Sabía bien lo que era, dado que le era imposible hacerse el tonto si incluso en los momentos en los que no lo veía, seguía pensando en él.
Era amor, tan simple y complicado como eso.
Con el frío aire matutino dándole en el rostro sudado, Izuku dio por terminado su acostumbrado entrenamiento, el cual había comenzado un par de horas antes de lo habitual. Después de una noche de dar vueltas y vueltas en su cama, sin poder detener a su ansiosa mente llena de pensamientos que no se apiadaron de sus ganas de descansar, Midoriya se resignó a cualquier intento por cerrar siquiera un ojo.
En un principio creyó que ejercitándose lograría distraerse, pero obtuvo un resultado parecido, ya que había acabado buscando dentro de su memoria hasta dar con alguno que otro recuerdo desde antes de Bakugou, que resultaba un poco difícil considerando que el rubio abarcaba mucho dentro de su mente. Pese a eso, se encontró a sí mismo hace un par de meses, nervioso por la presencia de Uraraka, que era tan amable como bonita, creyendo que definitivamente era el tipo de chica que le gustaba.
Si lo hubiese pensado en ese entonces, se habría dicho a sí mismo que era un golpe un tanto duro darse cuenta que en realidad era todo lo contrario a Ochako lo que le gustaba.
Con una mezcla de resignación y optimismo, dejó escapar un suspiro en el momento en el que abrió el grifo de la bañera, metiéndose dentro para disfrutar de un agradable baño, del cual se tomaría su tiempo, puesto que era muy temprano como para bajar al comedor a desayunar.
Se hundió en el agua, aunque no lo suficiente como para que su nariz tocara la superficie, observando como un pequeño patito de hule se paseaba por un rincón de la bañera. Se preguntó entonces, en medio del tranquilo silencio de su baño, qué haría con esos confusos pero emocionantes sentimientos, de los cuales ni siquiera sabía en qué momento habían aparecido o si es que habían estado siempre allí, debajo de otros sentimientos menos abrumadores como lo era tener deseos de besar a alguien.
Él no era como Kacchan, desde pequeño que se venía dando cuenta de ello. A diferencia de Katsuki, cosas como robar un beso o soltar frases que podían llegar a estremecer el corazón de cualquiera, era algo que se le hacía muy difícil, no al menos sin sentir que la cara se le coloreaba de rojo vivo antes de que siquiera pudiese retractarse. De igual modo, tampoco se sentía capaz de poder confesarse como el rubio lo había hecho hace un tiempo atrás, gritándole completamente enfurecido, pero confesándose, al fin y al cabo.
Sonriendo como consecuencia de aquel recuerdo, alzó su mano para agarrar al patito de hule, pero toda intención de capturarlo se esfumó tan pronto como reparó en aquel último pensamiento, que le hizo morderse los labios con una expresión de felicidad en el rostro.
No era como si lo hubiese olvidado, tan solo el recuerdo se había quedado apartado en una parte de su mente, debido a que había creído que todo era una broma de parte del mayor. Debía reconocer que al inicio había deseado que fuese una mala broma, que solo estuviese mintiendo con el fin de burlarse o algo parecido, sin embargo, llegaba a ser divertido como él mismo había acabado deseando poder oír ese tipo de palabras una vez más.
"¡Deku, maldita sea, me gustas!"
Una sonrisa bobalicona se instaló en su rostro al recordar aquella frase, que sin importar qué tan poco romántica hubiese sido la forma de decirlo, en esos momentos, en los que el cabello mojado le caía por la frente, le hacía sonreír como si fuese un tonto enamorado. Era probable que fuese uno, se dijo segundos después, en los que revivió aquellos instantes otra vez junto con todos los demás que le hacían feliz, los mismos que le producían ganas de salir de la bañera e ir corriendo adónde sea que se encontrase Katsuki, incluso si debía despertarlo y tener que aguantar sus gritos enojados.
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Explotando Corazones
FanfictionPorque el maltrato verbal y físico ya no era suficiente, no cuando Deku parecía casi inmune a estos. En otras palabras, necesitaba otra estrategia, algo mejor, y Kirishima le dio el inicio de lo que necesitaba. "-No sé, hombre, googlealo o algo." Y...