Capítulo 39.

27 6 0
                                    

A pasado un mes, un mes, desde la muerte de mi madre, un mes desde que no la tengo, un mes desde que no recibo sus consejos, ni sus regaños, ni sus besos, caricias, y duele, duele mucho. Un mes desde que mi vida se fue a la mierda, después de su partida mi vida se torno gris y fría, me encerré en mi habitación por semanas, y solo dormía y lloraba, hasta que Max me hizo entrar en razón y salí de mi escondite. Fue cuando me decidí en que haría que mi madre se sintiera orgullosa de mi, este en donde este, entre en el lugar donde me prometí jamas volvería a entrar.

La habitación de mi madre.

Abrí las puertas de su armario y saque todos lo grimorios y cosas que me pudieran ser útiles, los llevé a mi habitación, me senté en la cama a leerlos. Me tomo más de dos días pero termine de leerlos, volví a repasar los hechizos pero esta vez los iba a practicar.

****

Así llevaba más de una semana, Max me había dicho que no me deprimiera, que eso lo no hubiera querido ella, que tuviera un propósito. Así que eso hice, mi propósito fue estudiar los hechizos un a uno hasta que lograra hacerlos bien, además de eso me dispuse a entrenar, Luca y Killian me ayudaban con eso, ahora más que nunca estaba dispuesta a acabar con esto, yo haría lo que estuviera en mis manos para salvarlos a todos. Y con el asunto de mis marcas, o runas como Killian decía, estas eran las causantes de definir mi naturaleza, lo cual me ponía muy nerviosa por que eso significa que tengo que aprender a controlar mi genio y sinceramente no se como hacer eso, también significa que no tengo que caer en ningún "pecado" lo cual era difícil porque SOY HUMANA, o creía serlo, solo que es muy difícil acostumbrarte a ser un criatura sobrenatural. En fin los pecados en los que caen los humanos, eso significa que, nada de lujuria, envidia, gula, pereza, nada de matar, ni cosas así.

─¿Qué tal si paras ya de hacer eso y nos fugamos a algún lugar?,¿qué dices?─Killian estaba parado enfrente de mi, interponiéndose entre el saco de boxeo y yo.

─No─ era mi ultima palabra no me haría cambiar de opinión. También estaba eso, Killian, él y yo no hemos estado bien, nos peleamos más, de hecho antes ni siquiera nos peleábamos, en fin estos cambios de humor tan drásticos se debían a las runas en mis manos, a veces me comportaba como un angelito y otras veces como un verdadero demonio.

─¡Oh vamos! ¿otra vez?, te vas a pasar toda la vida así, entrenando, practicando hechizos, y otra vez entrenando, deja lo ya.

─No─esta molesto, puedo notarlo, su mandíbula apretada, sus manos en puños, sus pies juntos, como reteniendo las ganas de golpearme, solo le falta el humo saliendo por las fosas nasales.

─No olvides que puedo leer tu mente, y no me parece gracioso tu cometario ─me encogi de hombros.

─¿Algo más que quieras agregar?

Silencio...

─Bien entonces ¿puedes irte? trato de entrenar─ escuchaba como caminaba hacía a mi pero no le tome importancia, sentí una mano en mi hombro derecho y me volté, lo miro y sus ojos me dicen "no me provoques", no pensaba hacerlo pero si no se iba se tendría que enfrentar con un demonio.

─¿Estas segura?, en serio quieres que me vaya, yo creo que no, lo que yo pienso es que quieres otra cosa ─ oh no, otra vez no, no me vas a convencer, no, ya se lo había dicho, no, no, y mil veces no. Se acerco más a mi, poniendo a mis tontas hormonas en acción, podía sentir como una parte de él no mejoraba la situación, mantuve mi mirada fija en él tratando de no poner atención en su entrepierna, que en definitiva no mejoraba en nada la situación,  pero yo voy a acabar con esto, me aleje de él dando dos pasos hacía atrás y cruzando mis brazos sobre mi pecho.

─¡Oh vamos! no otra vez, no sigas con esto, sabes que no es correcto debido a mi problema, no─ dije mostrándole mis manos, él  se acerco.

─A la mierda tu problema ─ y me beso, y lo peor  fue que yo le seguí. Killian puso sus manos en mi cintura y me cargo, ahora yo tenía mis piernas entrelazadas a su espalda, camino hasta ponerme contra la pared y todo eso mientras me besaba, de vez en cuando sus besos pasaban a estar en mi cuello y mi hombro y después volvían a mi boca. Sentí que sus manos subían lentamente por mi cintura y se adentraban en la tela de mi blusa, sus manos bailaban en mi espalda, parecía que me quería hacer sufrir con ese jugueteo de manos sobre mi espalda, hasta que tocó el broche de mi sujetador, trato de de desabrocharlo, y supe que era momento de parar si no quería convertirme en un demonio. Coloque mis manos sobre su pecho y lo aleje con todas las fuerzas que tenía, su cara me lo dijo todo, al verlo todas sus facciones destilaban confusión, mientras mi cara mostraba un ceño fruncido.

─Dije que no.

─Cuando no, siempre es lo que me dices,¿cuando terminara esto?...¡YA SUPERA LO!─me grito ─¡TU MADRE ESTA MUERTA ESO NI CON TODO EL ENTRENAMIENTO DEL MUNDO LO CONPENSARAS!¡ELLA YA NO EXISTE!¡POR TU CULPA!¡SUPERALO!.

─callate─dije en un susurro, las lágrimas caían a cascadas por mis mejillas, lo que había dicho me llego.

─¡¿QUÉ ME CALLE?!, ¡NO, NO ME VOY A CALLAR, ¿SABES PORQUÉ?, POR QUE ESTOY ARTÓ, ENTIENDO QUE ERA TU MADRE Y CREES QUE CON HACERLA SENTIR ORGULLOSA DE TI, TE SENTIRÁS MEJOR! ¿pero sabes qué? no, ni con eso te sentirás mejor...

─¡Y TU QUE SABES!¡TE LA PASAS CONSOLANDO ME Y ESO DE QUE ME SIRVE!¡NI CON TODO EL CONSUELO QUE ME DAS LA RECUPERARE!¡¿QUÉ TU NO SENTISTE ESTO CUANDO TU MADRE MURIÓ?! ¡OH NO CLARO QUE NO PORQUE TU ERES UN MALDITO INSENSIBLE QUE USA COMO EXCUSA QUE CRECIÓ CON UNA MALDITA FRASE DE, "DESTRUIR ES AMAR Y TODA ESA RIDICULEZ"!.

─¡CALLATE!

─¡NO! ¡MEJOR QUE ESO ME VOY!─salí de ahí con las lágrimas y la rabia al mil, me encerré en mi habitación ignorando por completo los gritos de Luca y los golpes de puerta de Max, hasta Killian él muy idiota no tiene vergüenza, al venir y gritar me a la puerta que si no salía me iba a matar, y para asegurarme de que nadie abriera la puerta hice un hechizo para que nadie entrara en mi habitación.

cuando me arte de las amenazas de matarme si no habría la puerta, lo gritos y si a eso le agregamos los golpes estridentes de puerta les grite─ ¡VAYANSE A LA MIERDA TODOS!─y con eso hice un hechizo de teletransportación a un lugar donde solo yo sabía...

******

Eliana© (libro 1) REESCRIBIENDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora