Capítulo 23 (Actualizado el 08 de 08 del 2019)

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Por su parte, Chase volvía del trabajo inquieto. Las cosas no podían ir a peor, habían descubierto que hablaba con Anne y habían intentado matarlo porque habían sacado una conclusión equivocada, pero muy probable y lógica teniendo en cuenta que ninguno de su manada sabía lo de Esteban. Si no hubiera sido por Corina dudaba que estuviera vivo ahora. Se preguntó si debería darle las gracias, obviamente sí pero, ¿podría hacerlo? ¿Era posible que descubrieran que había sido ella la que lo había dejado escapar? Y si eso, ¿le harían daño por protegerlo?

Justo mientras pensaba en eso la sintió cerca y ella lo llamó.

—Chase —dijo ella —. Ven, tenemos que hablar. —Por un momento el chico pareció alegre de volverla a ver, pero esa sonrisa se le borró al ver la expresión de ella. Corina no parecía muy contenta esta noche, lo cual no era de extrañar después de lo ocurrido ayer. Chase corrió hacia ella, arrepentido, a pesar de que ella le había protegido sin que él se lo hubiera pedido, era su creadora y por ello se responsabilizaba de cualquier acto que hiciera él. De ahí que esto afectara a Chase, se sentía mal por meterla en esto y solo porque ella había decidido protegerlo. Le debía una explicación, pero no sabía qué decirle.

—Corina yo.... —comenzó él

—Los agradecimientos luego; me tienes que explicar que escondéis tú y Anne —le cortó ella, exigente. Chase calló, no quería traicionar la confianza que Anne depositaba en él. Si ella no se lo había dicho a nadie, él tampoco lo haría.

—Nada preocupante, tranquila Corina —dijo él, procurando mantenerse sereno, pero lo cierto es que estaba algo asustado.

—Chase, por favor. Esto es serio yo...— Corina vaciló, dubitativa. Había tomado una decisión, quizás no fuese la más conveniente pero era la única que se le permitía. Sin embargo, antes de nada, debía saber la verdad, por qué Chase hablaba con Anne, qué lo ligaba a ella, esa asquerosa seyen de la cual Ulrika exigía que se ocupasen inmediatamente. Sí, eso era la verdad y por eso ella debía hablar con Chase. Averiguar de qué lado estaba y, si seguía siendo el de ellos, como el chico parecía jurar, encontrar un modo de librarle del castigo previsto para un traidor. Eximirle de toda culpa, para así lograr que siguiera vivo una vez derrotada ella y todo volviese a la normalidad. Pero para eso tenía que hacerle hablar, averiguar lo que escondía.

»—Ya sabes lo que ocurrió anoche, ella no está nada contenta. Me ha costado lo mío que no me descubriera encubriéndote, desviar las culpas hacia otro no es fácil. Chase, ¡por favor escúchame! Quiero ayudarte pero antes debo saber lo ocurrido ¿Qué escondéis? Y no me contestes que nada. —Se había situado ante él, impidiéndole seguir, al igual que la otra vez.

—Corina yo... —Por un momento Chase sobrepasó la posibilidad de contárselo e incluso pedirle ayuda... Pero no podía. Porque sabía perfectamente cuál sería la respuesta de ella...

"Transfórmalo", Sí, eso le diría Corina y cualquiera de la manada pero el caso es que Chase no quería hacerle eso a Esteban. Era su amigo y lo último que deseaba era condenarlo a la vida que tenía él. Y es que la verdad es que Chase odiaba ser licántropo y lo que significaba. Descontrolarse de esa manera, tener que matar y, sobre todo, tener que controlar sus emociones y sentimientos para no perder los nervios y así lograr impedir que se desatase el lobo que llevaba dentro.

—No puedo —declaró finalmente, retrocediendo. Ella soltó un suspiro mientras su rostro se tornaba apático y frío, pero brevemente arrepentido. No le gustaba el rumbo que estaban tomando las cosas, pero no podía evitarlo.

—Como quieras, pero luego no me reclames —sentenció, finalmente, Corina y se apartó.

—¿Qué no te reclame?, ¿Qué significa eso? ¿Qué va a pasar? —preguntó Chase, repentinamente asustado y la retuvo por el brazo, pero ella rápidamente negó y dijo:

Seyens: SternDonde viven las historias. Descúbrelo ahora