Capítulo 49. POV Killian.

22 3 0
                                    

—Killian. Ya es hora. —dijo uno de los sirvientes de Erocles.

Me levanté de la cama y armando me de valor bajé hasta su despacho.

—¿Listo hijo?.

—Lo estaré si no me vuelves a llamar así.

—Entonces vámonos.

—¿Qué? ¿A donde?.

—A la ciudadela.

—¿Porqué?.

—Acaso creías que tú muerte iba a ser tan fácil y sin dolor, no, pero por supuesto que no, tú tienes que sufrir y mucho, iremos a la ciudadela y te declararas culpable por todos lo ataques.

—No lo haré. El nombre de mi familia quedaría destrozado. Jim...

—...Perdería su puesto en el cielo.
Exacto.

—Tú ya tenías todo esto planeado. Tú quieres que Jim pierda su puesto... Y así tú matarías dos pájaros de un tiro.

—Lo dedujiste demasiado tarde.

—¿dónde está Jim?.

—No lo se, tal vez escondido por ahí, no importa de todos modos no lo necesito a él presente, cuando regrese esté mundo cambiara. Ahora vámonos.

Y con dos esposas de metal, aprisionó mis manos y por si fuera poco colocó una cadena en ellas. La puerta se abrió y Marcos entró y agarrando la cadena me empujo hasta llegar al portal que conducía hasta el centro de la ciudadela.

*********
POV Els.

—¿Falta mucho?.

—No te quejes.

—No me quejo es solo que yo he cargado está mochila todo el caminó.

—Els no es para que te enojes pero me éstas empezando a fastidiar y no quiero...

—Callate.

—No es para que te molestes.

—Hablo en serio callate.

—¿Qué pasa?.

—Sentí algo, una energía, pero si no te callas no podré detectarla.

—Joder, claro me callaré.

Sentía una sensación conocida, era una energía poderosa y familiar.

Max.

Una segunda energía.

Alisson.

—Por aquí. —le dije a Rodolfo.

Él me siguió sin problema, yo lo guiaba y él me seguía. Me detuve en seco. Enfrente de nosotros había celdas, jaulas, era un calabozo, prisión o como sea, había antorchas prendidas al lado de cada puerta, celda, como sea.

—¿Hay alguien ahí? —preguntaron desde una de las celdas.

Max.

Sin saber lo que hacía corrí, corrí como jamas corrí por nadie en la vida.

—¡Max!, Max eres tú, en serio eres tú. —dije con lágrimas en los ojos. —te extrañe mucho.

—¿Eliana?, t- tú no deberías estar aquí, sí Erocles se entera estarás en un grave peligro. Tienes que irte, vete.

—Ni lo sueñes, no me iré, vine por ti y ahora te sacaré de aquí.

—¿Esta Alisson ahí dentro?.

Eliana© (libro 1) REESCRIBIENDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora