Capítulo 46

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—¡QUE DEJES ESO, ES MÍO!

—¡YO LO VI PRIMERO!

—¿A SÍ? ¡PUES YO YA LO LAMÍ AYER!

—¡QUE PUTO ASCO RYAN!

Hago una mueca y suelto un gruñido. Ya están volviendo, se supone que son vacaciones, ¿No pueden no gritar? ¿O pelear en silencio? Los demás necesitamos dormir maldición.

—¡TENGO HAMBRE!

Resoplo. Tomo mis cobijas y salgo al balcón para dormir ahí.

—¡El agua está helada animal!

—¿¡Quién te entiende!?

—¡Eres increíble Aidan!

—¡Lo sé!

Ruedo los ojos. Esos no parecen novios.

—¡Idiota! Llamaré a Alissa.

—¡Llámala! Me importa un comino.

Me levanto de un salto y lo localizo rápidamente con la mirada, me quito mi pantunfla y se la lanzó dándole en el hombro, él frunce el ceño y voltea a verme dando un salto del susto.

No podré dormir, tendré que bajar a calmar a los gemelos rubios, hacer el desayuno para todos y después... Podré subir a dormir, sí.

Al salir al pasillo me encuentro con Shawn con una cara de tan pocos amigos, pero muy pocos. Qué va, yo debo tener la misma cara, con menos amigos.

—¿Gemelos o desayuno?—pregunto y él solo alza el dedo índice indicado que el va con los gemelos y yo a hacer el desayuno.

Suspiro.

—¡Alissa, Evan me quiere golpear!—exclama Paul y pasa junto a mí entrado a mi habitación, segundos después aparece Evan con la cara pintarrajeada con plumón. Sonrío.

—¿Has visto a tu copia?—coloca sus manos en sus caderas, asiento y señalo mi habitación.—gracias lindura.

—No hagan desastre o limpian..

Bajo las escaleras a paso lento. No quiero cocinar, sólo quiero dormir, ¿Cómo es que ellos están tan frescos? Dormimos hasta tarde, como a las cuatro, malditos.

Entro a la cocina y veo a Dylan acercarse a la estufa con un encendedor, asustada me acerco a él rápidamente y se lo arrebato de las manos.

—¡Qué te he dicho sobre la comida Dylan!

—Que no me meta a la cocina hasta que tú despiertes porque no quieres morir en un incendio o explosion con tu cuerpo hecho pedazos.

—¿¡Y entonces que estabas haciendo!?

—¡Muero de hambre!

—¡Y yo también!—exclama mi hermano.

Ruedo los ojos y me doy la vuelta para encender la estufa mientras los dos hambrientos me acercan los ingredientes de lo que quieren desayunar.

Mis Hermanos y Yo [MISHYY #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora