《Tiempo》

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Pov de Lance.

Me acercaba al agua sin mucho entusiasmo pero con cierto ánimo para recibir a Keith. Para verlo y despedirme... Él ya sabia sobre que ése día sería mi marchar pero también que regresaría para seguir con él... Sus ojos llenos de ilusión y alegría me parecían de los más lindos. Como dos bellas constelaciones unidas por una estrella fugaz que desprenden un color admirable que en esté caso, son sus ojos.

Sin mas que pensar me metí al agua para acercarme al azabache quien yacía oculto en el agua, al menos su nariz y parte de abajo lo estaba. Me parecía un tanto tierna y divertida la acción. Como un pececito oculto para que alguien no le encuentre pero a la vez... Desea ser encontrado.

Estando lo suficientemente cerca comencé a hablar.

-Keith, de verdad te voy a extrañar pero que sepas que jamás te olvidare y regresaré lo más pronto que se me sea posible.- dije sincero y sin problema alguno.

-Espero volverte a ver... Y-Yo igual te extrañaré. - note que se le dificultó decir eso. Probablemente por la vergüenza o por qué no está para nada acostumbrado decir lo que siente. Sus mejillas se tornaron un rojizo muy notable y sus ojos parecían bellos cristales reflejando su máximo brillo. Simplemente su carita me resultaba de lo más tierna y admirable.

Sus largas pestañas, su pequeña y adorable nariz, sus suaves y tiernas mejillas así como esos hermosos y destellantes ojos color púrpura son y eran demasiado para mí...

De verdad, detestaba irme lejos de él . Aborrecia el simple hecho que cada tarde ya no me reuniría con él. Que ya no estaremos cerca  uno del otro. Tan decepcionante pero... Me aseguraba que el próximo verano haría hasta lo imposible por volverlo a ver.

No resistí y lo abracé, tan fuerte que parecía posesivo pero a la vez, tan débil por que temía romperlo con ese simple acto que mostraba mis mas sinceros sentimientos y algo más cariñoso. Su respiración a un costado de mi cuello. Su fragancia muy dulce pero para nada empalagosa. Única y singular. Mis dedos se enredaron en esos cabellos negros, una oscuridad que parecía un universo que brillaba gracias a las galaxias y estrellas. Tan negro como las alas de un cuervo. Pero a la vez tan suave como un bombón  bien hecho. Que dejaba un sentimiento de jamás querer detener esos toques ni en su cabello, y tampoco en abrazarlo.

Mi corazón se aceleró como solía hacer desde que conocí al tritón, mi pecho embriagandose en una calidez abrumadora pero espectacular al ver como me correspondía el abrazo y acomodaba su cabezita en mi hombro. Casi acurrucandose. Sentí sus brazos rodear mi cuello. Tan afectuoso y tierno.

Tan... Keith.

No negaba que la despedida no fue del todo mi agrado, pero al menos pude tener un momento grato con el pelinegro.

No sé cuánto duro aquel abrazo tan significativo para mí, quiero decir, para ambos. Pudo ser un eternidad no tan eterna, o unos cuantos minutos en realidad. Sentía que entre más pasaba el tiempo, más lo atraía contra mi cuerpo para no querer soltarlo.

Era muy confiado. Me permití darme el lujo de decirle cierta cosa sin miedo a que reaccione de una manera que me humille o avergüence.

-Te quiero Keith. - le dije con tanto sentimiento. De seguro si mi familia me escuchará decir eso no sabrían si yo soy aquel niño que nunca ha dicho un te quiero mas que a su madre.

Aunque mi cuestionamiento sería, ¿Cómo no decírselo? A tan bella y misteriosa criatura.

-Quiero darte eso. Cuidalo, es muy importante y especial.- me dijo mientras me entregaba una clase de cadena compuesta por un fino hilo dorado y como dije, un caracol de un extraño pero bello azul. Tuvimos que separarnos del abrazo.

"AMOR ETERNO" (Klance)(Laith)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora