Diferentes [JONGTAE]

[43] FINAL.

Capítulo 43. [FINAL]

POV. Taemin

-Dios Jonghyun, no puede ser que te hayas enfermado justo ahora, pareces cualquier cosa menos una persona. –lo destapé, sacándole todas las sábanas de encima, lo escuché renegar y suspiré, cruzándome de brazos. –No, no, nada de renegar, vamos a la ducha.

-Agua fría por favooor.

-Sí, agua fría, pero para sacarte esa vagancia que llevas encima. –estiré sus manos empujando hasta hacerlo levantar.

-Ughhh, dios. –suspiró profundo y yo hice más fuerza para que se quedara más firme y así pasar su brazo por mis hombros, sosteniéndolo junto a todo el peso de su cuerpo. Apenas entramos al baño dejé salir el agua fría de la regadera y comencé a sacarle la ropa.

-Eres peor que nuestra hija Kim Jonghyun. –suspiré. –Hagamos de cuenta que tengo dos hijos en vez de una sola. –él rió negando. –Ahora despacio, el primer pie. –me hizo caso. –Ahora el otro. –entró del todo a la ducha y su cuerpo tiritó enseguida.

-¡AY TAEMIN ESTO ESTÁ HELADO! –gritó queriendo salir y yo reí.

-No, no, nada de salir. –seguí forcejeando contra su cuerpo hasta que escuchamos a nuestra hija llorar. –Oh dios, es Franccesca. –cerré mis ojos, suspirando. -¿Podrás bañarte sin mi ayuda? –Jonghyun solo asintió haciéndome una seña para que me fuera a atender a nuestra hija.

Literalmente corrí hacia la habitación de nuestra beba y la alcé en mis brazos.

-Owww mi pequeña, ¿Qué pasa? –simulé un puchero. –Agh, tu padre te hizo un peinado muy feo, vamos a cambiártelo. –ella rió un poco, contagiándome su risa, la llevé hasta su cambiador y la senté allí, saqué sus coletas y la peiné de mejor manera, poniendo más coletas de colores en su rubio cabello. –¡Ayyy pero que preciosa! –ella volvió a sonreírme. –Uhmm... a ver, voy a fijarme si te has hecho popo encima. -acerqué mi nariz a su pañal y pude darme cuenta que aún no había hecho sus necesidades. –Bueno, aún no es la hora de cambiarte. –le sonreí y la alcé para ir a la cocina. Cuando entramos Solji nos miró con una sonrisa y me extendió su mano con la mamadera en ella.

-Señor, la he escuchado llorar apenas despertó y supuse que quería que le hiciera la leche. –yo asentí agarrando la mamadera.

-Gracias Solji. –ella me sonrió y yo me di vuelta para volver a la habitación de mi niña y así darle de tomar su última mamadera ya que siempre era de pasar de largo hasta la madrugada. Aunque esta noche, esa rutina se verá interrumpida. Ya sabrán por qué.

Me senté en el sillón rosa que estaba en la esquina de su habitación y comencé a darle de comer, mirándola con una sonrisa, mirándola con amor... Gracias a dios todo había salido perfecto, la gestación subrogada había sido un éxito, pero para ser sincero, la vivimos con muchos nervios.

Después de unos años de decidir y proyectar el formar una familia en aquel restaurante, nos decidimos por viajar a estados unidos para poder realizar todos los trámites y poder conseguir a una mujer que fuera de nuestra confianza para poder hacer todo esto. Entre tanto lío en la clínica pudimos encontrar a Jiyeon, una mujer realmente hermosa y muy amable que nos brindó su ayuda. Pudimos establecer un vínculo precioso y de esa manera armoniosa la acompañamos en todo este proceso que fue hermoso.

No existía día en el que no estuviéramos allí con ella, no existía control en el que no la acompañáramos, estuvimos en todo momento, allí con ella que tanto estaba haciendo por nuestra hija. Ser madre no es fácil y, sin embargo, ella llevó nuestra hija dentro suyo nueve meses, todo por nosotros.