En ese momento supe que había madurado, que las cosas ya no serían como antes. Ya no habría historias de amor con las de la barbie y ken. Ya no habría más películas abrazada a tu madre. Ya no habría baños de espuma, ni ver los dibujos animados nada más levantarte, ya nada sería igual. Ya no habría finales felices. Ahí supe, que había madurado.
Ese momento, no lo podré olvidar jamás. ¿Sabes lo que es que se te muera tu propia abuela en tus manos?
Cuando mi abuela, se fue para siempre, realmente no pensaba en ella. Pensaba en que estoy enamorada, estoy enamorada de Jesús.
Me acordé en ese momento de Indara. No dude en mandarla un mensaje. Necesitaba verla.
-Mi abuela.. e..a..necesito verte ya. Te necesito. Ven al hospital. Supongo que ella ya se lo imainaba, supongo que ella ya se imaginaba que mi abuela ya no estaba.
No pasaron a penas veinte minutos, y ella llegó, pero no venía sola.
-Se ha empeñado en venir-me susurró.
Realmente no quería ver a Jesús, no quería que me viese así.
Jesús, se acercó, me dió la mano, me colocó las manos en los hombros, me abrazó y comencé a llorar otra vez. No me había dado cuenta, pero estar en sus brazos era lo único que me hacía estar bien.