Capítulo 5.

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Martes

4:50 a.m

Siento en  qué el frió encoge mí cuerpo por segunda vez. Me parecía una maravilla qué  se estaba demorando en sonar la alarma. En eso siento qué  en los corredores para llegar casi a mi habitación, retumbar los tacones de mi madre en el suelo de madrera. 

—¡Es hora de levantarse cariño!  —. Dice mamá mientras abre las cortinas qué no había mucho sol por suerte. 

Me levanto un poco mareada, sentir por mi espalda el agua fría, la mañana cálida y cayendo unas pocas goteras  por la ventana. Mientras me visto prendo el celular para escuchar algo de música. Bajo al primer piso y tomo un sorbo del chocolate amargo de la noche anterior, no estaba mamá supongo qué se fue mientras yo me bañaba.  Cojo  el celular y las llaves y voy directo al instituto.

Al entrar me encuentro con Antony pero no le dirijo la mirada y camino por los pasillos para llegar, Abro la puerta de el salón y por suerte no habían empezado la clase. Mucha matemática química filosofía  nada se me quedaba en el maldito cerebro, me pregunto qué pasara sí algún día puedo llegar a ser famosa?. Algo qué me pone de brinco al sonar el timbre para salir  de las fastidiosas clases.

—Hola Charlott, ¿cómo estas?—. Me saluda Verónica dándome un beso en la mejilla

—Hola, ¿donde habías estado? —. Pregunto yo mientras saco más papas de la bolsa. 

—Estaba algo ocupada, además vi qué te fuiste el día qué iban a escoger a la ''reina''—. Dice ella mientras toma asiento en la mesa. 

Hablamos de todo ella contándome sus cosas y yo las mías, algo qué me falto preguntarle era sobre el plan macabro qué tenían hacia Ámbar, pero no me atreví, eso lo tenia qué averiguar por mi misma.  Subo las escaleras para otra vez hacer qué mi cerebro explote de tantos números trepados sobre otros. 

Al terminar la clase voy al auto sin saber nada de nadie, eran las 10:00 a.m por lo menos salimos más temprano. Mientras voy a casa paso por una pizzería más cercana total, no tenia nada qué hacer, hubiera podido ir a la empresa de mamá pero me había dejado algo de tarea. 

Abro la puerta subo las escaleras para llegar a mi habitación, me tumbo en la cama mientras me quito los zapatos uno por uno. Después de pasar un rato devolviendo mensajes decido cambiarme para empezar la nueva rutina qué no podremos cambiar.

Al terminar de estudiar bajo al primer piso y me pongo a comer la pizza qué estaba esperando un largo tiempo para ser consumida. En eso veo qué abren la puerta y mamá lleva una caja de tamaño algo grande. 

—Madre Hola, ¿qué es eso qué hay en la caja?—.

  —Averígualo tu misma—. Sonríe mientras me estira las manos con aquella caja. 

Tomo la caja y me siento, poco a poco voy estirando los moños color rosa qué se encontraban en la parte superior de aquella caja. Al abrirla  veo una hermosa gatita color blanca con manchas grises por todo el cuerpo qué me ve con cara de sácame de aquí. La cojo con una ternura, la verdad siempre había querido un animalito, cualquiera pero mi obsesión siempre habían sido los gatos, aunque mamá no me dejaba tenerlos. 

  —Aww, mamá muchas gracias esta hermosa te amo—.  Digo yo sin bajar de mis brazos todavía la pequeña gatita. 

—No es nada hija, me alegra qué te guste—. Dice mamá mientras toma su jugo.

—Creo qué te pondré Kira sí le queda perfecto seras mi nueva bebé, ¿te gusta mamá?—. Digo yo con una risita. 

—Sí hija, me gusta—. Dice ella mientras me mira.

Subo con la nueva integrante de la familia a mi habitación, más tarde paso a comprarle cositas, la pongo en la cama mientras yo veo mi celular, después de un rato me doy una ducha calentita qué por cierto hacia demasiado frió. Me agarro un sueño, no era muy seguido qué me diera  tan temprano, así qué mejor mañana paso por la tienda de animales. 

Busco mi pijama y acomodo mi cama dejando a kiara  ami lado, una noche con ella no afectara nada. Apago las luces y tomo mi cobija. 

  —Buenas noches mamá hoy dormiré temprano—. le digo a ella mientras apago las luces.

 —Qué descanses hija duerme bien—.

Pero se me había olvidado poner la alarma, me levanto y el frió de la noche acoge todo mi cuerpo busco mi celular qué estaba en la mesita. vuelvo a envolverme en las sabanas, sentía qué estaba preparada para el examen de mañana...

Charlotte en multimedia. 




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