Capitulo 34: No puedo

602 28 4
                                    


Jane

Me quede quieta. Sin decir nada. Ahí parada, mirando como Matt se acercaba con esos ojos llenos de tristeza.

Jane, di algo.

Debería de hacerlo. Pero mi lengua se a trabado en un nudo y no me logra salir nada. Y cuando creo tenerlo y saber que decir, abro la boca pero el se adelanta.

–Ya hemos acabado– susurró.

Sus palabras al principio me asustaron. Pero recuerdo que habla del ensayo, o eso creo. Yo agacho la cabeza y miró como el traje de limpieza se enbomba en mi cuerpo.

–Lo siento...– fue lo único que pude decir. El se acerca a zancadas, mostrando que estaba indignado.

–¿Lo siento? Jane, nos has fallado, otra vez– menciona, con ese tono triste que a mi no me gusta. Me hace sentir culpable, y aunque es verdad, me siento mal por como me trata.

Como tardó en decir algo el suspira como diciendo "No lo puedo creer". Algo en mi interior me dice que esto se debe más que llegar tarde al ensayo. Que el razón de su enojo es otra. Por lo tanto, me limito a levantar la cabeza para mirarle a los ojos.

–¿Con quién estabas?– preguntó.

Bingo, ese es el problema. No es tanto el ensayo o porque les halla fallado. Matthew ha estado celoso. ¡Rayos! Eso suena tanto bueno como malo.

–Con Derek...– susurró mientras agacho la cabeza para no mirar su reacción.

–¿Con Derek?– repitió con un tono de voz indignado–¿Lo ves? Jane, ¿Que te ha pasó que últimamente solo quieres pasar con el?

¿Que rayos le pasa a el que por sus maldivos celos no puede comprender? Yo nunca elegí esto, nunca quise esto. Es más, si el beso era porque quería que supiera que el me quería. Pero ¿como me va a querer si le hace caso más a sus celos a su amiga?

No aguante.

–Matt, no sé si sabes pero yo no pasó con Derek como tú piensas que pasa– comencé con voz calmada, pero el bufo– He estado castigada Matt. Y tú ni te has dignado a preguntar ¿como estas? O ¿porque Demonios te castigaron? No, solo vienes y me protesta en la cara que, porque estoy con Derek...

–Tú has sido la que te has alejado con el. ¿Tú crees que no me importas? ¿Que no me pasó toda la noche en vela pensando en ti? ¿En cómo estás?– exclamó. Ya presentía que manos empezaríamos a llorar.

–¿Y porque me tratas así entonces?–

El me miró como si pidiese que siguiéramos con esto. Algo en su mirada rogaba paz. Sus ojos se miraban rojos y apuesto a que los míos se miran igual. Después de tanto tiempo, después de haber sentido algo por el, no es posible que se nos haga difícil corresponder uno al otro. La vista se nubla antes que el hable.

–Porque te amo...– murmuró. Em seguida la imagen del beso de hice presente en mi mente siendo ese la hora de agua que colmó el vaso. Pequeñas y frías lágrimas rodaron por mis mejillas sin tener rumbo. El no pareció importarle ya que continuó.

–Y no vine aquí a pelear contigo, solo quiero....– suspiro, de notaba que le costaba decir las palabras– Solo quiero que este conmigo. Pero mientras más pases con ese idiota...

–No le digas así– proteste.

Está bien, no se de donde salió ese coraje de decir eso pero sabía que debía hacerlo. El me vio con ojos de tristeza y tenía ganas de pegarle para que no haga esa cara que solo me hace llorar.

–¿Ves? Ahora lo defiendes– movió los brazos bruscamente– Jane, no podemos seguir así, o es el o soy yo.

Y esa fue la bomba que explotó en mi cerebro. ¿Acaso decidió hacerle caso a sus celos que a mi? No podía hacerme esto sabiendo bien loq ir estoy pasando. De ninguna manera respondería esa pregunta. Ni siquiera tengo muy bien definido que siento. Las lágrimas escaparon de mis párpados. Esas palabras tenían otro significado para mí: O te quedas con el o te olvidas de mi.

Un Amor Musical /EDITANDO/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora