Capítulo 3. ♦

136 11 3
                                    

Killian.


No cometer errores es lo primero que te enseñan mientras creces, para la desgracia de aquellos que me criaron yo cometí demasiados a lo largo de mi vida. Conocerla fue uno de ellos, hablarle fue otro y el más grande e imperdonable error fue haberme dado la tarea de protegerla por el simple hecho de haberme fijado en ella. Esto nos lleva a la actualidad que se mezcla retorcidamente con el pasado.

La traje a este parque porque nos conocimos en un lugar similar durante sus vacaciones, aunque ella no lo recuerda. ¿El responsable de eso? Mi hermano Jim. Aunque debo admitir que en parte fue mi culpa por haberle contado La verdad.

Estamos aquí para ver si había una pequeña esperanza de que recordara aquella ocasión, o recordara el lugar en que nos conocimos aunque no sea exactamente el mismo. ¿La esperanza que tenía? Era el hecho de que pudo colarse en mis pensamientos sin que yo lo notara o le diera permiso, pero toda esperanza se fue cuando ella habló:

— ¿Por qué me trajiste aquí?

—Estar aquí me gusta, me recuerda un día especial.

Y no era mentira. Además de conocerla, ese día me di cuenta de la mentira que era el mundo a mí alrededor, me di cuenta de que tenía que luchar por aquello que creo y no por causas que otros me dicen. Ella me hizo salir del hechizo de perfección que había en todos a los que conocía, eso llamo mi atención y me hizo fijarme en ella poco a poco.

— ¿Qué día especial te recuerda? ─dice sacándome de mi ensimismamiento.

—Es un secreto.

"Es el día en que te conocí durante tus vacaciones, pero no lo recuerdas porque mi hermanito te borró la memoria." Pienso y al instante eso me sabe a una broma amarga.

No puedo decirle eso ─aunque cuando la conocí me mandaron aquí para atraparla y llevarla ante El círculo─ ahora no puedo.

El círculo, ellos creen que la sigo buscando. No sospechan de mi traición, pero solo es cuestión de tiempo para que se enteren. Por eso tengo un plan, si bien no es del agrado de todos al menos me dará tiempo para buscar más opciones.

— ¿Qué tienes? ─cuestionó con el ceño fruncido.

Mierda. Debí estar tan sumido en mis pensamientos que no me di cuenta de cómo mi rostro se tensaba. La había notado nerviosa y asustada antes, no me sorprendería que saliera corriendo ahora.

—Nada, solo me preguntaba, ¿Cuánto tardaría en subir a ese árbol?

"¿No se te ocurrió algo mejor?" reprochó mi subconsciente.

—Yo siempre quise subir a un árbol, pero siempre me caía. ─ella intentaba sacar su nerviosismo por medio de cualquier tontería, jugaba con sus manos algo nerviosa.

Me eche a reír a carcajadas por aquello.

— ¿Es en serio? ¿Subir a un árbol?

— ¿Qué? Tenía doce años. Pero, ¿sabes qué? sí, lo voy a hacer.

— ¿Qué? ¿Vas a subir a un árbol?

—Sí ¿Quieres subir conmigo?

—No. ─me di cuenta que mi negativa la hizo salir un poco de su caparazón y relajarse.

─Tu empezaste con el tema de subir a un árbol, ¿Y ahora dices que no? ─me encogí de hombros sin saber que más decir.

— ¿No me digas que Killian Eridale tiene miedo de subir a un pequeño árbol?

Me gusto la forma en que se escucho mi nombre pronunciado por sus labios.

—No tengo miedo.

— ¿Quieres apostar?

—No me subestimes. Recuerda que puedo ser un psicópata, aun no me conoces bien. ─traté de bromear, pero al parecer fallé. Ella se tensó un poco, pero me ignoró y empezó a caminar.

Ahí me encontraba yo parado frente a un árbol ─que de pequeño no tenía nada─ junto a Eliana quien tenía pequeña sonrisa resultado de sus nervios y algo de emoción

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ahí me encontraba yo parado frente a un árbol ─que de pequeño no tenía nada─ junto a Eliana quien tenía pequeña sonrisa resultado de sus nervios y algo de emoción.

— ¿Así que este es el pequeño árbol?

—Sí.

—Bien, quien suba al árbol primero gana...

—Y quien pierda...—dice interrumpiéndome. — ¿qué pasara con el que pierda?

—Bien, si yo ganó significa que compartiremos lugares todo un mes. —dije.

—Bien, pero si yo ganó me vas a deber dos helados de chocolate.

— ¿Chocolate?

— ¿Qué? Me gusta el chocolate.

—Hecho. —dije.

Cinco minutos después me encontraba más abajo que nada, no sabía que subir un árbol era tan complicado para los mundanos, que bueno que yo no soy uno de ellos.

Extendí las palmas de mis manos sobre el tronco y con fuerza clave mis dedos en la madera para poder subir como si estuviera escalando, es trampa lo sé, pero la idea de perder nunca me ha gustado y además este premio tenía sus beneficios.

Al final digamos que gané, haciendo trampa claro pero gané.

— ¿Como lo hiciste?

— ¿Escalé? ─sonó más a pregunta que respuesta.

— Pero ¿cómo llegaste tan rápido?, ibas más atrás. No lo entiendo.

—No importa, gané. Vamos, te llevaré a casa. ─ella asintió. Dudaba de mí con cada paso en falso que daba, eso ya lo sabía. Podía escuchar a su cabeza dando vueltas todo el tiempo cuestionándose sobre mis motivos para hacer las cosas y sospechando de otros.

Cuando llegamos a su casa ella bajó primero caminando tan rápido como pudo, pero no fue tan rápida ya que la alcancé a tomar del brazo.

─ ¿No vas a despedirte?

—Sí, hasta mañana. ─sonrió forzadamente, lo cual me saco una sonrisa a mí.

—Te estaré esperando en mi nuevo lugar.

—Eres un idiota.

—Descansa, angelito.

Me voltea los ojos y la veo desaparecer por la puerta.

Me voltea los ojos y la veo desaparecer por la puerta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Besos <3


Nat❤

Eliana© (libro 1) REESCRIBIENDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora