida.

Hemos estado aquí más tiempo del que esperaba. Y antes lo hicimos en el comedor, en la cocina. Me dio y le di... y ha sido maravilloso. Mejor de lo que esperaba. Mejor de lo que siquiera había podido imaginar.

Lo veo dormitar a mi lado y sonrío. ¿Será verdad? ¿Qué me quiere para toda la vida?

La noche ha caído y Gerard ha caído en un profundo, profundo sueño.

Lo miro perdido en su cabello rojo esparcido por mi blanca almohada. Su nariz respingada. Su trabajado cuerpo, solo cubierto de la cintura para bajo con mi sabana. Es un sueño.

Es un sueño tenerlo en mi cama, haber hecho lo que hicimos, todo él es un sueño hecho realidad.

Me levanto y saco una toalla. Las almohadas esparcidas y tiradas algunas en el suelo, las sabanas revueltas, el olor a sexo. Todo, todo me indica que fue real, que esto realmente pasó.

Entro al baño y abro la ducha. Espero que el agua se regule y entro. Jabono mi cuerpo, perdido en recuerdos de lo que acaba de ocurrir. El vapor me atonta, el sueño y el cansancio de mi cuerpo también. Recuerdo esa película donde el chico estuvo en abstinencia por 40 días y 40 noches y me siento igual que el final. Necesito descansar.

Estoy tan perdido en mi cuerpo agarrotado, en mis recuerdos de lo hermoso que ha sido todo, que no escucho a Gerard entrar a la ducha.

Siento sus manos en mi trasero y un dedo travieso colarse en mi interior, aunque después de lo que hemos hecho, sabe que no necesito preparación, lo hace de todas formas.

Me contorsiono hasta alcanzar sus labios. Lo beso con dientes, lengua y mejillas. Lo beso con todo.

- No me esperaste para bañarnos juntos.- retira el dedo de mi interior y me empala de una estocada y me hace gemir.

Sus estocadas son violentas y necesitadas y llevo una mano a mi erección y me la acaricio. Me aúpa y enredo mis piernas en su cadera, lo siento más adentro. Más profundo.

Gimo su nombre en el orgasmo, solo su nombre y se, que se ha tatuado a fuego en mi piel y en mi corazón.

Mi corazón.

Siento que lo amo, puede ser precipitado y loco, pero lo amo...

Lo amo.

Mierda, lo amo.

***

Camino como vaquero, los niños y niñas me miran raro. Ana se ríe y Rosa tose intentando calmar la carcajada que quiere abandonar su pecho.

- Ni una palabra- les advierto con un dedo acusador apuntándolas.

Ambas se encogen de hombros, mientras veo como la pequeña y hermosa Abril jugar con sus amiguitas.

Y me mira, y entonces, recuerdo a su tío y todas las cosas no aptas para menores que hicimos ayer.

Al final se fue cerca de las dos de la mañana, por lo que he descansado poco y tengo el cuerpo muy agarrotado.

Y recién son las 11 de la mañana.

La mañana ha pasado lenta. Muy pero muy lenta.

Y yo solo quiero verlo... ojala venga a buscar a su sobrina...

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⏰ Última actualización: Aug 13, 2017 ⏰

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