Capítulo 44

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Suelto un largo resoplido y me dejo caer en la cama junto con ella, ambas mirando al techo sin decir nada.
Después del beso con Jason no he dicho ni una sola palabra, sigo en shock, él me dejó sola en la playa después de eso diciendo un «lo siento» que aún no entiendo, para el maldito colmo la hueca de Cristal miro todo y quiso saber todo con lujo de detalle, pero como dije, no dije absolutamente nada de nada pero ella no se sintió ofendida ni nada por el estilo, en cambio, se puso a hablar deliberadamente sobre ella y James. Sigue viva gracias a las chicas.

Pero quizá para mañana ya no haya más Cristal en esta casa.

Lo bueno es que hoy habrá una gran distracción en la playa, en unos minutos de hecho, no recuerdo la última vez que asistí a una fiesta... Creo que fue aquella vez en New Orleans, cuando pintaron al perro de la señora Trump y ese enano quedó en el horno de nuestra vieja casa, aún me pregunto cómo llegó ahí.

—Alissa, superalo.

Suelto un suspiro.

—Sólo fue un beso de ese tipo, no es como si te hubieras enamorado perdidamente de él—volteo a verla y ella a mí con las cejas arriba.—¿Verdad que no?

Aparto la mirada y me levanto de un brinco para ir al armario por lo que voy a ponerme para la fiesta a la que nos invitaron.
La verdad es que solo me deje llevar por el recuerdo de James con esa perra, Jason es más que atractivo sí, pero...Pero. Bueno sí, sentí cosas raras

—¿Alissa?

—¿Short o falda?—le muestro las dos prendas, ella me mira mal y se levanta cruzándose de brazos.

—No me cambies de tema, ¿Sentiste algo con Jason?

—Sí, creo que el short está mejor—lanzo la falda lejos y tomo una blusa para luego dirigirme al baño pero Perrie me toma del brazo.

—¿Te gusta Jason?—ruedo los ojos.

—No, Perrie, tranquilizate un poco, sólo fue un beso...—me suelto de su agarre y sigo mi camino.

Suelto un suspiro ya adentro y me quedo recargada en la puerta unos segundos. Es que no puedo superar ese beso, fue más que increíble he de admitir, pero en parte me siento mal porque se supone que eso no debía pasar, el plan era dar celos a James y los besos no estaban en ese plan ni mucho menos esas sensaciones.

Oigo decir a Perrie que me espera abajo, no contesto, me termino de cambiar y recoger mi cabello dejando algunos mechones de fuera, los cuales odio pero no puedo hacer nada con ellos.
Salgo del baño para buscar mis tenis pero me quedo paralizada al verlo parado en medio de la habitación, a cuatro pasos de mí y de repente me pongo nerviosa, como si supiera lo que pasó.
Que obviamente no debe saber, a menos que su zorra se lo haya contado, porque ella vió todo.

Nos miramos sin decir nada, yo no puedo hablar, no se él, pero yo estoy demasiado nerviosa como para abrir la boca y decir algo, porque lo arruinaría todo o me vería como una estúpida, más estúpida que ahora.
Se supone que debo hacer algo, como ignorar su presencia y seguir en busca de mis tenis para irme, pero no puedo.

Comienza a caminar hacia mi y yo por ende trato de alejarlo, hasta que mi espalda toca la puerta del baño, cerrada. Se detiene a unos centímetros de mi cuerpo y rostro, trato de no apartar la mirada de sus ojos y de mantenerme firme, lo más que puedo porque es difícil cuando estamos así porque maldición, quiero besarlo.

Mis Hermanos y Yo [MISHYY #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora