39. El caso

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¿Cómo que desaparecidos? Esto no puede estar pasando...

Intento aclarar mis pensamientos, pero no puedo hacerlo. El taxi va tan rápido como puede, pero no lo suficiente para mí.

– Tengo un mal presentimiento, Derek.

– Lo sé, pero debemos ser positivos.

Llegamos a la Central luego de un tiempo. Espero ver un gran ajetreo en la misma recepción, pero solo esta Mic.

– Bienvenida, Detective.

– ¿Dónde está todo el mundo?

– Diríjase a la oficina del capitán, por favor.

Claro que iré donde el capitán. ¿Una oficial desaparece y todo el mundo está tan tranquilo? Abro la puerta sin llamar y me adentro. Tanner, Clarence, Lua y Glen están dentro, mi inesperada entrada ha hecho que todos desvíen su atención hacia mí.

Me miran entre sorprendidos y confundidos, incluso Glen me dirige una desvergonzada mirada que me observa de arriba a abajo. Mal día para querer que te tomen en serio usando un vestido rosa.

– ¡Capitán, infórmeme por favor!

– ¿Clouven? ¿Qué haces aquí?

– Mic me mandó llamar, ahora póngame al corriente.

Se miran entre ellos, parecen dudar si decirme algo o no. Derek sale detrás de mí y les dirige una mirada seria al tiempo que me pone la mano en el hombro intentando animarme.

– Hace un par de horas, la desaparición de Schetter nos fue comunicada por otro oficial – dice Tanner –. Encontraron su patrulla fuera del domo de la ciudad, al lado de uno de los caminos que salen de aquí. Cumplía una ronda rutinaria junto con 5-O-69.

– ¡¿Por qué con Len?! ¡Es mi droide designado!

– Ya no oficialmente, Gia – Lua me interrumpe y se muestra un poco apenada. – El reglamento indica que los droides deben ser designados a oficiales, y tú eres una detective ahora.

– Volviendo al tema que nos interesa – señala Glen – la patrulla estaba completamente vacía, ni ella ni el droide estaban dentro. Los analistas no encontraron nada fuera de lo común, ni huellas, ni rastros de lucha, ni nada.

– ¿Hicieron un perímetro por el lugar? Déjenme verificar el último registro de Len, seguramente...

– Estas fuera del caso, Clouven –. Tanner está muy serio y me mira directamente a los ojos, los detectives lo imitan. Glen baja la mirada.

– ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!

– Estas emocionalmente relacionada al caso, no es ningún secreto que tú y tu androide eran algo así como amigos, lo mismo va con Schetter. Tendré una charla con M.I.C. por haberte convocado sin una orden directa. Retírate ahora, te informaremos de cualquier avance y también se te hará preguntas respecto a la agente y el droide.

– Señor, por favor déjeme...

– ¡He dicho que estas fuera! – golpea su escritorio con el puño. – En cuanto a ti, Duclou, ve a tu laboratorio y...

No puedo escuchar más, Lua me toma de los hombros y me dirige a la salida. No opongo resistencia. El capitán tiene razón, no puedo participar en estas condiciones en el caso... pero eso no me quita el deseo de querer hacerlo.

La puerta se cierra detrás de mí. Esperaré a Derek, quizá pueda asistirlo en algo, o tal vez al menos despedirme, luego volveré a mi departamento y veré pasar los minutos lentamente.

Dirijo mi mirada hacia el patio, pues el pasillo tiene una ventana directa a este, estoy observando el exterior cuando un comunicado hace que la voz de Mic se escuche en todo el edificio. ¡Mic! Debo agradecerle al menos. Me dirijo a recepción.

– Hola Mic.

– Buenas tardes detective Clouven.

– Gracias por decirme lo de Claire.

– Un placer detective.

Entonces, se me ocurre. ¡Claro! ¿Cómo no lo pensé antes? Después de todo Mic es como un mega almacén de casos.

– D-dime Mic, ¿de casualidad no tienes entre tus archivos el caso de Claire?

– Afirmativo, detective. Cuento en mi base de datos con todos los sucesos reportados respecto a ese caso hasta este preciso momento.

– ¡Sí! ¿Podrías extenderme una copia de ellos?

– Me temo que eso está más allá de mis posibilidades, detective. No puedo ayudarla a menos que la orden provenga directamente del capitán Tanner...

– Oh – bajo la mirada y dejo caer los hombros. – Y-ya veo.

– ... o que provenga de un superior humano, lo cual usted cumple.

– ¡Eres la mejor Mic! Entonces: ¡extiéndeme una copia del caso Schetter ahora mismo, es una orden!

Inmediatamente mi comunicador intracutáneo recibe los documentos. Nunca antes había tenido tantas ganas de abrazar un holograma en 3D.

– Gracias Mic.

Voy a los casilleros y tomo mi arma. Sin decir nada más, salgo de Central. Estaré en este caso quieran o no.

Creo que se llama: "Amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora