Capitulo 35

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Esa misma noche, volvimos a la cabaña donde nos escondimos, todos ya estaban dormidos, entramos a hurtadillas para no despertar a nadie, mi madre se fue directo a su habitación diciendo solamente que hablaremos mañana, y yo sólo me quede ahí, en medio de la sala, con Killian. Si decir nada más, me acerqué a él y le di un beso casto en los labios, nos miramos por largos segundos y después le dije que estaba cansada y que debería irse a dormir también. Subí las escaleras y me adentre en mi habitación enredando me en las sabanas.

"Estaba en una mansión, era pulcra, con paredes de mármol de un color perlado, voy merodeando por los pasillos, y de repente escuchó unas voces provenientes de una puerta tallada en madera de un peculiar color rojo, al abrir la puerta hay dos personas dentro, una mujer de cabellos oscuros y ojos azules, y un hombre con el semblante duro, no muestra ninguna expresión a diferencia de la mujer que muestra un semblante pálido y preocupado. Me acercó hacía ellos y le pregunto.

—¿Quienes son?.—frunci ligeramente mi ceño al no recibir ninguna respuesta, y al parecer tampoco pueden verme, así que solo me apartó y como mera espectadora me colocó a un lado de la mujer y escuchó lo que dicen.

—No estas seguro de ello —dice la mujer, con voz firme.

—Tu hijo es un traidor de ello estoy seguro —dice el hombre con voz fuerte.

Es el hijo de tu mejor amigo, es el hijo de tu hermano... — veo al hombre dar dos pasos fuertes y firmes hacía la mujer.

—Eso no quita que sea un traidor, ¡la está ocultando!, falló con su misión, y por eso deberá recibir su merecidodice él seriamente.

Eliana© (libro 1) REESCRIBIENDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora