17. No somos niños

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Al día siguiente, amanece lloviendo fuertemente. Mientras me acerco a la ventana de mi departamento y apoyo mi frente contra el cristal pienso ¿Qué demonios les puede estar cruzando por la cabeza a los controladores? Son los encargados del manejo y programación del clima de todos los días; y se les ocurre poner lluvia en época de nevadas.

Observo como caen las gotas y como algunas golpean el vidrio...

Miro al cielo. Si se pone atención se puede ver claramente los paneles pentagonales del domo que se encuentra cubriendo a la ciudad por completo. Es gracias a ellos que se puede controlar el clima: cada panel es como una gigantesca pizarra donde se puede plasmar el color del cielo, forma de las nubes, etc y son las microceldas que contiene las que permiten enfriar o calentar la ciudad según el clima designado.

En clase de historia nos enseñaron que hace mucho tiempo, las ciudades no tenían domos reguladores, ya que no los necesitaban; pero a medida que el clima fue cambiando volviendo a la superficie del planeta muy difícil de habitar, los domos fueron necesarios.

Actualmente se puede vivir fuera del domo, pero es muy difícil debido a los constantes cambios de temperaturas extremas, los vientos huracanados y fenómenos naturales. Generalmente se usa para cultivos.

Bueno, hoy es el día. Debo hablar seriamente con Jhon.

Se me ha hecho tarde, así que tomo el deslizador aéreo, es como una especie de cabina cristalizada que adecua su tamaño al número de pasajeros que lleva y arriba en cuestión de minutos a cualquier lugar que este dentro de su programación. Normalmente tomo otro medio de transporte porque me dan pánico las grandes velocidades a la que llega y las alturas.

Una vez en la Central me dirijo a la unidad de Jhon. Sé que está dentro. Cierro los ojos y me preparo para entrar. Acerco mi mano al pomo de la puerta cuando escucho el grito más aterrador para un ser humano: el grito de su jefe.

El capitán Tanner se dirige a mí con sus ojos echando chispas, seguido de Mic. Nunca la he visto fuera de recepción...lo que sea de lo que me culpe ahora: es grave.

– ¡¡Clouven!!

– ¿Señor?

– Mic me ha estado informando de tus fallas y atrasos, pero no entregar las grabaciones de tus patrullajes de la semana ha sido la gota que derramo el vaso.

Me petrifico. Ayer me marche sin extraérselas a Len. El capitán levanta un dedo amenazadoramente y lo mueve de un lado a otro a la altura de mi rostro.

– ¡Una falla más! ¡Solo una! ¡Y te degrado! ¿Oíste? – empieza a respirar pesadamente.

– ¡Sí, señor!

Estoy iniciando mi retirada cuando siento como Tanner posa su inmensa mano en mi hombro y me mira serio.

– ¿A dónde crees que vas? No creas que vine hasta acá para darte una simple advertencia: te tengo un trabajo muy especial.

En todos mis años de servicio jamás lo había visto sonreír tan alegremente. Mi piel se eriza y dejo escapar un chillido inaudible.

– Hay un encuentro de P.C.C.A. (Policias con Compañeros Androides) en una ciudad vecina, irás con Claire Schetter al evento. Después de todo necesito que alguien te vigile.

– Señor, con todo respeto...

– ¡No me repliques! Tú, tu chatarrra y la nueva se van en el primer transporte que salga mañana a primera hora ¡Vas y punto!

Le hago un saludo. Él se retira. En ese preciso instante sale Jhon.

– Jhon...

– Hola Gia.

– ¿Por qué te fuiste así ayer? Fue completamente injustificado.

– ¿Injustificado? ¿Es injustificado el que me fuera para poder darte vía libre?

– ¿De qué hablas? ¿Vía...?

– ¡Por favor, Gia! Hasta para mí fue muy evidente ayer: ¡te gusta Derek! – dice Jhon señalando con el brazo en dirección del área forense.

Me pongo roja. Empiezo a cerrar y abrir la boca cual pez. Finalmente logro reaccionar.

– ¡¡Pero qué dices!! Es imposible. ¡No es cierto! – le grito.

– Gia, no somos niños para...

– ¡Dije que no es cierto! ¡No, no, no y no! – me le acerco más.

– ¡Te gusta! – se me acerca y me mira desafiante.

– ¡No!

– ¡Si!

– ¡Que no! ¡No me gusta! ¡Muerta en acción antes que gustarme!

– ¡Que sí! ¡Si! ¡Te! ¡Gusta! ¡Santo Cielo!

– ¡Muerta, despedida, arruinada, humillada, con Len como lavadora antes que gustarme!

– ¡Pruébalo!

Antes de darme cuenta lo tomo por el cuello de la camisa y le doy un beso apasionado. 

Al principio noto su asombro, pero me corresponde de inmediato. Sus labios y los míos encajan perfectamente, él parece hambriento.


– Ejem. – Alguien carraspea.

Lo aparto inmediatamente, le doy la espalda y miro al suelo. Del otro extremo del pasillo se encuentra Duclou observándonos.

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Nota de la autora

Primero que nada, muchas gracias por las lecturas y los votos que le han dado a esta extraña historia (XD). En serio les estoy agradecida. Gracias.

Como habrán notado, las imágenes que pongo al inicio de cada capítulo son relativas a este. En este capitulo puse la imagen más parecía a como imagino que sería el centro de la Central de Policia donde los personajes trabajan: La Central tiene forma de "U", por lo que así imagino que sería más o menos, el pequeño jardín en medio de esta.

Lamento la tardanza en actualizar la historia, pero la Universidad no me dejaba mucho tiempo libre. En fin, espero este capitulo les haya gustado, y si fue así o les saco una sonrisa no duden en votar (¿por favorcito? XD). Actualizaré mas seguido y daré mas datos sobre curiosidades de la historia ahora que tengo algo más de tiempo libre. Gracias :) 

Cambio y fuera.

Creo que se llama: "Amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora