Creo que se llama: "Amor"

24. Detective con suerte

– Déjame ver si lo entendí todo, entonces luego de tu altercado con Erik: ¿fuiste ascendida?

– Sí. Debí haber buscado pelea con un superior hace tiempo.

– ¡Deja de bromear! Erik es... diabólico.

Claire y yo estamos sentadas en las sillas de una de las mesas de la cafetería de la Central. Claire ha estado muy nerviosa desde que fui ascendida a detective esta mañana y se lo conté.

– Tranquilízate – me meto otra papa frita a la boca –. Ñam, ñam. Sé que no lo hizo con las mejores intenciones. Estaré pendiente.

– Gia, conozco a Erik. Esto es malo, muy malo. Ponte seria.

– Estaré bien... siempre y cuando me haga llegar mi insignia de detective pronto.

– ¡Gia! ¡Ya basta! ¿Estas siquiera escuchan...?

Apoyo mis manos sobre la mesa y me levanto bruscamente.

– Te he escuchado fuerte y claro, Claire. ¿Qué se supone que haga? ¿Qué renuncie y salga corriendo? ¿Qué lo denuncie por sospechar de él? No estamos seguras que él haya tenido que ver algo con esto. Sé que estas nerviosa, yo también lo estoy; pero no puedo hacer nada por el momento.

Me vuelvo a sentar.

Hay pocas personas en la cafetería a estas horas. Nadie parece haber notado nuestro altercado. Solo están sentados algunos agentes devorando hamburguesas y en otra mesa lejana esta Violet, tomando un jugo con pajilla y leyendo un libro. Nadie nos mira.

En ese instante aparece Duclou. Solo lleva puestos una camisa crema, corbata negra, pantalón oscuro con zapatos a juego. Es curioso cómo le puede cambiar la apariencia sin su inseparable mandil. Ahora parece un hombre completamente normal saliendo del trabajo. ¿Quién diría que se dedica a rebanar cadáveres para ganarse la vida?

Duclou se dirige a la caja y luego recibe su pedido: una hamburguesa con porción de papas. Lleva su bandeja a una mesa apartada y luego empieza a mordisquear las papas.

– Lo siento, Gia – Claire hace que mi atención vuelva a ella –. Cambiemos de tema, ya que el Doc está aquí: ¿Por qué no le pides el favor de llevar a Len a la fiesta?

– Tu pedido tiene mucha lógica Claire, dado que él sabe disimular y se mantiene impasible ante todo. Solo hay un pequeño problema: no está invitado.

– ¿En serio? Pero creí que...

– Dije que no, Claire.

– ¿Dijeron "fiesta"?

Violet se nos ha acercado sigilosamente y ahora está sentada en el que antes era un asiento vacío de la mesa redonda en la que estamos reunidas. Observa a Claire de pies a cabeza, literalmente. Luego me dirige una enorme sonrisa.

– Felicidades, querida Gia –. Se estira desde su asiento y me abraza –. Tu ascenso es más que merecido, es una prueba de que sin importar cuan desordenado puedas tener tu escritorio, demorados los informes y cuanto desacato tengas a los superiores, siempre podrás seguir adelante y triunfar.

Observo a Claire por sobre el hombro de Violet, que continua abrazandome. Ella me mira interrogante.

– Claire, esta es Violet la encargada de comunicaciones en la Central. Violet, ella es Claire, oficial recién integrada al...

– Sí, sí, mucho gusto – se despega de mí y le da la mano –. Ahora, ¿mencionaron alguna fiesta? Sin duda no hay mejor forma de celebrar un ascenso que con una fiesta. Déjenme ayudarlas. Las fiestas son lo mío.

– Bueno, antes que nada Violet, debo aclarar que no es una fiesta cualquiera: es el aniversario de Len y...

Se oye el sonido que da paso a un comunicado, luego la elegante Mic aparece proyectada desde mi pulsera: "Detective Clouven, se la solicita en recepción urgentemente. Gracias"

– Ve tranquila, Gia – me dice Violet mientras toma del antebrazo a Claire y se pega a ella – nosotras nos encargaremos de todo.

Me levanto y me marcho rápidamente. Las últimas palabras de Violet solo hacen que mi ansiedad se dispare. Al dirigirme hacia la salida, observo que Duclou ya no está en ninguna parte.

Cuando llego a la recepción, Mic me dirige una mirada que solo puedo interpretar como espectante. Desvío mis ojos de ella y me topo con Tanner, un grupo de tres oficiales que no conozco y Duclou.

– Clouven ve con ellos a la dirección de Raymonds y Clansbury. Hoy es tu día de suerte: ya tienes tu primer homicidio.