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-¿Y qué piensas hacer?- Reía a carcajadas la cuarentona mientras miraba el rostro de la más joven- Sólo es un niño de 18 años incluso eres mayor que el a parte ¿Qué le dirás a Bond? ¿A caso habías olvidado el hombre que te pago los estudios? Eres una perra con dueño querida Isabelle no eres como las demás sabes que tu eres especial- Se llevó la mano derecha al rostro sintiendo frustración- No es que puedas tomar tu pasaporte e irte a otro país, formar una familia y fingir que nada de esto paso ¿Entiendes algo de lo que te estoy diciendo?-

-Pero Madame Susan no cree que pueda hacer algo, no es como si estaré toda mi vida debiendo mi cuerpo a ese hombre- Dijo en un tono esperanzado-

-Mira niña en este negocio no podemos involucrar los sentimientos y lamentablemente a ti te toco nacer con la marca del libertinaje y de la única forma que saldrías de este mundo es si el señor Bond quisiera casarse contigo lo cual es una posibilidad muy estúpida- Acarició la mejilla de esta sintiendo lástima por ella- Es un extranjero ¿O no? Solo disfrútalo mientras esté aquí y cuando tome un avión y viaje a través de los miles de kilómetros que lo separan olvídalo-

-Pero entonces yo terminaría rompiendo su corazón- Comentó mientras buscaba confort en los ojos de aquella mujer-

-Que te rompan el corazón por amor es la mejor cosa que le puede pasar a uno ¿No crees? A parte de todo el sufrimiento no es algo que podemos evitar Isabelle esta es la vida que te toca y así como lo conociste a el, habrán otros y nuevamente sufrirás por la misma agonía así que no te lamentes tanto y solo disfruta el momento-

Madame Susan fue la mujer que recibió a Isabelle en sus brazos cuando fue abandonada en la puerta trasera de su prostíbulo, la educó y fomento desde pequeña para que fuera la perra más mala y cara de su apreciada casa de muñecas y fue hasta la edad de los 10 años cuando el señor Klein Bond entró  a su prostíbulo pagando una exagerada cantidad de dinero para que aquella niña tuviera la mejor educación de todas. La educación que solo una reina podría tener y después otra cantidad masiva por la virginidad de la misma, aquel atractivo hombre tenía dinero hasta los dientes ¿En que trabajaba? Es un verdadero misterio ¿Qué persona era? Un acertijo más el cual terminaba siendo un laberinto sin salida cuando se trataba de resolver, pero lo que más dejaba en intriga a Madame Susan era el fijamiento preciso que tenia en su joven prostituta ¿Qué era lo que le veía? Tal vez se había enamorado de ella o solo era un simple capricho para pasar el rato pero lo que no se podía dudar que pagaba muy bien por ello.

Isabelle había tomado el consejo de aquella mujer como una solución ya que era cierto todo lo que le decía, a parte de que se debía al señor Bond su presencia podría perjudica al mismo James y sin mencionar que este sólo andaba de viaje con su grupo y compañeros de estudios, tal vez su peor error fue confesarse y llevar aquel tipo de extraña relación pero lo que si podía asegurar es que era enteramente feliz al lado de aquel idiota.

Iban tomados de las manos como dos idiotas caminando por el parque contándose uno que otro secreto, hablando sobre la primera estupidez que le viniera a la cabeza.

-Es cierto, mi papi es la mujer de la relación y mi padre es el hombre, siempre me preguntan cómo los aprendo a diferenciar y es así como lo hago- Río por unos minutos pensando en sus padres de verdad en ese momento los extraño- Mi papi es doctor y mi padre Juez-

-Vaya no puedo evitar reírme- Río nuevamente cubriendo su boca con el torso de su mano- Ya veo ¿Nunca has querido conocer a tus padres biológicos?-

-La verdad que no, tampoco me he interesado en ese tema, tengo todo lo que pudiera pedir y ahora tengo demás contigo ¿Por qué debo interesarme en alguien que me abandono? Sea como sea si los llegó a conocer pues los saludaria como si fueran viejos amigos pero mis papas son Jacob y Frederick soy feliz con ellos- Comentó en una sonrisa- ¿Y usted Madame? ¿Quisiera conocer a los suyos?-

-No lo se, lo mas cercano a una madre que conozco es a Susan aunque no entiendo como pudieron abandonarme en un prostíbulo quizás mi madre fue una prostituta y quiso que su hija creciera así- Levantó los hombros de forma desinteresada- No me gustaría verlos me siento bien así, sin padres que te regañen por llegar tarde a casa- Comentó en una voz graciosa-

Así que eso es estar enamorado caminar por la calle como un estúpido tomando la mano de esa persona especial, hablar de la primera idiotez que se le venga a la cabeza y tan solo caminar y caminar hasta donde los pies le puedan dar para hacer esto,  era lo más raro que Isabelle hubiese hecho en su vida pero se sentía tan natural y bien.

Por primera vez vio el cielo con hermosas y esponjosas nubes que parecían algodón por sus formas y color, un blanco tan pulcro, tan lindo y aquel sol era hermoso, su palidez y la leve calentura que provocaba ¿Por qué el cielo es más hermoso? Quizás porque el pelirrojo había provocado eso.

-Quiero decirte algo- Comentó el joven mientras miraba el rostro de su musa aún lado de el en la cama- I love you, te amo, Ashiteru, je te amo- Pronunció con una graciosa sonrisa- te dije te amo en 4 idiomas ¡Up! Lo hice de nuevo ¡Te amo Madame Isabelle!- Grito frente al rostro de esta mientras besaba su rostro-

-Eres un idiota - Comentó en un tono risueño mientras se subía en cuclillas encima de este- Pero creo que su miembro me ama más Señor James-

Luego de la caminata en el parque terminaron en el desván de la Madame y esta sería su segunda ronda. La Madame ya lubricada introdujo por segunda vez el grotesco miembro del muchacho en su interior mientras tomo las manos de este para que amasara sus pechos, sus caderas se movían en un baile sensual mientras de ella se escapaban aquellos sonidos delicioso de placer, gemidos y jadeos a parte del choque de caderas era lo único que se podía escuchar en aquellas cuatro paredes. Los labios de ambos se buscaron con un carácter de urgencia que tan sólo ellos podían entender uno al otro devorandose y aquella temperatura subiendo era algo perfecto, sin hablar en la forma que aquel gran falo bailaba en el interior de su musa, de su Madame y ahora de su amante, si le hubiesen preguntado como quería morir por elección el mismo elegiría sin duda alguna morir allí bajo ella, morir en sus manos y entre sus piernas.

Cuando el cuerpo de la más adulta tembló y aquel sonoro gemido el cual quedó atrapado en la boca de James fue el momento en el  cual aquel chico se vino dentro de la mayor llenando todo el interior de ella, sucumbiendo sus almas hasta forjarlas en convertirlas en una sola, fue entonces cuando ambos indudablemente se amaron.

MADAME ORGASMOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora