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Capítulo 4.


-Taemin, anotaste bien la dirección, ¿Verdad? -dijo preocupado su mejor amigo al otro lado de la línea.

-Sí Bummie, no tienes de que preocuparte, está todo bajo control. -contestó el pelinegro, sonriendo esperanzado con encontrar trabajo.

-Oh claro que hay que preocuparse teniendo a un mejor amigo tan despistado como tú. -ironizó el rubio.

-Esta vez créeme, está todo genial.

-Está bien, te creo y por favor trata de llegar en horario porque la empleada principal de la casa está muy contenta y ansiosa de conocerte.

-Oh que bueno, ojalá quede para el puesto.

-Quedarás. -le dijo su mejor amigo haciéndolo sonreír de la alegría, podría ayudar a su madre económicamente y eso lo hacía realmente feliz.

-Gracias por preocuparte tanto por nosotros.

-Taeminnie, eres mi mejor amigo, ¿cómo no hacerlo? Tu madre es como mi segunda madre, no dudes de aquello... son mi familia y haré todo lo que esté a mi alcance para ayudarlos.

-Gracias, de verdad. -sonrió el pelinegro, no se cansaba de agradecer.

-No tienes nada que agradecer, no llegues tarde Lee.

-Como digas mamá. -bromeó Taemin haciendo reír a Kibum por el apodo. -Hablamos más tarde.

-Está bien, mucha suerte mi niño. -Taemin agradeció de nuevo ante las palabras de su mejor amigo y sin más cortó la llamada.


Sacó una mochila y una campera de su placard, en la mochila puso cosas que probablemente necesitaría después, como libros, sus auriculares y algunos caramelos y chocolates que mantenía guardados en su habitación ya que era un chico que tenía mucho antojo por lo dulce y de vez en cuando estaba bueno cumplir aquellos antojos. Se puso la campera encima, guardando su celular en el bolsillo, se colgó la mochila y sin más salió de su habitación, tenía que llegar temprano.

-Hijo, ¿ya te vas? -preguntó su madre con un rostro triste, no le gustaba nada que su hijo comenzara a trabajar.

-Si. -le sonrió Taemin, intentando que su madre no se sintiera culpable.

-¿Quieres dinero para el taxi?

-No ,no, madre no. Ni lo sueñes, no podemos seguir gastando dinero. Sin duda me iré en colectivo, total el barrio no me queda tan lejos.

-¿Seguro? -preguntó la mujer mayor con un rostro aún más lamentable.

-Seguro. -asintió Taemin. -Es más, ya me voy porque no quiero llegar tarde.

-Suerte cariño, de verdad. -le sonrió tiernamente la mujer, besando las mejillas de Taemin como si aún fuera su niño pequeño.

-Gracias mamá. -le sonrió su hijo como modo de agradecimiento y salió de su casa un poco más corriendo para poder alcanzar a llegar a la parada del colectivo a tiempo y evitar tener que esperar otro por su retraso. Con suerte llegó a tiempo y cuando menos lo pensó ya se estaba subiendo al correspondiente colectivo. Se sentó en uno de los asientos que por suerte estaban desocupados y empezó a escuchar música con los auriculares, cuando vio que estaba llegando a su destino se paró y tocó el timbre para que el chófer parara, cuando se detuvo el colectivo las puertas se abrieron y Taemin bajó tranquilamente. Le faltaban dos cuadras que caminar pero eso no era nada para él ya que estaba acostumbrado a caminar aunque tampoco le agradaba la idea por el sueño que sin falta lo comenzaba a invadir, sabía que esto pasaría porque estaba muy malacostumbrado con el tema de las siestas por la tarde, pero era algo que debía modificar de su rutina, si quería ver a su madre bien tendría que modificar tal habito.

Diferentes [JONGTAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora