Capítulo 3: Mi primer pokemon

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En la cocina se encontraba Yveltal, con una pequeña caja de color blanco, envuelto con un bello listón, esperaba que alguien pasara por ahí, no era para su esposa, era para  Gardevoir, normalmente está especie de pokemon son muy cercanos a sus entrenadores y ha su descendencia.

Pero este día era especial, era el aniversario número  16, conmemora  el día que ellos se conocieron, aunque un pokemon que posee a otro, eso no muy normal, pero para Gardevoir el era especial.

De repente Gardevoir llegó a la cocina, y Yveltal la sorprendió por detrás, y menciono

— Hoy es un día muy especial hoy hace 16 años te conocí gardevoir.

— Gracias Yveltal, pero no creo que sea necesario, además mi mejor regalo es estar a tu lado, en el sentido de estar a tu lado, pero donde está Xerneas

Pero su voz parecía aterrada, miraba de lado a lado, no era una conducta normal, como si alguien la estuviese vigilando, Yveltal suspiro y le dijo

— No te preocupes, ella no volverá hasta mañana, además sabía que tenía una sorpresa para ti

— Gracias, pensar que todo ese tiempo vi a crecer a Kate, sabes yo la considero como mi propia hija, y aunque sabes está en mi naturaleza cuidarla

— No te gustaría recordar el momento que te conocí, cuando te encontré en aquella ruta

— Está bien, siempre y cuando no menciones lo de tu ya sabes que

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En medio de una ruta en bosque, estaban dos personas, ellos eran Serena y Yveltal, ha este último lo habían levantado a las 4 de mañana, su amiga de mucho tiempo lo obligó a salirse la comodidad de tu casa, pero aún así estaba apunto de caerse al piso  por culpa del sueño.

— Oye Serena, que hacemos aquí, además son las 5 de la mañana

— Cómo la actual campeona de la región es mi deber investigar acerca de los pokemon de la región

— Y yo que tengo que ver

— Necesito de tu habilidad para hablar con los pokemon, ósea eres un pokemon pero estás más calificado para este trabajo

— En que sentido capacitado

Le respondió Yveltal, pensaba en como escapar de esta situación, aún más, en una excusa para decirle a Xerneas  por que estaba desaparecido, pero solo asintió

— De hecho, eras al único que no tenía planes para este día, y como Kalm estaba ocupado recolectando datos para la pokedex, así que por eso estás aquí

— Pero Xerneas no lo sabe, sabes como se pone cuando se preocupa

— Sabía que dirías algo así, pero Xerneas ya sabía que estarías con migo, además te preparo un almuerzo que tengo en mochila

Ahí se había ido última esperanza de escapar de ahí, pero se preguntaba como fue que  su prometida  lo había  traicionado, más tarde hablaría de ello

— Ya lo tenías todo preparado, bueno en que te puedo ayudar

— La verdad en nada, sólo no tenía quien me acompañara en este viaje, sabes extraña cuando estábamos de viaje, las veces en las que rompíamos las leyes de la lógica

Era verdad que yace años que no salían de aventuras, su vida como humano le ocupada bastante tiempo, pero no se enojó, reflexionó a cerca de está situación, pensando que era hora de un descanso de su rutina cotidiana le respondió

— No tenías que hacer esto, sólo me hubieras dicho, habría ido con tigo, yo también extraño nuestra antigua vida, como la vez que casi te acuestas conmigo

— Si que tomas enserio lo de aquella vez

Serena mencionaba esto mientras sostenía del cuello a Yveltal, el cual sólo se reía de la situación, Serena se calmó y bajo a Yveltal, y le ordenó:

— Mejor explora esa hierba alta y por favor no hagas ninguna estupidez, por que te digo esto si de todos modos harás algo estúpido y bizarro

Normalmente cuando ellos estaban de viaje cosas estúpidas y bizarras les solía pasar a menudo, pero Serena ya sabía eso, así que estaría renta a cualquier cosa que estuviese haciendo, pero Yveltal en cuclillas miraba la hierva alta

— A ver si yo fuese un pokemon y es que lo soy, donde estaría, no hay nada por aquí así que mejor me voyyyyyyy.....

Esas fueron las últimas palabras de Yveltal quien había caído del risco en el que se encontraba, hasta que reaccionó 

— Oye que me pasa, soy un pokemon que puede volar, un momento.

Ahí se detuvieron sus palabras, había golpeado una rama que crecía del risco, se desmayó, su cuerpo seguía rodando hasta que cayó a un río cercano, por suerte su cuerpo flotaba bastante bien, y había caído boca arriba, por que podría respirar, ya que el cause del río era bastante tranquilo.

Era de noche, Yveltal  al fin se encontraba en tierra, pero estaba consiente, observó a sus alrededores, se asombró por que no reconocio nada de su alrededor, al revisar su cuerpo, tenía una pierna fracturada, una lesión  bastante grande, aunque no le dolía, era bastante extraño que no pudiera abandonar su forma humana, aunque se hubiese perdido Xerneas lo podría rastrear, pero mientras estuviese en su forma humana eso sería imposible, sus preocupaciones empezarían a aumentar

De lejos logró observar aún pequeño Ralts, podía salvarse y contadas sus fuerzas le habló

—Oye espera no te vayas me podrías ayudar, No me puede mover, podrías usar tus poderes para ayudarme.

La desesperación de Yveltal estaba alta, el pokemon con pequeña y dulce vos le respondió.

— Qué extraño, he visto muchos humanos, pero tu eres diferente no pareces un pokefilico, como se que cuando te ayude no me harás daño

— En primer lugar, si y no soy un humano, de hecho soy Yveltal, un pokemon legendario, pero los pokemon legendarios nos convertimos en humanos para pasar de inadvertidos, y vivir vidas tranquilas, el hecho es que estaba en una investigación, pero tropecé y caí, no se cuanto tiempo ha pasado

— ¡Enserio eres un pokemon legendario! , dime que se siente tener tanto poder, vivir para siempre, conociste ha Arceus cuentame todo-

— Está bien te lo contaré, pero primero ayúdame-

— Okey

Ralts se acercó a la pierna rota, un aura de color verde la rodeaba era el movimiento pulsos cura, su herida empezó a cerrarse y luego le dijo

— Esto te ayudará a que puedas caminar pero te recomiendo descansar por ahora, yo sólo venía por vayas y te encontré aquí, y ahora me contarás que se siente ser un pokemon legendarios

— Está bien tu ganas, que quieres que te diga

— Pero aquí no, acompañame  a donde  vivo  así estarás más cómodos, tu sólo seguime

Yveltal empezó a seguir lentamente a Ralts, la siguió hasta una pequeña cueva, parecía bastante acogedora, se sentó en un rincón de la cueva, empezó hablarle acerca de quienes era y que era lo que controlaba con sus poderes, la pequeña Ralts, parecía bastante emocionada por las anécdotas de Yveltal, así siguió por un buen rato, hasta que el pequeño pokemon se quedó dormido, se durmió el también, esperame el día siguiente como es que saldría de ahí.

CONTINUARÁ..........

Gracias por leer, está el primera revisión de este libro, como sabrán corrijo errores  ortográficos y cambio el tipo de narración de la obra, este libro ya se acerca a las 500 lecturas me gustaría que llegará a más de mil como el primer libro, gracias por todo,
Hasta el siguiente capitulo

Yveltal 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora