Capítulo 3

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La chica estuvo un par de horas decidiendo junto a sus amigas, que era realmente el concepto de "cómodo" para Bankotsu, y sobre todo que fuera algo acorde para esta pequeña cita, al final se decidieron por un jean negro entallado con tajos en las rodillas, convers azules, una remera ajustada de sus pechos, escogida por Kagura, de color azul con la frase "Do it" y un poleron con cierre negro, lo usaría abierto así podrían ver sus atributos, estaba bastante casual y usaría su cabello suelto, rímel y nada de labial, ya sabía que al moreno eso no le gustaba.

-Insisto que deberías usar algo más provocador - dijo Kagura.

-Él me dijo que usará algo cómodo, además tengo la premonición de a dónde vamos- respondió la azabache.

-¿Viste su face?- preguntó Sango.

La joven solo asintió por toda respuesta.

Esa noche, su madre fue a visitar a unos parientes así que no fue gran problema cuando la llamó y le pidió permiso para salir con las chicas, así que unos minutos antes de que llegara el ojiazul, sus amigas se despidieron, deseándole toda la suerte y que siguiera el consejo de su remera, y que claro, les contara todo.

Cuando lo vio, Kagome tuvo que tomar aire, el chico se veía jodidamente sensual, según la chica, vestía un pantalon negro, convers negras también, remera blanca y una chaqueta de cuero negra ajustada.

-Oh, luces genial, niña - le dijo apenas se encontraron- ni pareces esa mocosa de la escuela- la azabache se sentía demasiado feliz por esos comentarios- y- dijo acercándose hasta quedar centímetros de su boca - y sin ese horrible color en tus labios, sabes que me gusta natural.

La azabache pensó en desmayarse, quería correr por todos lados y gritar de la alegría.

- También te ves...bien y ¿Gracias? -tenía que mantener su postura, así que no tomaría del todo eso como una señal.

- Es que yo siempre me veo bien- respondió arrogante- y claro que deberías agradecer, vamos, traje este casco especial para ti - le tendió un casco blanco de conejo.

- ¿Es una broma?

-No- respondió, dándole una sonrisa socarrona- lo conseguí con uno de mis amigos, Jackotsu- explicó, Kagome solo suspiró y se lo puso sola esta vez.

-¿A donde vamos?

-No te hagas que ya lo sabes, sé que me stalkeas de un facebook falso- a la joven no le salían las palabras- no trates de negarlo, me enteré de casualidad por Miroku, se le salió a tu amiga- Kagome juró para sí misma matar a Sango- y hablando de eso, te acabo de agregar, así que espero que aceptes rápido, y regresando al tema, iremos a una carrera, me toca competir, como es súper temprano, iremos a una previa en casa de Jackotsu, después nos iremos al encuentro.

-De acuerdo- dijo Kagome, tenía mucho que procesar, y estaba tan nerviosa que decidió no pensar tanto, solo vivir ese momento que veía como un sueño.

-Y, oye, en serio te ves bien así, natural, te caes de buena con esa remera, ven, vamos.

Cómo rayos se suponía que iba a mantener la compostura si el moreno le decía ese tipo de cosas, pensaba la chica, mientras se subía a su moto y agradeciendo que esa vez fuera con pantalones, la noche no estaba tan fría, pero aún así temblaba, claro eran solos los nervios.

Llegaron a la casa del amigo del ojiazul, se escuchaba música ligera, y habían tres motos estacionadas afuera.

-Al fin llegas, hermano- dijo animadamente Jackotsu - hola, Kag- saludó.

-Hola, gracias por el casco- agradeció la chica, ya se habían topado en algunas actividades del baile el año pasado, él joven le parecía de lo más simpático, pero nunca entabló una amistada con él.

¿Amor platónico? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora